44

1.1K 83 20
                                    

No había visto a Tom durante una semana y tampoco habíamos hablado, no me llamaba ni me llevaba comida, era raro ya que siempre lo hacía pero ya no importaba, seguramente estaba ocupado ya hoy tenían un concierto en la ciudad.

Por mi lado estaba ocupada con el tema de la canción y la universidad. Había terminado la canción pero necesitaba a Tom para que la tocara con la guitarra.

Y bueno ahora estaba comiendo mejor, era una obligación por parte de mi mamá pero al menos ya la comida no me daba tanto asco, a veces me daba demasiada hambre y no sabía porque.

Mi celular sonó y era uno de los managers.

—Hola? Qué pasa? Estoy terminando la canción.

—Como eres parte de la discográfica puedes ir al concierto de los chicos gratis ¿quieres acompañarlos?

—Oh claro; me encantaría—Sonreí.

—A las 8 pasamos por ti, adiós—Colgó

Hace tiempo que no iba a un concierto de los chicos y claro que quería verlos pero ya faltan dos horas para el concierto y yo me demoraba mucho para arreglarme para este tipo de ocasiones.

Me metí a bañar de nuevo para lavarme el cabello y hacerme uno rulos, realmente no sabía que ponerme claro que tenía ropa pero estaba tan confusa, quería impresionar a Tom ¿por que? No lo sé pero quería.

Me puse un pantalón algo ancho, un top rojo no tan corto y me maquille, realmente me demoré las dos horas y lo único que me faltaban eran los zapato, me puse unos jordans rojos y en eso tocaron la puerta de mi casa.

—Voy!—Grite.

Salí de la casa y me monte a la camioneta negra.

—Buenas noches señorita—Me dijo el conductor.

—Buenas noches Bastian—Le sonreí y este empezó a conducir.

Ya sabía dónde era el concierto y cuando llegamos ya habían demasiadas fans haciendo fila y gritando Tokio hotel.

Antes yo era una de ellas y ahora era amiga de ellos, trabajaba con ellos y Tom era mi novio ¿cómo me sentía? Saber que los chicos que me salvaron la vida ahora eran parte de mi era hermoso, los apreciaba con todo mi corazón apesar de todo, eran mi familia.

Salí del auto y los managers me llevaron a el caminero de los chicos primero, ahí estaban arreglándose y Tom ya estaba listo, estaba sentado fumando y bebiendo un poco...

—Hola—Dije para que notarán mi presencia y pegaron un salto.

—Joder Kiara, puedes avisar antes de entrar—Dijo Gustav poniéndose la mano en el corazón y yo reí.

—Yo lo siento—Los salude y me senté a lado de Tom.

—Estas preciosa—Me miro de pies a cabeza y sonrió, le quite el cigarro de la mano y lo apague.

—Sabes que no me gusta que hagas eso—Lo regañe.

—Perdón, estoy algo nervioso—Volteó a mirar a otro lado y sonreí, sabía que lo estaba pero no me gustaba cuando fumaba.

—Tu también estás lindo Tommy—Tome su rostro y bese suave sus labios, sabían a cigarro pero no era incómodo.

Este accedió a mi beso y tomo mi mejilla con su mano, voltee un poco mi cabeza para seguir con el beso. Se sentía tan bien besarlo después de tanto, ese cosquilleo en el estómago, mis nervios a flote y sus toques. Nuestros labios se movían al compás y el beso era lento, cálido sin nada de lujuria solo éramos nosotros todos dejando de lado a todo y a todos.

  𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞 ; Tom Kaulitz Where stories live. Discover now