Capitulo 25

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Llegó el momento.
Último adiós a mi abuela, a la mujer que durante toda mi vida fue la persona que me demostró el amor más puro y desinteresado . La persona que me enseñó lo que es el  respeto.

Papa nunca mas estará solo en el cielo, pero cada persona que se va me deja un trocito menos en el corazón. Aún estoy intentando sanar el vacío que dejó papá y ya tengo otro que sanar.

Pierre vuelve a quedarse apartado de todo mientras el entierro sucede. 
Lo veo de lejos en una zona donde nadie pueda notar su presencia, pero así es el, quería que sintiera que estaba aquí para mi.

Una vez todo ha acabado y la gente se ha despedido de nosotros Pierre se acerca hacia mi familia.

Me abraza y me retira las lagrimas que bajaban por mis mejillas.

-¿Quieres que nos vayamos ya? - me susurra el.
-Un momento, me gustaría despedirme de mi padre antes. - le digo - ¿me esperas en el coche?
-Claro que si - me dice- no tengas prisa bonita.

Pierre se va y me despido de mi familia, solo quedamos mamá y yo que vamos a ver a papá.
Hace un año que no había venido aquí...
No me gusta venir y verlo aquí, mamá viene todas las semanas pero yo no soy capaz de aguantar más de un minuto viendo su foto en esa lápida.

-¿Vamos Ángel? - dice mamá en unos minutos.
Le sujeto la mano y salimos del cementerio donde Pierre nos está esperando apoyado en el coche. Dejo que mi madre vaya de copiloto dándole las indicaciones a Pierre porque no me siento muy bien para hablar, aunque creo que Pierre comienza a saber cómo moverse por aquí.

Varias horas después ...

-Angel - me llama mamá - yo me voy a ir ya a mi casa.
-Vale mamá no te preocupes - le digo yendo a la cocina que es donde está.
-¿tenéis ya los vuelos a Italia? - pregunta ella.
-No lo se - le digo - Pierre ¿puedes venir?
Veo a Pierre aparecer por la puerta de la cocina con mi gata tomada. Que monos.
-Dice mi madre que si tenemos los vuelos.
-Si, salimos mañana por la mañana - contesta en francés.  - si la señorita no cambia de planes - le dice a mi madre.
-Seguro que no - le dice ella - Pierre me alegro mucho de conocerte y espero verte más a menudo, tenemos que hacerte una bienvenida española como dios manda - le comenta ella en francés.
-Podéis dejar de hablar en francés que no me entero- les digo yo con mis manos en mis caderas.
-No seas mentirosa, entiendes el francés a la perfección - me contesta mi madre en francés otra vez. - aprovecha este descanso en Italia y no seas tonta y no dejes escapar a Pierre - me dice ella para que Pierre no entienda nada en español.

Despido a mi madre con un abrazo y prometo llamarla mucho cuando esté en Italia.

-Voy a tener que aprender español si quiero saber de que habláis tú madre y tú - dice él llegando a mi lado y poniéndose entre mis piernas ya que estoy sentada en el taburete de la isla de cocina - es muy gracioso ver a tu madre hablarte en francés y tú contestar en español.
-No es tan gracioso cuando lo hace delante de todo el mundo - le digo poniendo mis brazos en su cuello.
-Así podríamos ser tú y yo - dice el acariciando mi mejilla -tengo muchas ganas de ir a Faenza y que conozcas mi casa.
-Y yo tengo muchas ganas de ir - le digo mientras me acerco a él y beso sus labios.
Nos separamos y me sonríe.
Vuelvo a acercarme a sus labios y vuelvo a besarlo, esta vez con mayor intensidad, no me harto de sus labios.
Pierre baja sus manos hacia mi culo y me sujeta fuerte mientras me abre lentamente las piernas con su rodilla.
Suelto un pequeño gemido que se ve callado por su boca. Me separo de él y me lanzo a besar su cuello, Pierre aprovecha y mete sus manos por debajo de mi camiseta.
-Me pones mal - me dice en un susurro para volver a juntar nuestros labios.
Sus manos siguen el recorrido por mi cuerpo y me quita la camiseta. Acaricia mis pechos por encima de mi sujetador y vuelvo a gemir.
Esta vez soy yo la que baja mis brazos y se deshace de su camiseta.
Paso las yemas de mis dedos por su marcado abdomen y siento como su piel se pone de gallina.
-Tú si que me pones mal - le digo separándome de sus labios- ¿vamos? -le digo mirando hacia el pasillo que lleva a mi habitación.

Pierre no me contesta pero me sujeta por el culo y enlazó mis piernas en su cuerpo. Entramos a mi habitación y me deja en el suelo sin separar mis labios de los de el. Nos giro y comienzo a empujarlo en dirección a la cama. Pierre choca contra la cama y se sienta en ella.
-Creo que estos pantalones me comienzan a molestar - me dice mientras lleva las manos a mi pantalón y me lo comienza a bajar.
Lo tumbó en la cama y me voy subiendo encima de él pasando por todo su cuerpo. Llego a su abdomen y dejo pequeños besos por este, Pierre suelta un pequeño gemido y me es imposible contener la risa.
-No te rías, porque cuanto más risas más vas a sufrir - me dice el sujetándome y dándonos la vuelta dejándome a mi en la cama.
Comienza a besar mi abdomen y siento como su mano acaricia mi monte de Venus por encima de la ropa interior.
Esta vez soy yo la que miro y Pierre el que ríe.
-Quien ríe último, ríe mejor - dice Pierre a la vez que de un tirón rompe mi ropa interior.
Comienza a acariciar y estimular mi zona más sensible.
-Si sigues así me vas a matar - le digo comenzando a acariciar yo por encima de su bóxer.
Pierre se impulsa y se los quita, me mira y me sonríe.
-¿Preparada? - me dice besando mi cuello.
-Siempre estoy preparada para ti - le digo para notar al momento como entra de golpe en mi.
Suelto un pequeño grito que Pierre calla con sus besos.
Comienza a moverse más rápido mientras no se deja ni un rincón de mi cuerpo sin acariciar.
Algo pasa por mi mente y lo obligo a quedar debajo mío. Comienzo a acelerar el ritmo y noto como Pierre comienza a tensarse , me sujeta de las caderas y empuja de ellas hacia abajo a la vez que yo las muevo, haciendo así que entre más afondó en mi.
Comienzo a hacer pequeños círculos con mis caderas y Pierre echa su cabeza hacia atrás.
-No creo poder aguantar mucho más si sigues así - me dice el entre gemidos.
No necesito nada más para saber que tengo que hacer, acelero el ritmo y noto como se deba llevar.
-¿Quien ríe ahora? - le digo yo besándolo.
Nos gira quedando el encima mío.
-Esto no acaba hasta que tú termines - me dice el levantando una de mis piernas hacia su hombro, haciendo así que pueda notarlo mucho más profundo en mi y me haga llegar en unos pocos minutos después.
Nos separamos riéndonos y me abraza.
-Creo que necesitamos una ducha - me dice quitando el pelo que se me había pegado en la cara con el sudor.
-Crees bien - le digo - ¿ahorramos agua?
Pierre me mira con una ceja levantada y yo me levanto de la cama desnuda y entro al baño.
-No te voy a esperar todo el día - le grito desde dentro mientras escucho como viene hacia mi. 

El segundo round solo acaba de comenzar ...

CUESTIÓN DE VELOCIDAD. Pierre GaslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora