𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞 ; Tom Kaulitz

23

Sentía un dolor intenso en la parte de atrás de mi cabeza, algo me hacía presión en ella.

—Mmm..—Susurre y me moví pero no pude, me rendí y abrí mis ojos, no estaba en mi casa si no en la de Tom—Tom, me estas aplastando en la cabello—Intente moverlo pero fue imposible—Tom!

—Déjame dormir—Se movió y pude mover mi cabeza.

—Me quede dormida? No le avise a mamá, debe de estar preocupada.

—Quieres que te lleve a casa?—Pregunto aún con los ojos cerrados.

—Solo dame tu celular para avisarle, no tengo el mío.

Me dio su celular sin problema, no quería revisar nada ni ser una celosa pero me daba mucha curiosidad ver su celular. Deje de lado mis pensamientos y le deje un mensaje a mi mamá de que estaba bien y que estaba con Tom.

—Bello durmiente ya son las 10 de la mañana—Lo moví.

—Estoy cansado! Déjame dormir—Hizo berrinche y yo reí.

—Esta bien esta bien, iré a preparar algo de comer, te quiero cariño—Deje un beso en su mejilla y tome mis muletas para ir a la cocina, revisé su nevera y literalmente solo tenían comida chatarra, lo único que pude agarrar fue huevos con pan así que hice eso.

El olor del huevo me estaba dando dolor de cabeza y náuseas, no lo soportaba.

—Mierda...—Corrí como pude al baño más cercano y vomité, me sabía la boca a bilis ya que no tenía nada en la barriga—Agh que asco—Vi que tenían pasta de dientes en ese baño y me lave la boca con mis dedos. Volví a la cocina y termine de preparar el desayuno para todos.

Deje servido en el comedor y los minutos vi como Bill salía de su cuarto con el cabello desarreglado y sin maquillaje, se veía muy tierno.

—Hiciste eso tu sola?—Bostezo y se sobo los ojos.

—No es mucho, ademas soy yo la que está estudiando gastronomía—Me senté y me comí las dos rebanadas de pan que me hice para mi.

—Hablando de eso ¿cuando vuelves a la universidad? Y solo vas a comer eso?—Se sentó al frente mío y empezó a comer.

—La otra semana y no tengo tanto apetito—Le fingí una sonrisa—Te ves muy bien sin maquillaje.

—Acabas de verme recién levantado, Dios mío—Se tapo la cara avergonzado y reí.

—Bill te ves muy bien, en serio, eres muy lindo.

Note como se sonrojaba y era muy notoria ya que era demasiado pálido, su tono de piel era envidiable al menos para mí.

—Nervioso?—Busque su mirada pero este no me miraba.

—De que hablas? Por qué estaría nervioso?—Seguía comiendo sin mirarme y cada vez se ponía mas rojo.

—De que hablan?—Dijeron Gustav y Georg sentándose en sus sillas.

—De mi universidad—Les sonreí.

—Quien hizo el desayuno?

—Kiara.

—Oh muchas gracias por eso—Empezaron a comer y al rato llego Tom.

En todo el desayuno hablamos sobre la mudanza y sobre mi universidad, ya tenía dos semanas que no iba pero claramente tenía excusa médica, por suerte me desatrase de todo.

Los chicos lavaron todo y yo me quede con Tom en la sala.

—Puedes llevarme a casa? Tengo que ducharme y seguramente mi mamá debe de estar enojada.