the red and the cold│𝗺𝗮𝗿𝗸𝗵𝘆𝘂𝗰𝗸

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Escándalo sin precedentes

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Cuando Donghyuck salió del apartamento de Mark, había un claro arcoíris en el cielo mientras dejaba de llover. Si este momento fuera una película, tendría un fondo ridículo. Un hombre mojado y alborotado que casi tenía una erección. Era un aspecto desaliñado para pasear por la ciudad a plena luz del día.

Caminaba sin rumbo entre la gente que hacía fotos.

A medida que avanzaba, fue la terminal de autobuses la que le llamó la atención. Mientras el viento empujaba al interior, pagó los billetes arrugados y recibió un billete a Pittsburgh. El autobús de Greyhound se retrasó más de tres horas sin previo aviso. Tardó 12 horas en llegar. Cuando abrió la puerta principal con el cuerpo ya seco tras mojarse por la lluvia, había pasado medio día y la noche profunda.

Hacía frío en la habitación a pesar de que el día había sido tan caluroso. Estaba muy vacía, incluso teniendo en cuenta que llevaba así varios días. Los muebles eran una cama y un armario, no había rastro de una persona en una habitación sin televisor, como si el dueño fuera a mudarse inmediatamente.

Era la tercera casa en la que firmaba un contrato después de terminar el instituto. Cuando firmó su primer contrato en Chicago, su salario era muy bajo. Los contratos de entrada para novatos menores de 25 años tenían un plazo y una cantidad fijos. Compartió habitación con su compañero de los Blue Tigers durante mucho tiempo, pero pronto el jugador quedó libre y Donghyuck fue enviado a los Red Falcons. Incluso después de decidido el intercambio, hubo muchas dificultades. Le costó encontrar una casa para volver a vivir en Pittsburgh, ya que su equipo cambio de ciudad cuando él acababa de conseguir una.

En la que vivía ahora es una casa antigua que le regaló el representante de la agencia. En su momento, pensó en ella como residencia temporal y firmó un contrato, pero de algún modo acabó viviendo lejos. En un principio, los agentes intentaron encontrar una familia entera para ocuparla, pero no era adecuada para Donghyuck, un joven soltero, porque era espaciosa. La mayoría de los jugadores solían comprar apartamentos en el centro de la ciudad, hacerse fotos haciendo ejercicio en la sala de entrenamiento y colgarlas en SNS, pero eso estaba lejos de Donghyuck. Era el capitán del equipo y había tenido una temporada segura, pero seguía sin poder relajarse. Era imposible deshacerse por completo de la preocupación de no saber cuándo tendría que volver a moverse.

Después de ducharse, se tumbó en la cama. La fría manta olía a polvo ligero. Pero no podía atreverse a limpiar la habitación.

El verano en Chicago era caluroso y, tras la lluvia torrencial, el calor aumentaba en la carretera. Por eso, el conductor del autobús no apagó el aire acondicionado hasta la puesta de sol. Fue una desgracia para Donghyuck, que no se encontraba muy bien.

Su cuerpo exhausto empezó a entrar en calor.

—Uh...

Donghyuck dejó escapar un gemido inexplicable. Le temblaban los brazos y las piernas caídas. Todo su cuerpo le dolía como una paliza. Pensó que hacía frío hace un rato, pero ahora tenía ganas de tirarse de nuevo al agua helada.

No podía ser un simple resfriado.

Podía sentirlo. Aquellas feromonas que se estabilizaron al ver a Mark hace medio día, empezaron a desbordarse de nuevo.

—Huh...

Una habitación vacía y sin muebles en ella por la ansiedad de no saber cuándo volvería a mudarse. Un gemido doloroso se extendió por el espacio solitario y desolado. Se sintió entumecido y enfermo como si alguien le hubiera prendido fuego en el bajo vientre. Era un dolor como el de un monstruo hambriento mordisqueando la carne de su estómago. Donghyuck estaba sollozando un poco antes de darse cuenta.