Fear to love [+18]

Capitulo 43

Khristeen

Mariya nos invitó a la fiesta de Fin de Año en su mansión. A pesar de que Alexander piensa que es extraño que ella haga este tipo de cosas, decidimos aceptar la invitación.

Cuando llegamos a la mansión de Maxim y Mariya, ella nos recibió con una gran sonrisa y nos dio la bienvenida a su fiesta de Fin de Año. Tomo a Hope de mis brazos. Hope sonríe al estar en los brazos de su tía, y Mariya le da un beso en la mejilla.

La mansión está decorada con luces parpadeantes y adornos festivos, creando un ambiente cálido y acogedor. Hay una gran variedad de comida y bebida para elegir, desde aperitivos hasta platos principales y postres deliciosos.

Mientras observamos a los invitados disfrutar, veo a mi madre y a Corinna acercarse. Mi madre parece contenta, pero no puedo evitar sentir una ola de disgusto al ver a Corinna. Ellas dos vuelven a ser amigas. O algo así.

-Hola, princesa -dice mamá, con una sonrisa.

Le devuelvo la sonrisa, aunque mis ojos están fijos en Corinna, tratando de mantener una expresión neutral.

Corinna sonríe, pero hay algo en su mirada que me irrita profundamente.

-Hola, Khristeen -dice, con un tono amigable. Luego se vuelve hacia Alexander-. Alexander.

-Corinna -responde Alex, asintiendo con la cabeza, manteniendo su compostura.

Ella me mira fijamente antes de hablar, su sonrisa parece una burla.

-Espero que estén disfrutando de la fiesta.

-La fiesta está maravillosa, Corinna. Mariya ha hecho un trabajo fantástico -le aseguro, esforzándome por sonar sincera mientras señalo con un gesto la sala llena de invitados felices.

Corinna parece detectar mi disgusto, pero mantiene su sonrisa.

-Me alegra que pienses así, Khristeen. Mariya siempre pone su corazón en estas celebraciones -dice, con un tono que me irrita aún más.

Me doy la vuelta, dirigiendo mi atención a Alexander, tratando de ignorar la presencia de Corinna.

-¿Quieres algo de beber? -le pregunto, deseando alejarme de esa conversación.

Alexander asiente, notando mi incomodidad.

-Sí, vamos a buscar algo -responde, tomando mi mano.

Nos dirigimos a la mesa de bebidas, dejando atrás a mi madre y a Corinna. Siento el peso de la mirada de Corinna en mi espalda, pero me esfuerzo por ignorarlo. Alexander me aprieta la mano.

Mariya, Alice y yo nos instalamos en una esquina, inmersas en nuestra conversación. Mientras tanto, mi esposo tiene a Víktor en sus brazos, conversando animadamente con Alessandro, Maxim y Anthony. A pesar de tener solo nueve meses, mi hijo parece disfrutar de la compañía de su padre y sus tíos, riendo y balbuceando con entusiasmo.

Desde nuestra esquina, observo a Alexander con Víktor. A pesar de la música y las risas que llenan la sala, puedo distinguir claramente la risa suave de Víktor. Alexander le susurra algo al oído, y Víktor responde con una risita contagiosa. La escena me llena de calidez y alegría al ver lo mucho que mi hijo adora a su padre.

Mientras tanto, Mariya y Alice comparten historias y anécdotas. Me río con ellas, pero parte de mi atención sigue centrada en Alexander y Víktor. No puedo evitarlo; la visión de ellos juntos, tan contentos y despreocupados, me llena de una felicidad indescriptible.

-Buenas noches -saluda Bella, entrando a la sala del brazo de Andrey. Detrás de ellos, Luca hace su entrada.

Todos los presentes se vuelven para saludar a los recién llegados. Bella luce radiante, su sonrisa ilumina la sala, y Andrey parece muy orgulloso a su lado. Luca, como siempre, tiene una expresión seria, pero hay un brillo en sus ojos que delata su alegría por estar aquí.