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Los zapatos de Astrid resonaban por la desolada calle de esa tarde junto a su agitada respiración, habia estado al menos diez minutos tratando de perder a aquellas personas, no sabia si el sudor de su frente se debía a los nervios que sentia o al terrible calor que hacia esa tarde, su adrenalina estaba al tope lo que la hacia temblar de sobre manera, giro su mirada hacia atras para ver que seguian siguiendola por lo que siguió corriendo lo mas que sus piernas le permitieron.
Llego a un callejon sin salida creyendo que era la última opción que tenia, si seguia corriendo probablemente la atraparían por lo que se refugió detras de un contenedor de basura.
— ¿Donde estas, imbecil?— Canturreó Lisa. Astrid apreto sus ojos al escucharla.
— Sabemos que te metiste aqui, si no sales iremos por ti— Dijo Amber.
Los ojos de Astrid se llenaron de lagrimas, no queria que volvieran a intimidarla y golpearla como varias veces lo habían echo, pero sabia que no habia escapatoria. Se levanto del suelo para verlas con unas sonrisas en sus rostros, disfrutaban ver el miedo en ella.
— Te juro que no fue mi culpa que te reprobaran, Lisa— Las dos chicas se acercaron a Astrid, quien al ser mas bajita se sentia indefensa.
— ¿Fue tu venganza no?— Contesto ella con cinismo.
— No, no, no te juro...— Calló al sentir como Lisa jalaba de su cabello con fuerza.
— Te vas a arrepentir de haber echo eso— Contesto Amber para empujar a Astrid al suelo con dureza.
— Por favor Lisa, no hagas esto— Suplico Astrid sintiendo las lagrimas caer por sus mejillas.
— ¡Hey!— Las tres giraron al ver a Robin Arellano acercarse a ellas— ¿Todo bien?— Pregunto viendo a la chica en el suelo.
— Claro, solo se cayó y la ayudabamos a levantarse— Ambas levantaron a Astrid con brusquedad haciendo fruncir el ceño a Robin— ¿Verdad As?— Sonrio con falsedad Lisa.
— Dile... Dile que tropezaste y caiste— Amber pellizco la espalda de ella haciendola soltar un pequeño brinco.
— Si... Si, eso paso— Dijo ella con voz temblorosa viendo al suelo.
— ¿Y porque llora?— Pregunto de nuevo Robin.
— Las caidas duelen— Lisa y Amber rieron con falsedad, Robin tambien reia con ellas dejando a Astrid confundida.
— ¿Saben? No les creo ni una mierda— Contesto Robin, ellas dejaron de reir al ver el semblante de el.— Ahora... Larguense y den gracias a que son mujeres porque si no habría echo lo que ustedes planeaban hacerle a ella— El rostro de ellas cambio a uno de temor, sabian de lo que Robin era capaz y por ningún motivo querian provocarlo.
