Khristeen
Alexander no se disculpó en absoluto. Después de nuestra pelea, parecía que simplemente decidió ignorar el problema y seguir adelante como si nada hubiera pasado. No hubo señales de arrepentimiento ni intentos de reconciliación por su parte. Esta falta de disculpa me hizo sentir aún más herida y frustrada.
En la semana diez de mi embarazo, tenía una cita con el ginecólogo y decidí ir con Alice. No le conté a Alexander sobre la cita, ya que parecía no tener interés en mi embarazo ni en el bienestar de nuestro bebé. Si él quería ignorar la situación, entonces sería su problema, pero yo estaba decidida a cuidar de mí misma y del bebé por mi cuenta.
Consideré llamar a Luca, y pedirle que viniera a buscarme. Sin embargo, nuestra relación también estaba distante y no quería involucrarlo en mis problemas personales. Sentía que no tenía a nadie en quien apoyarme, y pedir ayuda a mis padres era algo que prefería evitar.
Cuando llegamos al consultorio del médico, una enfermera nos recibe amablemente y nos guía hacia una habitación de examen. Me acuesto en la camilla mientras el médico revisa mi historial médico y me hace algunas preguntas sobre mi embarazo.
—Mi nombre es Estefany Grey y soy obstetra con más de veinte años de experiencia —se presenta mientras se coloca los guantes—. Primero, vamos a verificar si hay latidos del corazón —asiento nerviosa—. Quiero descartar cualquier posibilidad de un embarazo ectópico.
Aprieto la mano de Alice. La tensión en la habitación es palpable mientras la doctora Grey continúa con el examen.
—Esto estará un poco frío —advierte la doctora mientras aplica gel en la parte baja de mi abdomen y coloca un monitor frente a nosotros.
Mis ojos se fijan en la pantalla del ultrasonido, ansiosa por escuchar los latidos del corazón de mi bebé. La imagen se ilumina y la doctora comienza a fruncir el ceño, moviendo el aparato suavemente sobre mi vientre. El sonido rítmico y suave de los latidos del corazón llena la habitación, y mi propio corazón se acelera de emoción y asombro. Sin embargo, algo parece estar fuera de lugar, como si los latidos estuvieran desincronizados.
—¿Todo está bien? —pregunto con temor, preocupada por la salud de mi bebé.
La doctora Grey toma un momento antes de responder, examinando cuidadosamente la pantalla del ultrasonido.
—Es un embarazo múltiple, señora Nikolaeva. Están esperando gemelos, dos fetos normales —anuncia finalmente.
Alice y yo nos miramos sorprendidas por la noticia.
Gemelos.
—¿Quiere que le imprima una imagen para que se la lleve? —ofrece la doctora Grey, notando nuestra expresión de asombro.Asiento emocionada, sin poder articular palabras en ese momento. La doctora Grey pulsa un botón y la imagen del ultrasonido se imprime, entregándomela.
—¡Felicidades! —nos felicita la doctora Grey con una sonrisa—. Tendremos que programar otra cita en aproximadamente cuatro semanas para realizar un seguimiento más detallado del desarrollo de los bebés.
—Gracias —respondo, emocionada y abrumada por la noticia.
Salimos del consultorio y nos dirigimos hacia el coche.
—Quiero dejar a Alexander —digo con determinación. Alice me mira sorprendida por mis palabras.
—¿Qué? —responde, con incredulidad en su voz.
—Él no quiere a mi hijo y yo... he estado esperando dos semanas a que se disculpe, pero no parece que vaya a hacerlo. Voy a llamar a Luca y me iré por mi cuenta.
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Fear to love [+18]
RastgeleAlexander Nikolaev no es solo un capo de la Cosa Nostra; es un hombre implacable, moldeado por la crueldad del mundo que lo rodea. Para consolidar su poder y evitar una guerra que podría destruirlo todo, Alexander accede a un matrimonio estratégico...