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Ahí estaba yo, en el hospital de nuevo, conectada a un montón de cables, odiaba con mi vida ese lugar, la comida, el ambiente, verme en bata de hospital y saber que estoy conectada lo odiaba.

—Hola Kiara—Entro el doctor, el mismo doctor de la otra vez.

—Hola...—Suspire y mire a otro lado.

—Sabes por qué estás aquí, verdad? Como te sientes?—Miro el suero y luego reviso los documentos.

—Débil—Dije seca aún sin mirarlo.

—Tom me dijo lo qué pasó, haz perdido algo de peso, mucho pero si haz perdido algo y necesito que comas por favor, voy a mandarte de nuevo un plan de comida y vitaminas.

—Está bien.

Escuche cómo el doctor salía de la habitación y tire mi cabeza hacía atrás cansada de mi misma.

Ustedes saben cuando su cuerpo les pide comida ¿cuentan las calorías? Se sienten frustradas si se pasan de calorías? Yo contaba las calorías, si me pasaba vomitaba, si sentía que comía mucho también lo hacía, a veces no comía en el día y en la noche me daban atracones, luego me sentía culpable y vomitaba todo.

Así dure muchos años hasta que por fin hace un año pude luchar contra eso y ahora volví a recaer, no por Tom, yo misma me meto en esto por idiota pero no sé cómo controlarlo ¿acaso es mi culpa? No me da hambre, la comida a veces me da asco. No lo controlo.

—Kiara—Escuche su voz y voltee a mirarlo—Como te sientes?—Se acercó a mi y tomó mi mano.

—Bien Tom—Dije sarcásticamente.

—Por qué volviste a dejar de comer? Es por mi? Por lo qué pasó?—Sus ojos estaban aguados y podía notar un ligero sudor en su frente.

—No, tranquilo, no es por ti—Le sonreí tratando de calmarlo—Solo que cuando pasan cosas no se, no puedo controlarlo solo me siento culpable al comer.

—Kiara comer es lo más delicioso que puede existir y si es por tu cuerpo sabes que es precioso, tienes el cuerpo más hermoso que he visto—Sonaba sincero.

—Lo dices porque eres mi novio—Bufé.

—Espera ¿aún lo somos?—Sus ojos brillaron y se formó una sonrisa amplia en su rostro.

—Te pedí un tiempo para pensar las cosas, no dije que terminamos—Dije entre dientes y el me abrazo, me quede un rato mirando a la nada pero accedí a su abrazo.

Sus cálidos brazos, donde me sentía totalmente protegida, donde podía dormir todas las noches o solo posarme en el, estaba claro lo mucho que lo extrañaba y lo mucho que quería estar de nuevo con él pero solo necesitaba un poco más de tiempo, saber si era lo suficientemente buena para y si el lo era para mi.

—Te amo Kiara, nunca dudes de eso—Susurro y me apretó más hacía el.

—Yo también Tom.

Lo necesitaba, necesitaba verlo como lo hacía antes, quería que sus ojos me miraran todos los días, mi corazón ardía por su amor, estaba tan cansada de luchar por todo.

Ese dolor en el pecho sabiendo que estaba mal seguía ahí pero quería de nuevo todo con el.

—Tom—Le llame.

—Si?—Se separó de mí y nuestras miradas conectaron haciéndome estremecer.

Mis ojos se aguaron y apreté mis labios tratando de no llorar pero era imposible, tenía que sacarlo de nuevo todo.

—Que pasa linda?—Tomo mi rostro delicadamente con sus dos manos y me miro preocupado.

—Yo...—Rompí en llanto y me escondí en sus manos.

—Puedes llorar, no voy a juzgarte princesa, lloro todo lo que quieras, aquí estoy para ti—Volvió a abrazarme y escondí mi rostro en su pecho.

Se sentía bien saber que era amada, querida por el, me sentía completa con el, el era mi felicidad y ahora estaba destrozada, mi felicidad se estaba yendo y sabía que la última decisión era mía.

—Tom, dame una semana más y tomaré una decisión—Solloce y me limpie el rostro para mirarlo.

—Te dije que esperare por ti el tiempo que sea, así sean años te voy a esperar Kiara porque eres el amor de mi vida—Sonrió y dejo un beso en mi frente.

Tom salió de la habitación para hablar con el doctor y darme de alta, volvió a mandarme un plan de alimentación y las vitaminas las cuales Tom recogió.

—Puedes llevarme a casa? Quiero descansar—Aún sentía el cuerpo débil.

—Claro.

Tom me ayudo a subir al auto y arranco para mi casa, todo el camino ninguno de los hablo pero no era incómodo. Después de un rato llegamos a mi casa y salí del auto quedando en la puerta.

—Gracias Tom—Lo abracé por el cuello y me escondí en el.

—No hay de qué princesa—Me rodeo la cintura con sus brazos y nos quedamos un rato así.

No quería que se fuera pero debía. Me separé un poco de él quedando a centímetros de su cara y mire sus labios, estos brillaban por su saliva. La tentación de besarlos estaba ahí, quería sentir como me besaba de nuevo, quería sentir esa descarga eléctrica por mi cuerpo cada vez que lo besaba, quería sus manos acariciándome.

Su aliento pegaba contra el mío y su respiración igual, mi corazón latía fuerte y podía jugar que oía los latidos de su corazón, iban rápido.

—Vamos, bésame, te necesito—Susurro y trague saliva, cerré mis ojos y roce nuestros labios.

—Lo siento, tendrás que esperar un poco más—Me aleje de él—Te amo—Deje un beso en su mejilla y me dirigí a la puerta de mi casa.

—Yo te amo más Kiara Hamill, te amo con locura—Dijo casi gritando y solté una risa.

Le di una última mirada y él se despidió con su mano, entre a la casa y me quede ahí parada en la puerta esperando a que él se fuera, por fin escuché el auto irse y solté un gran suspiro.

Volvió a sentirse como la primera vez que lo veía, la primera vez que me encaró en ese cuarto, mi corazón aún latía rápido y mi respiración estaba agitada. Me sentía como una niña enamorada.

—Me tienes jodida Tom Kaulitz.

—ISA—
Hola chicos espero que este capítulo les guste, espero haberles devuelto la esperanza jsksj, muchas gracias por todo el apoyo que le están dando de verdad no pensé que les fuera a gustar mi historia, los amo.
No se olviden de votar y comentar, bye💗

  𝐋𝐚 𝐧𝐨𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐞 ; Tom Kaulitz Where stories live. Discover now