Narra Harry.
Italia no había cambiado mucho desde la ultima vez que había estado aquí y debo admitir de que me traía buenos recuerdos de épocas en las que quería vivir aquí. El viaje fue largo pero luego de aterrizar pudimos descansar, la mañana transcurrió tranquilamente y debía admitir que tenerla a ella a mi lado hacía que cada viaje ahora se sienta diferente a lo que solía ser. La luz diurna entraba por la ventana de tal forma que la habitación parecía brillar.
-¿En que piensas? -Pregunto mientras acaricio su cabello con mis manos mientras ella apoya su cabeza en mi regazo.
-En como es la vida con dinero... -Dice y levanto una ceja esperando que continúe. -Aburrida.
-¿Aburrida? No puedes decir eso mientras estas acostada en una de las camas de uno los mejores hoteles de Italia. -Digo. -Ademas conmigo.
-Es a eso a lo que me refiero.
-Oye, me siento ofendido. -Bromeo y ella sonríe logrando que mi tranquilidad se mantenga a flote. -Puedo hacer que ese aburrimiento se vaya. -Digo acercándome a ella. Sus ojos se fijan en mi rostro pero entonces antes de que nuestros labios puedan tocarse, la puerta el golpeada. -Maldita sea. -Maldigo y mientras me pongo de pie, oigo su risa.
Al abrir la puerta, lo primero que veo es a mi padre, este nos da un pequeño vistazo para luego solicitarme en su habitación. Me disculpé con mi novia y sin más lo seguí detrás.
-¿Que sucede? -Pregunto cerrando la puerta detrás de mi. El se veía serio para luego entragarme unas revistas en las manos, arrugo las cejas y las observo. Las imágenes del cumpleaños de Karen aparecen allí e incluído con las información de que yo había cantado junto a los chicos.
-Esto tiene que terminar, Harry. -Dice y suspiro sabiendo perfectamente lo que se vendría ahora.
-No debiste hacer público su cumpleaños.
-¡Y tu no debiste volver a cantar! ¿Es que acaso no puedes entenderlo? Creí que se había terminado. -Niego con la cabeza. -Crei que esa chica te iba a hacer bien pero ya veo que me equivoqué.
-No, no te equivocas. -Respondo. -Ella me hace feliz, y quizás si cometí el error de cantar por y para ella pero no de volverá a repetir.
-¿Cuantas veces he escuchado salir esas palabras de tu boca? -Pregunta mirándome a los ojos.
-Solo quería darle una sorpresa, no esperaba que todo el mundo lo supiera.
-Claro, porque no sabes que todo el mundo vive pendiente de nosotros ¿Verdad? Esa chica comienza a perjudicarte, esta llenadote la cabeza con esas ideas...
-Ella no me llena la cabeza con nada, yo siempre he amado cantar y simplemente quiere verme feliz como tu nunca quisiste.
-Yo te di esa oportunidad ¿o es que acaso no lo recuerdas? -Dice y bajo mi mirada un momento recordando ese tiempo en el que el solía apoyarme y confiaba en mi -Y lo arruinaste tu solito tambien por una mujer, asi que ahora no me vengas con reproches. -Me acerco a su cama, sentándome en ella. -Yo quiero lo mejor para ti, quiero que seas alguien en la vida y esas ideas que tienen no te llevarán a nada.
-Karen no tiene la culpa.
-En parte si la tiene. -Dice y levant mi cabeza para mirarlo. -Si sus ideas no cambian y siguen insentibar a que continúes con esa estupidez de cantar creo que será mejor que se alejen...
-Claro que no, fuiste tu quien me la puso adelante e insistía con que sintiera algo por ella y ahora que la tengo, ahora que he encontrado a alguien que realmente vale la pena, tu quieres arrebatarmela. -Niego con la cabeza mientras aprieto los dientes fuertemente.
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Destined | H.S |
FanfictionTodo lo que empieza acaba, todas las historias tienen un comienzo y aquí está el mío. Bienvenidos a mi destino.