𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞 ; Tom Kaulitz

17

Me había quedado dormida y no me di cuenta, eran las de la mañana y hoy no tenía clase pero si iba a despedir a los chicos.

Me levante de mi cama y me metí a bañar de una, me cambié y tome mi celular para llamar a Tom.

—Hola?—Su voz se escuchaba ronca, como si lo hubiera levantado.

—Hola lindo ¿te levante?.

—Oh, eres tu preciosa, y si me levantaste pero no pasa nada.

—Puedes venir por mi? Quiero pasar tiempo con ustedes antes de que se vayan.

—Si linda, espero me baño y voy.

—Te espero Tom, te quiero—Corte la llamada y me quede ahí en la cama, no tenía apetito y sinceramente no quería comer. Después de 30 minutos llego Tom y baje rápido y salí de mi casa.

—Hola preciosa—Me abrazo—Dormiste bien?

—Si Tom ¿y tu?—Me hundí en su cuello y me quede ahí pegada, oliendo su perfume y abrazándolo fuerte para quedar oliendo a el.

—Si linda ¿vamos? En 4 horas sale nuestro vuelo entonces tenemos tiempo.

—Vamos—Lo solté y me monte al auto y él empezó a conducir a al hotel. Llegamos a entramos a este.

—Bill!—Dije y corrí para abrazarlo.

—Kiara!—Me correspondió al abrazo y reímos los dos—Como estás cariño?

Cariño? Suena lindo eso...me sonroje y sonreí.

—Bien y tu?—Evitaba su mirada y solté su cuerpo.

—Bien linda, vamos a la habitación de Tom, allá están los demás—Me agarro de la mano casi arrastrándome a la habitación.

Entre a la habitación con Bill y Tom agarrandome de las manos.

—Ahora son novios los tres?—Dijo Georg con una sonrisa en su rostro.

Abrí mis ojos y trague saliva, le solté las manos a los dos y mire para otro lado.

—Muy chistoso—Dijo Tom sarcástico.

Era cierto que mi favorito era Bill y siempre me gustó el, los amaba a todos pero con Bill era diferente, ahora que conocí a Tom cambio todo aún así mi favorito era Bill.

—Ya quisiera yo—Dijo Bill echándose a reír.

—Bill...—Lo mire extrañada.

—Solo molesto linda—Su mirada decía otra cosa.

Se hizo un silencio incómodo por unos segundos y luego siguieron como si nada, ellos comieron pero yo no recibí nada. Nos quedamos hablando el tiempo les quedaba, sabía que iba a extrañar todo esto, hablar con ellos, cantar con ellos o simplemente pasar tiempo con ellos. Se sentía como una familia que me había adoptado, eran muy lindos conmigo.

—Chicos es hora de irse—Dijo uno de los del staff.

—Bien, es hora de partir—Se levanto Gustav y empedo a sacar las maletas de la habitación.

Yo solo les seguía, agarre la mano de Tom y él me guió a la camioneta de ellos, habían demasiadas personas fuera del hotel tomando fotos, me tape la cara y me metí directo a la camioneta, se subieron los demás y el conductor se dirigió al aeropuerto.

Llegamos después de casi una hora y bajaron todo. Habían más personas esperando a los chicos en el aeropuerto incluyendo papparazi, Tom agarro su chaqueta y me la puso encima para que no me vieran la cara y entramos.

—Hasta aquí puedo llegar yo chicos—Los mire a los cuatro.

—Ven aquí—Los cuatro formaron un círculo y me abrazaron—Te vamos a extrañar mucho.

—Y yo a ustedes...—Susurré ya que me sentía que se me iba a romper la voz del llanto que estaba conteniendo. Los chicos me soltaron y me despedí de todos de abrazo.

—Estaré aquí en menos de lo que esperas—Tom me abrazo y me hundí en su pecho—Te voy a escribir cada día y te contaré cómo va la gira linda.

—Está bien, estaré pendiente de mi celular—Apreté mis ojos estaba a punto de llorar pero no pude contenerme mucho. Salieron las lágrimas y me tape la cara.

—No llores linda, no me gusta verte de esta manera, solo será un mes y medio—Agarro mi rostro y seco mis lagrimas—Te mandaré fotos mías todo el tiempo para que pienses en mi—Reí y lo empujé.

—Ya tienes que irte Tom—Lo mire a los ojos y agarre su rostro. Me empiné para quedar un poco más alta y lo bese.

Este correspondió a mi beso agarrandome de la cintura, no duro mucho el beso.

—Adiós linda, te quiero—Dejo un beso en mi frente y se fue con los chicos.

Me quede esperando a que entraran a la sala de espera y cuando los vi perderse entre la multitud salí del aeropuerto. Me percaté que me dejo su chaqueta y sonreí; olía a él.

—Señorita el señor Kaulitz indicó que la lleváramos a casa—Estaban los de seguridad afuera.

—Ah gracias—Sonreí y me monte el carro. Todo el camino me quede mirando por la ventana y pensando en Tom.

—Hemos llegado señorita—Mire y efectivamente habíamos llegado.

—Gracias—Me baje del auto y entre a mi casa, vi una bola de pelos correr hacia mi y sonreí.

—Hola linda—Cargue a Cloe y ella empezó a lamer mi cara—Que linda niña ¿tienes hambre? Vamos a darte de comer.

Me dirigí a la cocina donde tenía su comida y le serví, me quede esperando a que terminara de comer y me la lleve a mi habitación. Me acosté en la cama y me puse a jugar con ella.

El tiempo pasaba muy lento y no sabía nada de los chicos, empezaba a preocuparme pero sin darme habían pasado casi 8 horas, volteaba en mi casa y miraba constantemente mi celular.

—Vamos Tom.... Escríbeme.

Deje mi celular en la mesa de noche y me tape la cara con la almohada, me quede así unos minutos y escuché mi celular sonar, lo agarre de una.

—Linda hemos llegado.

—Dios por fin, ya me estaba preocupado, pensé que les había pasado algo ¿llegaron bien? Me imagino que están cansados.

—Estamos bien linda, no te preocupes y si la verdad estamos demasiado cansados, quiero dormir pero me gustaría más dormir contigo, te extraño.

—Tom no ha pasado ni un día—Reí.

—No importa, aún así te extraño.

—Dejare que descanses, mañana te llamo ¿ok?

—Está bien linda, adiós te quiero.

Corto la llamada y deje mi celular en la mesita de noche.

—Va a ser un mes muy largo—Suspire y agarre la chaqueta que me dejo, la olí y la abracé.

Sin darme cuenta me había quedado profunda.

—ISA—
Hola chicos espero que les guste el capítulo, gracias por el apoyo que le están dando a la historia, espero seguir creciendo y ya saben, cualquier idea, error ortográfico o comentario que tengan los dejan en los comentarios, los quiero bye 💗