Ya no hubo fuerza humana ni sobrehumana que nos alejara. Tampoco sabíamos si el berrinche era genuino o si simplemente se trataba de la magia que nos unía y se aferraba a negarse a nuestra separación.
En la mañana siguiente, amanecí en mi habitación y no en la Minnie. Estaba aferrada al cuerpo de Felix y no quise alejarme de él, sin embargo, los deberes cotidianos me llamaban y finalmente, debía volver al trabajo.
Lo besé cuando me levanté de la cama. Lo besé antes de meterme a la ducha. Lo besé cuando terminé de arreglarme. Lo besé mientras tomábamos el desayuno. Lo besé durante el trayecto al parque y lo besé cuando llegamos al mismo. A ojos de todos, parecía que éramos una pareja común y corriente, de esas que se aman con intensidad en los primeros días. Y aunque me sentía como adolescente en pleno crecimiento, nada ni nadie podía quitarme de la cabeza el desagrado de saber que Felix se irá de mi lado una vez nos separen.
—Llámenme si necesitan algo, ¿de acuerdo?
—Sí, Minnie, ten un buen día —le sonreí.
—¡Fighting!
Nos despedimos de Seungmin y comenzamos nuestro camino una vez se alejó.
El parque solitario nos saludaba calmoso, con los jardines verdes y el canto de los pájaros siendo más armonioso que antes. Me puse nerviosa cuando pase el lumbral del portón. Me sentía tan nueva y espantada que Felix tuvo que obligarme a avanzar y no retroceder.
—Estaré en la cafetería todo el tiempo, ¿de acuerdo?
—Bien —le sonreí.
Me quedé quieta, tonta, sin saber qué hacer. Felix soltó una risita y luego se acercó para dejarme una serie de picos que me hicieron despejarme del nerviosismo creciente.
—Te amo —susurró.
Dejó un último pico empalagoso y finalmente se giró sobre sus talones para ir con dirección al local. Suspiré sacando el aire de mis pulmones y forme una sonrisa vaga, comenzando ahora con mi caminata hacia las oficinas. Pronto vi a Minho y a Hyunjin, quienes andaban en su inspección de rutina, lejanos de mi camino. Los dos llevaba un vaso en mano y platicaban tranquilamente hasta que el mayor se giró y me miró, provocando que ambos se acerquen.
—¡Oh pero si es mi novata!
Minho dejó su vaso en manos del otro y se arrojó contra mí, aplastando mis entrañas cuando me abrazó y me apretujó.
—Hyunjin, nuestra hermanita menor está de vuelta, ¡esto es tan maravilloso! —se emocionó.
—La estás asfixiando —se burló.
Minho me alejó de sus brazos y me sonrió, luego fue Hyunjin quien me abrazó con más delicadeza, pero con el mismo sentir. Me alegraba verlos de nuevo, la sensación de nuestro reencuentro fue sanador y agradecí que todo se sintiera como lo conocía desde un inicio, incluso antes de que Felix llegara a mi vida. Podía decir que era una manera reconfortante para dejarme en claro a mí misma que seguiré viviendo saludablemente después de que nos separen a Lixie y a mí, así que no debería sentir miedo.
—Tu gran amor estará feliz de tenerte de vuelta, está esperándote en la oficina —me informó Minho, aún sin borrar su condenada sonrisa.
—Entonces no lo haré esperar más, hagan bien su trabajo.
—Así será capitana.
Les despedí a ambos y continué mi camino. Las expectativas del saludo del jefe Bang eran altas. No había querido hablar con él desde lo sucedido con el asesino y el accidente del disparo. La verdad es que me aterraba que pensara que era un monstruo, no quería que me tuviera miedo o que me viera a mí como un maldito alienígena. No obstante, hoy debía darle la cara.
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MR. SUNSHINE || LEE FELIX
FanfictionLa Luna ha caído en una maldición y si no hacen algo, terminará muriendo junto a su brillo y magia. El Sol no puede permitirse perder al amor de su vida. La descendiente de ambos sigue en la tierra, así que el Sol envía a sus hijos para que estos...