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Narrador omnisciente.

Tom ya había empacado toda su maleta, ya en unas horas se iban de viaje y Kiara estaba descansando, ya que el viaje duraba aproximadamente 7 horas.

Se podía decir que ella ahora se sentía culpable por no tener algo para darle a su amado, él le estaba regalando un viaje el cual era demasiado caro y ella no tenía nada para darle.

Quería comprar algo especial para el, quería algo que le marcara a él ya que ella casi nunca le obsequiaba algo, algunas vez le dio cartas pero jamás cosas como él le daba.

—Amor?—Escucho la voz de Tom atrás de ella.

—Si?—Cerro la maleta y volteó para mirarlo.

—Estás lista? Quieres ir a dormir un rato? Tenemos que estar en el aeropuerto en 4 horas entonces podemos dormir un rato—Sonrió pícaro y ella rodo sus ojos.

—Yo sé cuáles son tus intenciones Tom, solo quiero descansar, estoy demasiado cansada—Se acosto en la cama y sintió como Tom se acostó a su lado atrapándola con sus brazos.

Aunque se hacía la dura ella lo extrañaba, extrañaba cada uno de sus toques, sus besos, cuando era brusco, todo de él lo extrañaba. Lo necesitaba.

(...)

Después de dos horas sonó la alarma de Kiara y ella se levantó de la cama para darse una ducha rápida, se puso algo cómodo y salió del baño para levantar a Tom.

—Tom, levántate ya es tarde—Lo moví pero este seguía dormida, se dio la vuelta y suspiro—Tom, vamos levántate.

Se quedó mirando por un momento a Tom, dormido, tan profundo, su perfil, sus labios, su piercing, era tan hermoso verlo en tanta calma.

Se acercó un poco a su rostro y pasó la yema de su dedo pulgar por todo su rostro, contemplando aquel hombre que tenía a su lado.

Dejo un casto beso en sus labios y se alejo de él.

—Tanto te gusta lo que ves?—Dijo el chico lo que le hizo sobresaltar a la chica.

—Para Tom—Se puso la mano en el corazón y desvió la mirada de él sabiendo que en cualquier momento se pondría roja.

—Me iré a bañar preciosa—Se levanto de la cama y se fue quitando la ropa en frente de ella, entro al baño y se ducho.

Ya estaban listos para salir al aeropuerto, pero llegaron los chicos. Habían entrado a la casa para darle la despedida a los chicos.

—Como entraron?—Dijo ella con el ceño fruncido, miro a Bill y tenía a Cloe en brazos.

—Tom nos ayudo—Sonrió el pelinegro acercándose a la chica para darle un abrazo lo que ella con gusto acepto.

—Espero que la pasen bien y no se preocupen por Cloe, nosotros la cuidaremos—Dijo Gustav y ella asintió confiada.

Él era uno de los más serios del grupo, cuando se proponía algo lo cumplía así que sabía que no le iba a pasar nada a su mascota.

—Bien, nos vamos—Dijo Tom sacando las maletas y metiéndolas al auto. Kiara se despidió de todos y le dejó un mensaje a su madre.

Se dirigieron al aeropuerto y después de casi una hora llegaron, bajaron las maletas y entraron.

—Está un poco solo, eso es raro—Dijo ella. No había ninguno papparazi ni fans, había calma en todos lados.

—Cariño es muy temprano, apenas son las 5 de la mañana—Agarro a Kiara de la mano para llevarla a hacer check in.

  𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞 ; Tom Kaulitz Where stories live. Discover now