Era increíble como en poco tiempo el corazón era capaz de curarse y de volver a latir con la misma fuerza que pensaste no recuperaría jamás.Solo habían pasado poco más de dos meses y de nuevo me sentía feliz, de nuevo estaba suspirando por un hombre que en muy poco tiempo se había adueñado no solo de mi corazón sino de mi razón, esa que casi nunca nadie conquistó y que Andrés con facilidad cautivó.
*****
Irme a su casa me aterraba, aun cuando llevaba varios días durmiendo allí, la idea de llevar mi equipaje a su espacio no me parecía adecuado.
Quería hacerlo sí, pero tenía miedo, no quería precipitar nada, no quería acelerar, más, lo que teníamos.
—Estás muy callada —susurró con la mirada fija en el camino— no quiero pensar que mi propuesta te ha asustado, pero creo que es así...
—No —mentí— Pero no quiero cometer más errores.
Andrés detuvo el auto a un lado del hotel y apagó el motor. Se liberó del cinturón y giró a mirarme con seriedad.
—¿Sientes que algo de lo que has hecho conmigo ha sido un error? —preguntó preocupado.
—No —admití de inmediato— por eso no quiero equivocarme al tomar una decisión precipitada.
—Estamos hablando de la propuesta de irte a mi casa, ¿verdad?
—Sí, de eso hablamos... ¿de qué más?
—De mi petición de ser novios...
No pude evitar reírme al escucharlo, al saber que tanto él como yo sabíamos que lo éramos, aunque debía admitir que escucharlo pedírmelo me hizo muy feliz.
Andrés acarició mi rostro con su mano izquierda y yo cerré los ojos para disfrutar de sus atenciones.
—Dormí en tu casa cuando estuve en Madrid —susurró— y no teníamos una relación... ¿por qué te estresa tanto quedarte en la mía mientras estás en la ciudad?
Su dedo se movió sobre mis labios distrayéndome por completo y envuelta de nuevo en ese deseo que se apoderaba de mí siempre que lo tenía cerca, mi mente dejó de pensar.
—Solo quiero tenerte a mi lado —susurró— solo quiero que aprovechemos el mayor tiempo posible para estar juntos...
Y yo quería lo mismo, claro que sí, pero había algo que me impedía dar ese paso.
—Me lo pensaré... —respondí con una voz agitada.
Acarició mi lóbulo con su lengua antes de alejarse y sonrió
—De acuerdo —respondió besándome— quizá esta noche en la fiesta de Jack logre convencerte...
Lo miré sorprendida.
—¿Quieres que vaya a la fiesta de Jack? —pregunté.
Andrés me miró aún más sorprendido que yo.
—Si no tienes otros planes... sí.
—Pensé que sería una fiesta de chicos...
Él frunció el ceño.
—¿Qué te hizo pensar eso? —me encogí de hombros sin saber qué decirle— Una fiesta de chicos sin chicas no sería divertida...
—Ya, pero pensé que querrías divertirte con otras chicas...

ESTÁS LEYENDO
Medianoche
RomanceNunca quise una segunda oportunidad, no para el amor, no para un sentimiento que rompió mi corazón. Yo solo quería vivir, disfrutar de mi nueva libertad y follar, no importa con quién, de todos modos todo sería temporal, pero entonces apareció él...