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Había llevado a Tom a la casa, los chicos me ayudaron ya que se había desmayado y yo no podía con el. Hace casi un mes no había entrado a la casa y seguía impecable, olía un poco a cigarro pero ya me lo suponía.

Cloe se emocionó y me saltó encima apenas me vio y yo me quede con ella todo el tiempo esperando a que Tom se levantara. Estábamos en la habitación de los dos, él acostado y yo sentada en una esquina.

—Mhmm—Gimoteó Tom y se sentó en la cama aún con los ojos cerrados—¿donde estoy?

—Es casa Tom—Dije seca. Él abrió los ojos de golpe y me miro asombrado.

—Que haces aquí? Cómo llegamos aquí?—Frunció el ceño y yo suspire agotada.

—Tomaste tanto que te desmayaste y yo te traje con los chicos—No podía mirarlo.

—Tengo dolor de cabeza y la boca seca—Carraspeo y volví a suspirar.

—Ahora que despertaste puedo irme—Me levante de la cama y camine a la salida.

Tom saltó de la cama para agarrarme del brazo y con su otra mano me tomo el mentón haciendo que lo mirara.

—Que pasa? Por qué estás así? Antes del concierto estabas bien—Su aliento pegó contra mi cara y me quejé, olía alcohol.

—Realmente no te acuerdas de nada Tom? Bueno no me extraña viniendo de ti—Me estaba colmando la paciencia.

—No, Kiara dime qué pasa.

—Lo dijiste, confesaste todo Tom, y yo sinceramente me lo esperaba, sabía que la habías besado pero quería negarme de que lo habías hecho ¿sabes por qué? Porque estoy jodidamente enamorada de ti y no puedo hacer nada—Mis manos se hicieron puños y mi corazón empezó a doler.

—Yo...Kiara lo siento, estaba esperando a poder hablar bien contigo para contarte todo pero tenía muchas cosas en la cabeza y el tema de concierto me tenía algo ocupado, por favor escúchame—Todo de el reflejaba sinceridad y yo estaba cayendo.

—Tom estoy cansada y quiero dormir, todo este tiempo te estuve cuidando y necesito descansar—Le quite la mirada de encima y me solté de su agarre.

¿Si me quedaba con el? Seguramente mañana amanecería peor e iba a estar maluco, él estaba volviendo a arrastrarme, como siempre lo hacía y me estaba odiando por eso.

—Quédate, esta también es tu casa—Susurro y apreté mis ojos sintiendo como las lagrimas rodaban por mis mejillas, como dolía mi corazón y el pecho se me comprimía—No te vayas, no aguanto un día más sin—Sus manos rozaron las mías.

Mi cabeza decía una cosa y mi corazón decía otra, me iba a volver loca.

—Joder—Susurre—Bien, me quedare contigo pero vuelve a dormir, te traeré algo de agua—Salí de la habitación sin mirarlo y fui a la cocina por un vaso de agua helada y una pasta para el dolor de cabeza.

Volví a la habitación y dejé las cosas en su lado de la cama. No tenía pijamas aquí y realmente ya estaba algo incomoda con la ropa.

—Podrías prestarme una de tus camisas? No tengo con que dormir.

—Sabes que puedes agarrar lo que quieras—Se tomo el vaso de agua de un tirón y yo busqué una camisa, sabía que cualquiera me iba a quedar ancha así que elegí cualquiera.

Estaba oscuro así que él no podía mirarme, lo único que iluminaba el cuarto era la luz de afuera, me quite rápido la ropa y me puse su camisa, me acosté a mi lado de la cama y le di la espalda.

Cerré mis ojos para poder dormir pero simplemente no podía, no dejaba de pensar que lo tenía al lado, estábamos a centímetros.

Pasaron los minutos y sentí como él se acercaba, sus brazos rodearon mi torso y agarró mis manos, su rostro quedo en mi hombro y note como ya no tenía pantalón, solo tenía la camisa y su bóxer.

—Tom...—Susurro y mire sus manos, agarraban con fuerza las mías.

—Si quieres puedo quitarme.

—No, quédate así—Entrelace nuestros dedos y abrace sus brazos.

Lo cálido que se sentía estar de esta manera, cómo sentía protegida a su lado, él no intentaba nada solo se quedaba de esta manera abrazándome.

(...)

By Tom...

Kiara seguía dormida y yo me desperté el dolor de cabeza tan impresionante que tenía, había vomitado un poco pero eso alivio un poco la resaca. No recordaba nada pero al recordar lo que dijo ella sabía que estaba apunto de perderla y si no hacía algo rápido me iba a quedar sin el amor de mi vida. No se me ocurría nada, no quería darle nada material ya que eso no iba a servir de nada.

Tenía que pensar bien las cosas, debía ser totalmente sincero con ella.

No era bueno cocinando pero quería darle algo de desayuno, solo se me imagino hacer panqueques con huevo y eso hice.

Organice el comedor para los dos y deje el desayuno servido mientras lavaba los platos.

—Tom?—Escuche su voz en la habitación.

—Estoy en la cocina—Grite y termine de lavar todo.

Ella bajo las escaleras casi arrastrándose, tallaba sus ojos, su cabello estaba desarreglado y su maquillaje algo corrido; era hermosa.

—Hiciste el desayuno?—Bostezo y miro la comida. Sus ojos brillaban.

—Me esforcé un poco—Sonreí y ella se sentó, se llevó un bocado a su boca.

—Nada mal, por lo menos no está salado—Río y mi corazón estalló de amor.

¿Saben hace cuanto no la veía reír de esa manera? Amaba cuando se ría, cuando me sonreía hasta cuando me regañaba.

Me senté a su lado la vi comer mientras yo me llevaba algunos bocados a mi boca.

—Tengo algo en la cara?—Se tocó su rostro y negué con mi cabeza.

—Es que eres hermosa, recién levantada, con el cabello así, el maquillaje corrido, eres preciosa Kiara.

—Para—Sus mejillas se tornaron rosas y empezó a comer rápido. Aún se ponía nerviosa con cualquier cosa y eso me encantaba.

—¿Por qué lo haría? Eres la chica más perfecta que he conocido y eres mi novia Kiara.

—¿Crees que con esto te voy a perdonar? Solo me quede por si te pasaba algo...—Mentía.

—Linda sabes que no es así, te conozco y no me iba a pasar nada—Sonreí y ella fulminó con la mirada haciéndome estremecer.

—Tom lo que hiciste no está bien, no te voy a perdonar tan fácil—Se levanto y lavo su plato.

Sabía que no iba a ser nada fácil hacer que me perdone, la había lastimado y todo era culpa mía, juré estar para ella, protegerla y la acabo de dañar y eso nunca me lo voy a perdonar.

Como iba a dejar ir a la chica que me salvo, la cual me hizo cambiar la perspectiva del amor, como dije al principio solo iba a hacer una noche pero quedé enamorado de ella, tenía miedo claramente pero ella me dio seguridad y ya vamos para casi 2 años, ella le dio un cambio a mi vida de 180 grados, los chicos la amaban y sabían que era la indicada.

Tenía que luchar por ella, tenía que luchar por nuestro amor, debía hacerlo, no iba a perderla por un maldito error.

—ISA—
Hola chicos espero que les guste el capítulo ¿les devolví la esperanza? Espero que me perdonen por el anterior capítulo, saben que los quiero y muchas gracias por el apoyo a la historia.
No se olviden de comentar y votar.
Los quiero, bye💗😭

  𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞 ; Tom Kaulitz Where stories live. Discover now