Capitulo 29

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Alexander

Khristeen se encontraba visiblemente tensa, como si algo estuviera perturbándola. Al principio, pensé que la causa de su malestar podría haber sido Corinna, pero esta última ni siquiera se acercó a Khristeen.

―Disculpenme. ―me alejé rápidamente y me dirigí hacia Andrey.

―Se detectó la presencia de un par de miembros de la Yakuza explorando la zona ―me informó Andrey, con una expresión de preocupación marcada en su rostro.

―Maldita sea. ―Observé a todos los invitados antes de salir del salón para poder hablar en privado―. ¿Camilo está con ellos?

Andrey asintió mientras me seguía hasta el estudio.

―Sí, es probable que durante todo este tiempo haya estado informándoles sobre tus movimientos a Yoshinori.

―No me sorprende. ¿Hay alguna novedad sobre nuestros exploradores?

―Sí, no se observa mucha actividad en la dirección proporcionada por Duka, y no hay rastro de Camilo.

Decido llamar a Duka para consultar la situación. Saco mi teléfono del bolsillo y marco el número del albanés, sin esperar mucho a que responda.

―¿En qué puedo ayudarte? ―dice Duka al contestar la llamada.

―No hay señales de Yoshinori en la dirección que me diste.

―Confía en mí ―responde Duka, su acento deslizándose suavemente―, él está allí. Lo confirmé a través de una imagen de satélite.

―¿La zona se ve igual de tranquila cuando la revisaste?

―Sí, parece que está pasando desapercibido, dejando que sus subordinados se encarguen de las tareas más sucias.

Aunque no tengo motivos para desconfiar de Duka, sé que es un experto en su trabajo.

―Está bien, voy a creer en tu palabra.

―¿Tienes planeado un ataque? ―pregunta Duka.

―Sí.

―¿Necesitas refuerzos? Estoy dispuesto a participar ―ofrece.

No puedo evitar soltar una risa.

―Nunca rechazaré tu ayuda. Te mantendré informado de los avances.

Terminando la llamada, dirijo mi atención a Andrey.

―Duka está completamente seguro de que Yoshinori se encuentra en la dirección que nos proporcionó. Quiero tener un registro de quién entra y sale de esa casa.

―Estoy trabajando en eso. ―Andrey inclina la cabeza, con una sonrisa juguetona curvando sus labios—. He visto a Anabella. ¿Quién la invitó?

Una chispa de complicidad brilla en sus ojos.

―Alessandro. Quería ver a Khristeen un poco más feliz. Y vaya que lo logró.

―Me iré con la futura madre de mi hijo ―bromea Andrey mientras sale de la oficina.

Aprovecho la privacidad del estudio para revisar un par de mensajes que he recibido. Luego salgo de la oficina y regreso a la sala. En el pasillo, me encuentro con Bella y Andrey besandose.

―Hay habitaciones arriba —comento, mientras mi hermano, en un gesto juguetón, me saca el dedo del medio.

Más adelante, me encuentro a Khristeen con Alice y el niño, devorando todo lo que había sobre la mesa del buffet con entusiasmo.

Fear to love [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora