30 - Anya Holloway

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Me he puesto tan nerviosa cuando me ha atrapado que casi me tropiezo de espaldas. Lo que me falta es romperme un pie esta noche también. Combo completo, sin duda.

—No tan rápido, señorita. —Su mirada intimidante se acerca a la mía, baja hasta mis labios y me levanta el rostro sujetándome la barbilla con una mano.

Debe estar loco de remate si piensa que voy a corresponderle el beso. Lo empujo presionando mis manos contra su pecho, aunque no consigo moverlo ni un centímetro. Luego, alza una ceja que me deja en evidencia cuando, en lugar de besarme, restriega el pulgar por debajo de mi mentón y me lo enseña manchado de restos negros del maquillaje que murió en el baile de graduación.

—Relájate, chica —me dice con un tono de molestia antes de soltarme y señalar su brazo—. Y agárrate a mí o no entrarás en esta fiesta ni teniendo cuarenta años.

Me siento ofendida, otra vez. No, la verdad es que es este chico el que me irrita desde que lo conocí.

—Por si se te ha olvidado, mi nombre es Anya.

—Pues relájate, Anya Holloway —repite poniendo los ojos en blanco.

—¿Hay escaleras? —pregunto al pasar de largo de camino al ascensor que conecta con la terraza.

Niega con la cabeza y se me escapa una diminuta sonrisa maliciosa. Ya dentro, me doy la vuelta mientras pulso el botón de la última planta y lo observo desafiante.

—Entonces, tendrás que esperar un poco, Kailen Harper.

Desconozco el momento en el que ha comenzado nuestra guerra o si soy la única que lucha a solas. Sin embargo, es tan divertido verle la cara de conmoción cuando corre al ascensor para no quedarse fuera que, al no conseguirlo y cerrársele las puertas en los morros, me veo obligada a inclinarme de la risa. Por un instante, lo que tarda el ascensor en subir nueve plantas, me duele el estómago de reír y no de llorar.

©Si nos volvemos a ver (SINOSVOL) (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora