Capítulo 35 - Estacas al corazón.

24 1 7
                                    

-No puedo creer que hayas conseguido el dinero. -Dice Ashton mientras manera rumbo a mi casa para luego el volver a la suya y descansar, no entendía como es que habia aguantado tantas horas sin embargo en su rostro se notaba lo cansado que estaba. -Eres increíble.

-Claro que no. -Digo mientras me castigo a mi misma por estar haciendo esto. -Solo procura devolverlo ¿Si?

-Asi lo haré, Anto es una gran amiga. -No digo nada, simplemente bajo mi mirada al suelo. -¿Has visto a Gemma? -Pregunta y agradezco que al fin cambie de tema.

-Pues de hecho sí, esta mañana me preguntó por ti. -Digo y el asiente. No responde y eso me hace levantar sospechas. -¿Hay algo que deba saber? -Pregunto. El traga duro.

-Hemos peleado. -Confiesa y me sorprendo un poco. -Algo insignificante, sin embargo he estado pensando en que quizás es momento de alejarnos un poco.

-¿¡Que!?

No podía creer lo que estaba escuchando, Ashton parecía herido de tan solo decir esas palabras. El auto freno frente a mi casa pero no bajé, solo espere que dijera algo pero no lo hizo asi que simplemente lo hice yo.

-No renuncies asi como asi a ella, Ash. -Digo y el traga duro levantando su mirada. -Asi es esto y yo no tengo mucha experiencia pero tu tienes a la persona que quieres a tu lado, alguien que sin duda te ama, no renuncies a ella por esto.

-Estoy tan confundido. -Dice nagando con la cabeza.

-Creo que estas cansado y eso te hace pensar mal las cosas, solo ve a dormir y descansa mañana será otro día ¿Si? -El asiente con la cabeza. Me acerco a el y beso su mejilla antes de bajarme de su coche.

Al entrar nuevamente a casa al parecer todos ya estan durmiendo o en lo suyo cosa que mi madre fue la única en prestar atención a mi llegada y junto con ella el interrogatorio. Le dije la misma mentira que a Ashton pero ella no sospechó en ningún momento ya que ella no sabia de la existencia de Ross en mi vida.

No tardé en subir a mi cuarto y darme una ducha caliente, relajándome. Después de eso me tiré a mi cama y alli caí en un profundo sueño hasta la mañana siguiente la cual desperté y desayuné como todos los días, no vi a Harry hasta que se hizo la hora de ir al colegio. Tome mi mochila y me dirigí a su auto como todos los días dónde el esperaba tranquilamente o eso parecía.

-¡Hola! -Dije cuando entre a éste, no sé porque me sentía emocionada por simplemente verlo y mis acciones me delataron cuándo me acerque a el y bese su rostro. Senti como apretó sus dientes fuertemente para luego alejarme y cerrar la puerta a mi lado. Lo observé un momento mientras el daba reversa el coche.

-Hola. -Dice en un tono al parecer desinteresado. Arrugue las cejas confundida, creí por un momento en que quizás era yo pero volví a hablar.

-¿Está todo bien? -Pregunto.

-¿Por que no lo estaría? -Responde con una pregunta.

-Quizas tu forma de contestar y no mirarme me hacen pensar que no lo está. -Respondo.

Harry levanta su mirada y me mira un momento tan serio que me intimida pero no podía evitar pensar que hasta mirándome "molesto" se veía hermoso.

-Tienes razón, solo es que ayer no te he visto en todo el día y eso no me gusta. -Dice y siento como algo dentro de mi pecho se derrite. Su mirada fría se suaviza un poco cuando nota mi expresión. -Supongo que ya me he acostumbrado a tenerte cerca.

-Solo ha sido un día. -Digo mirando a través de la ventana porque me estaba muriendo de vergüenza y el lo sabía porque mis mejillas me delataban como siempre.

Destined | H.S |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora