the red and the cold│𝗺𝗮𝗿𝗸𝗵𝘆𝘂𝗰𝗸

🌻│30

La respiración suave y regular sustituyó la respuesta. No había pasado mucho tiempo desde el título de la película y ya se estaba quedando dormido. Mark miró la cara de Donghyuck con una sonrisa.

No tenía necesidad de entrenar al aire libre, por lo que no había signos de quemaduras solares en su piel. A Mark le ocurría lo mismo, pero las mejillas de Donghyuck estaban excepcionalmente limpias. No era como en su juventud, cuando siempre llevaba un pequeño rasguño, quizá la manifestación tardía le afectó. La capacidad física de un alfa es muy superior a la de los omegas, pero la velocidad de recuperación de las heridas no podía seguir el ritmo de estos últimos. Era un producto natural de la evolución para garantizarles un futuro sano y salvo. Mark tocó ligeramente cerca de la frente, donde probablemente se esperaba que hubiera una cicatriz. La misma, que ahora estaba oculta por el pelo suelto, podría haber cicatrizado ya limpiamente si hubiera sido reciente, pero era un poco decepcionante.

El hombre que se durmió apoyado en sus brazos estaba sonrojado bajo los ojos. Había un ligero olor a rosas frescas en su piel ligeramente enrojecida. 'Estúpido, no puedes mantener tus feromonas bajo control'. Mark refunfuñó, pero no podía deshacerse de la extraña sensación que tenía en su interior.

Desde que se hicieron adultos, siempre hubo una tensión invisible entre los dos. Donghyuck siempre permanecía con un rostro frío y rígido cuando lo miraba. Como un hombre siempre perseguido por algo, un jugador en el último partido de los Juegos Olímpicos de Invierno.

Ver una cara tan cómoda por primera vez en mucho tiempo le hizo recordar el pasado.

En ese entonces sonreía mucho.

De niño, Donghyuck era un niño con un lado bonito. Debido a su carácter tímido, hablaba muy poco, pero siempre se mostraba cariñoso y sincero en todo momento. Estrictamente autocontrolado como lo es ahora, pero entonces su disposición natural era más ingenua que testaruda. Entres los tipos alfa que tenían egos inútilmente enormes, su mirada, que no se dejaba lleva por las distracciones y sólo se centraba en el entrenamiento, era mucho más entrañable. La invisible batalla por los rangos que caracterizaba a los hombres y la vaga rivalidad entre alfas también quedaban lejos de él. Fue Donghyuck quien elogió con franqueza el talento de Mark.

—Markie, ¿Cómo va tu rehabilitación?

—No quiero que te enfermes.

—Te envidio. Tienes talento y las ganas de trabajar más que nadie.

Aquella cara, sonriente con las mejillas coloradas mientras se quitaba el equipo de protección, pasó por su cabeza como si hubiera sido ayer.

... Qué pensamientos más inútiles.

Sacudiendo la cabeza, se levantó de su asiento. Dudó un momento, puso la mano bajo el brazo caído de Donghyuck y lo levantó. El cuerpo de un adulto bien entrenado pesaba considerablemente, pero pudo llevarlo al dormitorio sin mucho esfuerzo.

Lo dejó dormido en la cama y se levantó con la cabeza gacha. Donghyuck se durmió sin moverse. Es una evolución asombrosa en comparación con la primera vez que llegó a esta casa y estaba vilo. Mirando por un momento aquel rostro sereno, suspiró suavemente. El enfado por la pelea de hoy con su padre se había calmado.

El aprecio de Changwook por el jugador llamado Lee Donghyuck era bastante complejo. Su padre parecía sentir lástima por Donghyuck, cuyo talento empezó a florecer tras el intercambio, y también odiaba que su equipo le hubiera arrebatado el campeonato. En pocas palabras, se trataba de sentimientos similares de amor y odio hacia un jugador que ya se le había ido de las manos. Tal duplicidad podía encontrarse incluso en Mark. Tristeza, melancolía, odio, añoranza. Las emociones que habían permanecido largo tiempo en el armario de su conciencia se vertieron de golpe.