Destined | H.S |

Capítulo 66 - Liberación.

Lunes.

Ya hacía un día que Harry se había ido sin embargo aún no había recibido una llamada. No le dí importancia porque seguramente estaría cansado por el viaje asi que mientras esperaba a que lo hiciera intentaba enfocarme en mí.

Hoy decidí ir a casa de Ashton, el colegio había terminado al fin y hasta la tarde no tenía nada mas para hacer asi que pensé en pasar tiempo con la única persona que me soportaba. Me acerqué a su puerta y golpeé varias veces hasta que esta se abrió.

-¡Karen! -La sonrisa ee aquella mujer al verme fue inmensa y a mi me llenaba de amor el saber que al menos a alguien le hacía feliz el verme. La conocia de toda la vida asi que había confianza suficiente como para que yo la llamara tia aunque no lo fuera de sangre.

-¡Hola tia Anne! -Dije igual de feliz que ella. La mujer se acerco a mi y me dió un enorme abrazo que no sabía que necesitaba, llenandome de energía.

-¿Como estas mi niña? Ha pasado tiempo desde que no te veo. -Dice cuándo se aleja y se hace a un lado para dejarme pasar. -Adelante. -Invita y entonces entro a la casa con ella detrás mio. -Ashton me ha contado que estas trabajando ahora.

-Pues sí, asi es. -Respondo.

-Que bueno, mi amor. -Dice dulcemente como una madre. -Sientate, llamaré a Ashton. -Informa y asiento con la cabeza antes de comenzar a caminar lejos de mí. Me quedé allí un momento parada mirando alrededor, aquella casa me recordaba a buenos momentos ya que solía venir muy seguido aquí cuándo era niña.

Podía recordarnos a Ashton y a mi correr por estos pasillos entre risas, jugando al escondite e incluso peleado pero siempre juntos. Fue entonces que mis ojos se perdieron dentro de un mueble el cual arriba de estos tenía cuadros con fotos. Su madre sonriente.junto a sus hermanos felices, luego el y su madre y finalmente había una de nosotros la cuál me hizo sentir especial, ambos muy pequeños al parecer era verano justo como ahora. Yo llevaba un gorro de playa muy colorido y unos anteojos iguales a los que el tenía también sonriendo.

-¿Te acordaste de tu mejor amigo? -Oigo de repente. Giro sobre mis pies y entonces lo veo acercarse a mí.

-Siempre lo hago. -Respondo.

-Ahora que Harry se fue soy tu segunda opción. -Comenta de una manera amarga que me cae como balde de agua helada. -Ven, vamos al living. -Dice y asiento siguiendolo detrás. Su forma de hablarme no era para nada normal pero me tomó tam de sorpresa que me quedé un poco en shock.

Decidimos ver una película juntos como siempre lo hacemos, su madre nos ofreció hacernos palomitas y o accedí enseguida sin vergüenza alguna, sin embargo su actitud no cambiaba y yo comenzaba a sentirme mal.

-¿Quieres? -Pregunto ofreciendole un chocolate que había traído en mi cartera, antes de Harry solíamos comer juntos aunque sabía que el no es muy amante de este lo hacía por mí.

-No, gracias. -Dice y lo miro un momento, últimamente había notado sus cambios de humor y no solo conmigo. Ashton ya no sé veía animado como suele serlo, parecía apagado además de que se lo notaba más pálido y flaco que siempre.

-Oye, Ash... ¿Estas bien? -Pregunto finalmente. Sus ojos encuentran los mios por unos segundos y después asiente con la cabeza. -No necesitas mentirme ¿Lo sabes, verdad? Yo sé que no debería decir, ni hacer lo que no me gusta que me hagan pero ¿Te estas alimentando bien? Te veo mas delgado y...

-Estoy bien. -Dice firmemente.

-Pase lo que pase estoy aquí, tu lo sabes y puedes confiarme lo que sea. -Hablo. -Sé que últimamente no he estado muy presente pero si necesitas decírmelo, llamarme, envíame un texto o lo que sea no te lo guardes solo para ti.