Sand & Stars

Capítulo 47

El Destino y las Estrellas saben que no puedo esperar a terminar esta historia... Con algo de suerte, no debería pasar de 55 capítulo si siquiera llega a ese largo. Pero bueno, al fin ya estamos cerca del final, y todavía no me decido por qué escribiré luego, tan solo espero sea memorable.

Como siempre, no se olviden de votar y comentar al final!

Xoxo,

Sofi

***

La cadena del prisionero se soltó de su agarre. En un momento Nikka temía lo peor, al siguiente ya nada más importaba. Durante una eterna respiración contenida, ella solo pudo mirar al extraño portando el rostro de su mejor amigo. El mundo a su alrededor desapareció, luces y ruidos.

—¿Qué está sucediendo?

—Está hablando con su Dios, retrocede.

¿Dios? No existía ningún dios, ni ella creería en ningún truco pagano. Aun así, ese no era Cal. ¿Y cómo llamar a la criatura que había estado a sus espaldas desde el primer momento en que comenzó esa pesadilla? Susurrando de odio y venganza, pidiendo sangre y carne, riendo mientras la llamaba débil. Siempre provocando, siempre intentando romperla. Y por primera vez, Nikka finalmente lo enfrentó.

—Déjame en paz —exigió.

—¿Para morir? —Cal rio—. ¿No es eso lo que te estás preguntando? ¿Cómo es posible que todavía estés viva? ¿Cuánto tiempo crees realmente que podrás aguantar sin mí?

No Cal, sino un extraño. No un amigo, pero un monstruo. ¿Sería posible deshacerse de él? ¿Cómo matar lo imposible? El mundo real parecía tan lejano que el silencio y la oscuridad a su alrededor eran absolutos. Y continuaba sonriendo. Ella lo odiaba. De todos los rostros que pudo elegir...

—Déjame en paz —la voz de Nikka tembló—. ¡No luzcas como él! ¡Deja en paz a mi amigo! ¡Tú lo mataste!

—Así es el ciclo de la vida. Los depredadores se alimentan de sus presas y tú tomas los recuerdos de los demás. ¡Y aun así sigues siendo una víctima!

—Tú me obligaste a...

—Oh no, no puedo obligarte. No tengo forma física en este mundo.

—Susurraste...

—Y nunca escuchas.

Monstruo. Peligro sanguinario. Extraño. ¿Aliado? Todo ese tiempo había estado susurrando la verdad detrás de ella, recordándole cómo la veían los humanos ahora, cómo funcionaba el mundo. Y ella había escuchado. Aunque no quisiera creerlo, era la verdad.

—Entonces ayúdame —suplicó ella.

—Ya tienes todas las respuestas, simplemente eres demasiado tonta.

Necesitaba escapar. ¿Cómo salir de ese hechizo? Sus pies no respondían. Su cuerpo no era suyo. ¿Qué estaba sucediendo? Oscuridad. Silencio. Sola. Peligro. ¿Cómo podría ser peor? Y en cualquier momento, el Zorro podría decidir acabar con su vida si no estaba simplemente paranoica. Pero, después de lo que se sentía toda una vida como Vasija, tal vez la paranoia fuera solo supervivencia.

El Búho anterior había sabido demasiado. Ella sabía demasiado. ¿Era esa la verdadera maldición detrás de su poder? Gobernantes, Vasijas... ¿Estaban todos malditos a que otros quisieran asesinarlos? ¿Cuándo había aceptado ese destino?

—Nunca hice un trato contigo —murmuró Nikka—. ¡Nunca pedí nada de esto!

—Sí, lo hiciste —no-Cal sonrió—. Los mortales son todos iguales. Capaces de cualquier cosa para evitar la muerte.