Feliz viernes, zorritos!
Wow, hace cuánto que no digo eso... Pueden creerlo? Pero he tenido una revelación recientemente. El 2022 ha sido de mis años más estresantes, a nivel que por primera vez lo sentí en mi cuerpo y hasta casi me cuesta un ojo (porque por supuesto, las cosas raras me tenían que pasar solo a mí, y resulta que si me estreso mucho se me inflama el globo ocular de modo que no entra en la cavidad y eso es tortura? Ni siquiera sabía que esto era posible hasta que me lo diagnosticaron!?). También ha sido el año que menos he escrito o compartido historias desde que comencé hace años. De hecho, mis problemas solo empeoraban cuando menos escribía, y eso es porque la escritura es mi terapia, mi momento de relax, mi modo de estar relajada aunque el mundo se esté prendiendo fuego. Y este 2023, debo recordarme aquello y regresar cada día a mi pequeño espacio zen.
Mi escritorio (el primero desde mi mudanza hace años a Paris!) debería llegar la próxima semana y no puedo esperar a construir mi pequeño rincón de escritura. Y escribir todo lo que tengo en mente también. Necesito regresar a mis inicios.
Por cierto, la historia de Navidad está en línea hace bastante. Ya la han leído? Qué les pareció? Comentarios?
Como siempre, no se olviden de votar y comentar este cap al final por favor!
Xoxo,
Sofi
***
Estaba atrapada de nuevo.
Los muros se cerraban, el aire le faltaba y Rajnik solo quería gritar y liberarse. El cielo nocturno estaba justo sobre ella, aun así se sentía encerrada en una caja. Sus agitados pasos la llevaban de un lado a otro del barco, sin siquiera una pausa de por medio.
Necesitaba bajar.
Saltaría al agua si la orilla aun estuviera a la vista. Una trampa. El barco era una trampa de la que no podía huir. Chica desafortunada, creyendo que podría tolerarlo aquella vez. La madera se hundiría, el mar la mataría, y sería tan miserable, atrapada para morir sin oportunidad de pelear.
Sus manos temblaban. Ella siguió moviéndose. De un lado a otro. Porque tal vez, solo tal vez, eso tranquilizaría su mente. O al menos el viento que golpeaba su rostro le recordaría respirar.
No podía respirar.
Atrapada. La palabra se repetía en su mente a cada paso. Otra vez. Estaba condenada a morir de esa manera y nadie sabría nunca sobre su destino. Se ahogaría, como casi lo había hecho años atrás. No había oportunidad de pelear. No había oportunidad de intentarlo. No...
Un par de pesadas manos cayeron sobre sus hombros y la detuvieron. El reconocimiento la golpeó al instante. Dos años. Habían pasado dos años desde la última vez que Rajnik había visto a su compañero y hasta esa noche había creído que nunca más lo volvería a ver. Aun así, allí estaba. Como si nada hubiera pasado.
—Respira.
La voz de Lorcan fue suave, únicamente para ella. Y él tan solo estaba sosteniendo sus hombros, pero Rajnik sintió el calor de su presencia detrás. La noche era fría y no era lógico, pero ella lo sentía. El mar seguía moviéndose, las olas rompiendo contra la madera. El barco se rompería. No podía respirar. La luna ni siquiera era visible para guiarlos. Las nubes no eran un buen augurio.
—Respira, —repitió Lorcan—. Rajnik...
—Necesitobajarya, —las paredes seguían cerrándose.
—Vamos a hacerlo juntos. Inhala.
Su toque era suave. Intentó concentrarse en una sola cosa. El horizonte era una buena opción. Un recordatorio. Ella era libre y él también estaba allí. Su mano se disparó para sostener su dedo meñique. La piel de él estaba fría y Rajnik estaba sujetando con demasiada fuerza, pero Lorcan no se movió. Él le había dicho tiempo atrás que tomara lo que necesitara.
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Sand & Stars
Fantasy¿Reconocerías a un monstruo antes de transformarte en uno? Cuando la oportunidad de una nueva vida en el Oeste se presenta, Nikka Mall no duda en tomarla junto a su mejor amigo. ¿Por qué no? Ambos son jóvenes, ansiosos por nuevas aventuras y riqueza...