☆゜・・゜ ・ 17 ・゜・・゜★

314 48 10
                                    

"... Las mareas de las aguas en todo el mundo han mostrado la disminución de su intensidad, también se ha comenzado a detectar un considerable aumento en el nivel del mar de las costas, se sugiere mantener la calma y esperar a los señalamientos de las autoridades especializadas en el tema. El reconocido científico Lewis Madison ha mencionado estos fenómenos como meras consecuencias del siniestro lun..." .

Apagué el televisor, dejándonos en silencio. Últimamente esta clase de noticias abundaban en los canales públicos y de paga. Era gracioso porque los presentadores daban todo de sí para tranquilizar a su público, justo después de haber mencionado que en cualquier momento nos vamos a extinguir. Cada día las cosas empeoraban un poco más, resultaba desesperante y definitivamente levantaba la sensación de pánico con tan sólo escuchar un par de líneas sobre lo que estaba ocurriendo en la Tierra.

—¿Por qué tu madre se está muriendo? —curioseé, bajando la mirada al hechicero que me dibujaba runas en el estómago.

Felix me lanzó una mirada silenciosa, antes de volver a su labor.

—Mis hermanos no me lo mencionaron correctamente, pero a lo que entendí; es que mi madre está bajo los efectos mortales de una maldición a manos de Afrodita.

—Afrodita estaba celosa del amor entre tus padres, ¿no es así?

—Sí, así es... ella los separó, pero parece que no se quedó conforme con ello después de la intervención de Zeus.

—¿Cómo se supone que van a terminar con la maldición?

—Mis hermanos mencionaron que algo aquí en la tierra nos llevaría a la respuesta. Se supone que los tres íbamos a encontrarlo, pero desgraciadamente, mi inexperiencia con la magia en ese momento me hizo separarme de ellos.

—Y necesitas encontrarlos.

—Exacto.

Felix me tomó de la cintura, susurrando las palabras del conjuro para las runas en mi piel. Luego dejó un beso sobre mi vientre, siendo esta una acción meramente adoptada por él.

—¿Quieres que te ayude a buscarlos?

—No —sonrió—. Ya me están ayudando con eso, tú quédate tranquila.

Felix se levantó, me tomó de las mejillas y dejó un pico en mis labios, mostrándose tranquilo. Sus palabras me sonaron familiares y tras un estudio rápido de mis recuerdos, logré dar con aquella similitud.

—Espera, ¿Minho es quien ha estado ayudándote?

—Sí, pero se supone que no debía decírtelo.

—El baboso se delató solo —suspiré—. ¿Han encontrado algo?

Felix tiró de sus comisuras, imitando mi gesto de frustración, antes de negar. Esta vez fui yo la que me atreví a tomarle de las mejillas para dejarle un beso en la nariz. Le regalé una sonrisa y amasé sus mejillas, buscando quitar las negatividades de encima.

—Minho es bueno en su trabajo, así que van a encontrarlos pronto —animé.

Él asintió sonriéndome de vuelta. Tomó la camisa de mi uniforme y me ayudó a vestirme, pero pronto se detuvo de manera breve cuando estuvo a la altura de mi espalda. Su silencio me dejó confundida y me encontré con su ceño fruncido cuando decidí girarme a investigar. Sus dedos pasaron por mis omoplatos, haciéndome respingar por el tacto sorpresa y el ligero ardor de mi piel.

—¿Por qué dejas que haga esto? —inquirió en voz baja, sabiendo que Seung seguía dormido en su habitación.

—Es algo normal, Lix —respondí, restándole importancia.

MR. SUNSHINE || LEE FELIX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora