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Escuche ladridos a mi lado, sentía que me lamían la cara y me pateaban los brazos.

—Agh déjame dormir, tengo sueño—Me di la vuelta y Cloe solo siguió molestando—Dios ya te doy comida.

Agarre mis muletas y me levante de la cama, le serví la comida y me di cuenta que se había hecho en mi cuarto.

—Eres una cochina—Bufé y fui por papel para limpiar, me agache para limpiar pero me mareé y me agarre de lo que encontré, pestañeé varias veces y me incorporé.

Baje a la cocina como pude y tome una manzana, no tenía hambre pero mi cuerpo necesitaba algo mínimo de comida. Mire la hora en el reloj de la cocina.

—Mierda, se suponía que Tom venía por mi—Eran las 11 de la mañana y yo no estaba lista.

Fui al baño lo más rápido que pude y me metí a la ducha, era difícil bañarme sola ya que tenía que limpiar la sutura y eso dolía como un carajo, habían en total 12 puntos en mi pierna y eso iba a dejar un cicatriz enorme, lave con cuidado y me termine de bañar. Salí de la ducha y recordé que Tom había comprado ropa así que agarre un conjunto de los que había comprado y me lo puse.

Baje a la sala y me quede esperando en el sillón casi por una hora hasta que tocaron el timbre.

—Por fin llegas—fui a la puerta y abrí.

—Lo siento linda, me quede dormido—Me miro de arriba hacia abajo—Que linda.

—Gracias Tom pero ya vamos que quiero ver a los chicos—Me tomo del brazo y me ayudo a caminar hasta el carro, me abrió la puerta y entre.

Mire el carro y sonreí recordando lo mucho que extrañaba estar aquí.

—Como dormiste hoy linda? Te sientes bien? Te duele algo? Tu pierna está bien?—Prendió el carro.

—Tom estoy bien—Reí—Solo me dolió cuando me bañe, es difícil sostenerme en la ducha así.

—La próxima te ayudo—Me miro coqueto y mordió leve su labio.

Le quite la mirada de encima y apoye mi brazo en la ventana, lo escuché reír y solo empezó a conducir.

Abrí la ventana y dejé que me cayera el aire en la cara, se sentía muy bien después de estar tanto tiempo encerrada en ese hospital que solo olía a medicamentos y a hospital hahaha.

—Llegamos linda—Sentí como el carro se estacionó y mire por la ventana.

—Wow es muy linda y grande—Sonreí mirando la casa.

Tom salió del carro para abrirme la puerta y ayudarme a salir, caminamos hasta la entrada y saco las llaves de la casa para abrir. Entramos y la casa estaba hecha un desastre, habían cajas por todos lados, bolsas de mercado e instrumentos.

—Chicos! Llegamos—Grito Tom.

Escuche cómo bajaban rápido las escaleras y sentí al pelinegro encima mío abrazándome.

—Kiara! Te extrañe demasiado, no sabes el martirio que fue estar con estos tres idiotas—Me abrazaba fuerte.

—Bill son tu familia—Reí—Pero también te extrañe—Me separé para agarrarme bien de las muletas y puse mi pierna lentamente en el piso.

—Ven, debes de contarme qué pasó—Me agarró de la mano guiándome a la sala donde solo había un sillón.

—Hey no te la lleves así—Dijo Tom detrás de nosotros y reímos.

—Donde están Gustav y Georg?—Pregunte.

—Fueron a comprar la comida, ahora los verás ahora dime que fue lo qué pasó—Señaló mi pierna.

  𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞 ; Tom Kaulitz Where stories live. Discover now