the red and the cold│𝗺𝗮𝗿𝗸𝗵𝘆𝘂𝗰𝗸

🌻│12

—... No lo necesito, esta mierda.

Donghyuck, que se frotaba el dorso de la mano, salió apresuradamente del coche. Apartando la vista de la parte trasera, Mark sonrió, sujetando el volante. Esta situación era muy divertida. ¿Quién le iba a decir que llegaría un día en que le daría su contacto directo a un niño tan feo? En fin, la vida era algo que había que vivir durante mucho tiempo.

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Mark, que llevó a Donghyuck a su hotel, regresó a un piso alte de la calle Randolph en vez de a un hotel. Se tumbó en la cama en cuanto terminó de ducharse. Como el vigoroso impulso sexual se vio obligado a ponerlo a descansar mediante el uso de drogas, las secuelas fueron inevitables. Es un alivio que el horario de la temporada haya terminado, de lo contrario habría sido bastante difícil. Mark durmió como un muerto hasta la mañana siguiente.

El sueño que tuvo esa noche surgió de repente. Le dedicó unas palabras desagradables, lo desnudó de inmediato y lo mordió de la boca a los pies. Con los labios teñidos de rojo hasta las lágrimas, cometió otro arrebato de grosería. Fue una emoción de placer sin igual.

Mark, que se vio obligado a despertarse al oír el sonido del teléfono, suspiró tras sentir su pene erecto desde la mañana. Además, la ropa interior ya estaba mojada. Pero no le gustó el contenido del sueño de anoche. No podía creer que fuera alrededor de Lee Donghyuck.

'Ya veo, eso es lo que puedo pasar desde ayer.'

Se despertó con cara de mal humor y consultó el teléfono. Había muchos mensajes perdidos mientras dormía. Colgó el teléfono irritado.

Debe de ser de casa.

Es cierto que anoche no contestó a la llamada de su padre. ¿Tanto debe molestarle? No le importaba no poder ver a su hijo adulto durante uno o dos meses. Mark borró bruscamente los registros telefónicos. Pero antes de colgar el móvil, volvió a llamar. Acabó cogiendo el teléfono disgustado.

—Hola.

Pensó que era alguien de la familia, pero la identidad de la otra persona al teléfono le sorprendió.

—Soy yo, Lee Donghyuck.

Mark, que estaba a punto de dirigirse al baño, se detuvo. Le dijo que se pusiera en contacto con él, pero en realidad no sabía si lo haría.

—¿No me has llamado demasiado pronto? ¿Necesitas ya un alfa?

Ante la broma de Mark, el contrincante guardó silencio un momento, luego continuó con voz tranquila.

—¿Dónde estás ahora? ¿En el hotel de ayer?

—En mi casa. ¿Qué pasa?

—¿Te refieres al apartamento del Palace? En la cale Randolph.

—¿Eres mi acosador? Estás muy interesado en mí. Sabes dónde vivo.

—Estaré allí. Mírame ahora.

Donghyuck cortó fríamente las bromas de Mark en vez de seguirle el juego. ¿Iba a venir ahora? Mark miró el reloj. Todavía no era más que mediodía. ¿Qué demonios estaba pasando esta mañana?

—... Sube a la quinta planta. Llamaré al conserje.

—Entiendo, de acuerdo.

Donghyuck colgó en cuanto terminó el asunto. Mark se quedó quieto un momento, con el teléfono parpadeando al terminar la llamada.

'... ¿Qué demonios está pasando?'

El timbre sonó una vez Mark salió de la ducha. Lee Donghyuck estaba de pie frente a la puerta cuando la abrió.