XXXIV

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ROBIN ARELLANO

Brooke entro a la escuela sin detenerse a mirar a aquellos que murmuraban cosas sobre ella, ya era algo de lo que estaba acostumbrada y aunque no admitia que le afectaba, si lo hacia

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Brooke entro a la escuela sin detenerse a mirar a aquellos que murmuraban cosas sobre ella, ya era algo de lo que estaba acostumbrada y aunque no admitia que le afectaba, si lo hacia. Odiaba que la gente la señalara con el dedo y se rieran de ellas a sus espaldas, o mas bien en su cara.

Suspiro por decima vez al ver dibujo de alguien que se habia tomado la molestia de dibujarla junto a un miembro masculino, pegado en su mesa banco, arrugo en papel para lanzarlo al bote de la basura. Lanzo una mirada furiosa a unas chicas detras de ella que sonreían burlonas empujando su lengua a su mejilla y haciendo un gesto con su puño. Las ignoro pensando que asi pararian.

Brooke dibujaba o simplemente se recostaba en su mesa, no le interesaba poner atención. Ella solo iba por obligacion a la escuela, aunque siempre obtenia buenas calificaciones.

— Los equipos seran con quien compartan mesa— Dijo la profesora.

Brooke miro a su lado, nunca nadie se sentaba junto a ella por lo que sabia que de nuevo haria el trabajo sola, aunque no le molestaba.

— Robin... Ya que estas solo puedes incluirte con la señorita Brooke— La chica maldijo mentalmente.

— Ten cuidado Robin, que puede transmitirte una enfermedad sexual— Las carcajadas sonaron por todo el lugar con el comentario que uno de sus compañeros habia soltado, Brooke apreto sus labios conteniendo las ganas de llorar y golpear a quien haya dicho eso y peor aun, que la profesora no le haya llamado la atencion.

Robin se sento a su lado en silencio, realmente los dos no sabian como entablar una conversación, pocas veces habian cruzado palabra y ambos eran algo timidos.

— ¿Que contestaste en la pregunta dos?— Fue lo primero que se le vino a la mente. Ella no respondio, solo le tendio su libreta.— Creo que es el inciso B—

— Ah, ¿estas seguro?— Pregunto ella.

— No— El solto una leve risa tratando de animar el ambiente.

— Creo que es correcto— Murmuro ella. El festejo en un susurro haciendola sonreír levemente.

— Oye... ¿Podrias guardar mi bandana en tu mochila?— Dijo el.

— Ahh claro— Respondio extrañada.

Unos susurros detras de ella la hicieron girar para ver a las mismas chicas hablando de ellos mientras sonreian burlonas.

— Si le sigues tomando importancia nunca dejaran de molestar— Ella giro a verlo.

— No lo hago—

— Lo haces... aunque no quieras admitirlo sabes que te importa lo que los demas piensen de ti— Ella miro hacia un punto fijo en el suelo.

— ¿Y tu no?— Pregunto sin mirarlo.

— Desde hace mucho me dejo de importar la opinion de los demas... Nadie sabe una mierda de tu vida, excepto tu. Y mientras tu sepas quien eres, al carajo todo y todos.— Ella sonrio.

— No soy lo que dicen...— Murmuro ella despues de un silencio.— La gente dice que soy una golfa, pero ni siquiera he dado mi primer beso— Solto una risa sarcastica.

— Lo se— Ella lo miro sorprendida.

— ¿Como que lo sabes?—

— Nunca crei esos rumores, porque es lo que son... Nadie lo ha comprobado y aunque fuera asi, nadie tiene derecho de opinar sobre tu vida ni cuestionarte el porque o como haces algo— Ella lo miro con ternura.

— Creen que soy una zorra por hablar contigo— Murmuro incomoda.

— ¿Y porque no piensan que yo soy mujeriego? ¿Porque todo tiene que ser en contra de las chicas? en cambio si me ven con cada chica diferente creen que es algo de mantenerse orgulloso... Es una completa mierda— Dijo con molestia.

— Lo es... Pero supongo que ya me acostumbre— Sonrio con tristeza.

— No deberias... Escucha, cualquier cosa que lleguen a hacerte, decirte no importa. No dudes en decirmelo, estare para defenderte y cuidarte— El sonrio con ternura al ver el rostro sonrojado de ella.

— Eres el primero que me dice algo lindo en... Todo el año que llevamos aquí— Ambos rieron levemente.

— Me hiciste entrar en confianza muy rapido... Casi nunca hago eso— Ambos sonrieron.

— Que afortunada— Dijo ella.

El timbre de clases sono indicando que la clase habia terminado.

— Robin... Gracias— Dijo ella antes de salir del aula.

— Es todo un placer— Sonrio el contagiandola.




[...]


Oye, deje mi bandana en tu mochila ¿Crees que podremos vernos para que me la devuelvas?— Pregunto por el telefono Robin.

Cierto, lo olvide... Claro— Respondio ella.

— ¿Te veo en el parque Sidny en una hora?— Pregunto el.

Claro, haya te veo— Sonrio ella.

De acuerdo— Solto una risa.

Robin sonrió emocionado al lograr su cometido, intencionalmente habia "olvidado" su bandana para tener la excusa de volver a verla, porque esa platica habia sido el pequeño empuje que habia tenido con la chica de la que el estaba flechado y aprovecharia cualquier oportunidad para estar cerca de ella, justo como lo habia echo horas atras.


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   regina_george_bitch

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐑𝐎𝐁𝐈𝐍 𝐀𝐑𝐄𝐋𝐋𝐀𝐍𝐎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora