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Mark fue incapaz de controlar su acalorado cuerpo. Al volver al hotel Lee, recogió a Donghyuck y se apresuró a acercarse. El personal que lo reconoció corrió hacia la suite vacía, pero les hizo una seña con brusquedad.

'Esto vuelve loca a la gente'.

El olor de Donghyuck era cada vez más intenso. Olía a una rosa joven. A menudo olía a flores maduras. El número de omegas que conocía nunca era pequeño. Pero juraba que era la primera vez que olía esto.

Un aroma delicado pero fresco, como si él agua fría fuera joven. Incluso sin tocarlo, parecía sentir su piel húmeda en la punta de los dedos. Un olor que le hacía sentir el deseo de abrir con la punta de sus dedos un capullo bien cerrado. Incluso temblaba por tocarlo cuanto antes.

Mark, que se llevó a Donghyuck a la cama, lo tumbó y lo superpuso. Normalmente encontró sus labios y los besó con fuerza. Si alguien le hubiera dicho esta mañana que besaría a Lee Donghyuck, probablemente le habría llamado lunático. Pero ahora se moría por saborear la boca de Scarlett.

El hecho de que su relación con él no fuera tan buena ya se había limpiado en la cabeza de Mark.

¿Alguna vez había tenido tantas ganas de tener sexo? Tal vez no. Nunca se había sentido tan loco.

Era un alfa dominante y atleta, que estaba cansado de controlarse. Nunca había estado hambriento de sexo por su atractiva apariencia y condkdion física.

Él, que siempre estaba relajado sin importar el rival que tuviera delante, ahora era incapaz de controlar su apetito sexual como un adolescente torpe.

Mark siguió acariciando la desnudez de Donghyuck mientras éste le chupaba la lengua. Comparado con él, su cuerpo era delgado y estilizado, pero por todas partes tenía músculos sólidos. La mano de Mark frotó sin vacilar el pecho desnudo de Donghyuck. La piel firme y tersa tenía un sabor conmovedor.

Bajando la cabeza, chupando el duro pezón, Donghyuck se crispó con un grito. Pero Mark, que le agarraba por la muñeca, seguía mordiéndole los pezones. Se oyó un dulce gemido que estalló. Era increíble ver una carne tan dulce escondida bajo el uniforme de Rojo y Negro.

Donghyuck ya estaba derramando fluidos cuando se quitó los pantalones. Estaba claro que Mark sentía un pellizco. Tenía una sonrisa silenciosa en la boca.

Cuando se quitó los calzoncillos empapados, quedó al descubierto un pene de color limpio. Era de un color que quería meterse a la boca y lamerlo como un caramelo, como si tuviera un límite rojo y rosa. Mark pensó en probar a Scarlett una vez que le hubiera dado la oportunidad. No tenía la afición de chupársela a loa hombres, pero quería hacerlo porque el olor de este hombre era muy atractivo ahora.

Donghyuck no tardó en ponerse en marcha. Su pene rojizo derramó semen. El semen salpicó sin piedad el moreno y bajo vientre. Fue un espectáculo terriblemente colorido. El libido de Mark estaba en su apogeo.

—Huh... ha...

Donghyuck, que apenas había recuperado la cordura tras la situación, consiguió abrir los ojos. Entonces, los ojos del espectador eran lo suficientemente azules como para resultar fríos. Mark lo miró y sonrió cariñosamente.

—Ahora empiezas a despertar...

Parpadeó en silencio. Parecía que la situación aún no estaba bien determinada. La expresión de Donghyuck, que ponía los ojos en blanco, se volvió extraña de repente. Las cejas de Mark se alzaron.

—Oye, Scarlett, ¿Estás bien?

Fue entonces cuando Mark intentó apartar el cabello mojado de Donghyuck.

the red and the cold│𝗺𝗮𝗿𝗸𝗵𝘆𝘂𝗰𝗸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora