Capítulo 68 - Dudas.

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Narra Harry.

-No lo harías. -Su voz del otro lado del teléfono es lo único que tenía para aferrarme a ella. Estaba mas que claro que seguramente me odiaba pero ver momentos felices a través de una pantalla al menos bajaba este dolor de no poder verla.

-¿Estas segura? -Ella asiente con su cabeza y entonces bajo hasta sus piernas levantándola en el aire seguido de su grito y no puedo evitar sonreír. Camino hacía lo que supongo es un charco de lodo y me agacho con ella aferrándose a mí con todas sus fuerzas para no caer.

-¡No, no, no, Harry! ¡Bajame! -Chilla.

-¿Segura? Si te suelto caeras en el lodo.

-¡No! ¡Solo aléjate de aquí y bajame! -En su voz se notaba desesperación y al parecer en ese momento me pareció tan gracioso que comencé a reírme. -¡No! ¡No! -Y obviamente a perder fuerzas. Con lo poco que me quedaba intente girar pero entonces ella dio una patada al aire haciendo que yo caiga encima de aquel charco embarrandome.

-Mierda. -Digo y entonces ella se acerca a mi riendo como si le hubieran contado el mejor chiste. El sonido era uno de mis favoritos sin dudas.

-Karma. -Entonces antes de que pueda decir algo más, tomo uno de sus brazos sin dejarla pensar, atrayendola conmigo y haciendo que caiga a un lado encima del lodo. Entre insultos y risas, me acerco a ella para mirarla y aún asi cubierta de lodo me parecía una de las mejores imágenes que había visto en mí vida. En el video me acerco a ella y la beso en los labios, ignorando todo.

Miles de sensaciones atacan mis emociones, mi mente y corazón al recordar ése día. Deseaba tanto volver a ese momento o quizás simplemente tenerla aquí conmigo, con tan solo su presencia era mas que suficiente.

De repente el ruido de la puerta azotandose, seguido de la entrada de mí padre al living hace que guarde mi teléfono.

-Los Simmons ya se han mudado a su nueva casa. -Dice el hombre. Ni siquiera lo había visto en todo el día, sin embargo el se preocupaba más por el afuera que por ser mi propio padre.

-¡Hola, papá! ¡Si, he dormido muy bien! y ¿tu? ¿estas bien? Me alegro. -Hablo sarcásticamente.

-Lo siento, hijo es que todo esta cambiando tan de repente y son grandes noticias. -Dice y ruedo los ojos. -Nuestra casa al fin estará libre de inquilinos. -Entonces levanto mi cabeza. -Estaba pensando en despedir a Luis y obviamente dejar de regalarle dinero a esa chica ahora que ya no tiene nada que ofrecerte.

Bastan esas palabras para hacer que mi temperamento aparezca.

-¿Que mierda estas diciendo? No puedes despedir a su padre asi como así, porque tengan una casa no quiere decir que no deban sobrevivir. -Respondo secamente.

-¿Puedes parar un poco con tu mal humor? Hace una semana que estás así, ya deja de ver todo tan amargo. -Regaña y suspiro sin paciencia. -Al final estar con ella era un problema y ahora que estas sin ella es peor.

-Claro que lo es, todo lo que construí junto a ella ya no existe gracias a tu malditos negocios asi que si esperas que este feliz, lamento decirte, padre que no me verás feliz por un largo tiempo. -Informo.

-Bien, entonces si va a ser asi de todas formas cortaré su presupuesto y a su padre le bajaré el sueldo. -Dice.

-¡Ellos necesitan ese dinero, necesita pagar sus clases de actuación y tienen una familia! Jugar con su necesidad es caer tan bajo, sabes que lo es. -Lo miro lleno de decepción y horror.

-¡Actuar no es una necesidad, es un lujo que está pagando con mi dinero! -Grita.

-Deja de ser tu dinero cuándo se lo das a otro ¿Sabes? Ella tiene muy merecido ese dinero y al menos puede cumplir sus sueños, déjala que lo haga como yo no puedo. -Mis palabras salen sin pensar llenas de rabia y dolor guardado. Veo como traga saliva y da un enorme suspiro esperando que recapacite como tantas otras veces lo hice.

Destined | H.S |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora