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Frida siempre habia sido la chica mas rebelde de la escuela, eso le habia atraido a Robin porque ni siquiera se esforzaba en parecer dulce y delicada como ciertas chicas lo hacian, ella era simplemente como le gustaba ser. Ella y Robin eran catalogados como los rudos pero nunca habian mantenido una conversación (por mas que Robin lo quisiera) pero no podia evitar ponerse nervioso ante la presencia de ella, aunque compartieran mesa en el salon de clases.
Justo habia entrado como siempre lo hacia, con su mirada al frente y con seriedad lo que le parecía increíblemente atractivo a Robin, se sento a su lado sintiendo una rapida mirada sobre el para despues desviarla.
— Frida, ¿estas poniendo atención?— La voz del profesor capto la atencion de su compañera de un lado, quien se miraba bastante ocupada con una revista entre sus manos despues de unos minutos.
— Ah, no la verdad no— Contesto despreocupada.
— Entregame esa revista, no esta permito tener distracciónes en el salon de clases— Se acerco a ella.
— Literalmente no estamos haciendo nada... Solo vemos como come usted— Le hizo una mueca.
— Tienen que hacer una actividad... Robin explicale cual pagina es— La mirada de ambas fue a el.
— Ah, lo siento... Yo tampoco la estaba haciendo— Dijo con algo de vergüenza, se la habia pasado pensando en Frida que no habia puesto atención. A su lado ella solto una risa nasal.
— Dame esa revista...— Se la arrebato de las manos con brusquedad rompiendo su portada.
— Mira lo que hiciste, ¡Viejo pendejo!— Alzo la voz ella, por dentro Robin carcajeo al entender perfectamente lo que ella habia dicho.
— No te entiendo nada— Hablo confundido el profesor.
— Que eres un imbecil, rompiste el regalo de mi papá— Tomo el pedazo roto.
— Modera tu vocabulario, eso no es de una señorita—
— Tengo mas huevos de los que tu tienes— Volvio a decir ella.
— Frida, eres muy inteligente y tienes muy buenas calificaciones... Pero tu mayor defecto es que eres muy vulgar y rebelde— Miro asqueado a la chica causando el enojo de Robin.
— ¿De que hablas? No tengo defectos— Pregunto extrañada ella.
— Cierra la boca de una vez y haz lo que te pido— La avento com brusquedad a la silla haciendola caer.
— ¡Tenga mas cuidado, si quiere respeto, usted también téngalo!— Se levanto Robin de su asiento haciendo al profesor girar.
— ¡Es una vulgar y maleducada! Callate tu tambien Arellano o los dos estaran castigados— Los señalo.
— Hagalo, no es como que me importara mucho— Lo reto la chica.
— Gracias— Dijo Robin en un susurro sarcástico.
— A detención, los dos— Les abrio la puerta bajo las miradas de todos.
— Ni aguantas nada, anciano— Tomo sus cosas para pararse frente al profesor.
— Ya vayanse—
— Usted da la peor clase que he tomado en mi vida—
— Y tu eres la mas vulgar y desagradable persona que he visto en mi vida—
— Ah, desagradable— Rio con ironia ella— Estupido infeliz, por eso a nadie le cae bien... Adios bastardo— Se despidio ella para salir del salón.
— Tu vas con ella tambien Arellano—
— Pero... Bien— Murmuro lo ultimo para salir de ahi siguiendo a Frida.
Camino por el largo pasillo mirando a Frida mas adelante de el, no estaba molesto solo le parecía injusto el que a el tambien lo hayan castigado incluso le parecia mas molesto el como el profesor habia ofendido a Frida.
Ambos entraron en silencio a la habitación en la que no habia ningun maestro.
— Lo siento por... arrastrarte a esto— Se disculpo Frida despues de unos segundos en silencio.
— Esta bien... Supongo que limpiar el patio es mejor que entrar a la aburrida clase del señor Wilson— Se encogio de hombros.
— ¿Estas molesto?— Pregunto ella.— Nunca hemos hablado y el haberte metido en problemas...—
— No lo estoy— La interrumpio— Ademas el profesor te dijo cosas feas—
— Es un imbecil... Hare que mi papá lo despida— Robin miro sorprendido a ella dejando una sonrisa en su rostro.
— ¿Puedes hacer eso?— Rio el.
— Lo pude haber echo desde antes... Mi papá es la mano derecha del director— El asintio entendiendo.
— Fue gracioso ver la cara del profesor cuando lo insultaste— Recordo aquello soltando una risa.
— ¿Si entendiste todo lo que le dije?— Lo miro sorprendida.
— Tambien hablo español, al parecer lo pronuncias muy bien— La alago.
— Entonces entiendes lo que digo— Dijo con una sonrisa.
— Cada palabra, como el que tienes mas huevos que el— Ella carcajeo al escucharlo.
— Es un imbecil... ¿O no?—
— Completamente—
— Me caes bien, Arellano—
— A mi tambien, Perez— Contesto igual con una sonrisa.
¿Quien diria que por un castigo ambos latinos terminarian siendo pareja?
