Feliz domingo, zorritos!
Lamento el retraso, pero ando con visitas en casa y ya saben cómo eso puede consumir tiempo propio. Mi mente es un caos últimamente con una respuesta que no llega y odio la incertidumbre, no es algo con lo que sepa lidiar bien. Espero esto se resuelva pronto.
Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final!
Xoxo,
Sofi
***
Respira.
Rajnik dejó que el vapor llenara sus pulmones y su cuerpo junto con el aroma de aceites y sales. No había nada como un baño caliente para olvidar las pesadillas pasadas. Era libre. La bañera era una trampa que podía controlar, una caja sin tapa. Y el agua era agradable y limitada. Su piel le agradeció el cuidado.
No más que una simple ilusión, un juego de niños que podía manipular. El mar no era así. La sal le había quemado los pulmones entonces, y respirar no había sido placentero sino imposible. Resultaba patético. Alguien como ella, jugando a controlar su miedo de ese modo.
Su cabeza cayó hacia atrás, el agua tibia cubriendo la mayor parte de su cuerpo. La noche la estaba llamando, la oscuridad tratando de seducirla. Cerró los ojos, solo enfocándose en los olores y sensaciones contra su piel. Nada más y nada menos. De esa manera su mente estaba en silencio. Había sido un día largo, eso era todo.
Cogió una copa y bebió un poco de vino. El alcohol también ayudaba. Las noches sin luna no eran fáciles. La primera vez que se había cortado el cabello había sido durante una noche sin luna también. Había llorado entonces, intentando entender qué había hecho para merecer ese castigo mientras su madre cortaba todo.
—Nada, Rajnik. No has hecho nada. Pero el enemigo es capaz de hacer cosas horribles a niñas hermosas como tú —dijo ella con los ojos llenos de lágrimas—. Así que tendrás que ser un buen niño mientras esto dure.
Rajnik no entendió entonces. Ella había fallado, esa era la única razón. Estaban huyendo de su pueblo natal, su padre detrás para defender algo imposible. Él había dicho eso, mientras lloraba y se despedía del modo más dulce posible. Rajnik ahora sabía que su padre había elegido enfrentar la muerte para ganar algo de tiempo para que ellas y el resto de los aldeanos escaparan.
Nadie que se había quedado atrás había sobrevivido al enemigo.
La guerra del desierto había parecido tan lejana antes de eso, y luego ya no. Una noche sus padres estaban preocupados por las luces en otra ciudad, el fuego quemando toda la historia contaría más tarde, la siguiente Rajnik se estaba despidiendo y escapando. Su madre con ella. No porque no quisiera quedarse con su marido y luchar, sino porque había sido la única capaz de leer las estrellas y guiar a los refugiados por el desierto.
—¿Sabes, Kaia? Conocí a un hombre del Este hace dos días —gritó, incluso cuando estaba sola en el baño—. Se jactaba de esa cosa nueva llamada electricidad. La están instalando en todas las calles del nuevo mundo, y él quiere traer eso a esta tierra. Creen que pueden controlar la ciencia como otros controlan la magia. No saben que incluso los Gobernantes no pueden controlar sus propios poderes, y la ciencia no es tan diferente.
Las orejas de un zorro nunca fallarían. Donde fuera que Kaia estuviera en la casa, habría escuchado. Por supuesto, ella no respondió. O tal vez no le importaba. Rajnik bebió otro sorbo. Ciencia. Qué palabra más estúpida para lo mismo, algo superior que los mortales intentaban atrapar entre sus manos.
—Si iluminan una ciudad como si fuera de día, matarán toda la belleza de la noche —Rajnik se hundió más profundamente en el agua—. Gracias a mi Dios, mi madre está muerta para no ver desaparecer sus preciosas estrellas.
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Sand & Stars
Fantasy¿Reconocerías a un monstruo antes de transformarte en uno? Cuando la oportunidad de una nueva vida en el Oeste se presenta, Nikka Mall no duda en tomarla junto a su mejor amigo. ¿Por qué no? Ambos son jóvenes, ansiosos por nuevas aventuras y riqueza...