Destined | H.S |

Capitulo 79 - Here We Go Again.

Mire a mis alrededores encontrándome con miradas asombradas disimuladas por parte de ambas familias, sin embargo me apresuré a hablar.

-No tengo idea de porqué el señor Styles querrá hablar conmigo pero creo que deberían pasar ustedes primero han esperado mucho mas que nosotros. -Digo mirando a Anne quién parecía ansiosa por ver a su marido sin embargo ella negó con la cabeza.

-No te preocupes por eso, si Des quiere verte será mejor que entres tu primero sino comenzará a ponerse fastidioso ya conoces a mi marido. -Dice la mujer.

-¿Seguro? -Pregunto no muy convencida ni mucho menos de entrar a aquella sala dónde aquel hombre causante de los problemas en mi vida estaba.

-Claro, Karen ve. -Gemma dice del otro lado. Giro mi cabeza para mirarla y entonces enfocó mi vista en el menor de la familia. El asiente con la cabeza.

-Nosotros podemos esperar un poco más. -Suena tranquilo.

Entonces asiento con la cabeza y sin más me pongo de pié mientras siento que mis nervios comienzan a aparecer porque no tenía idea de porque aquél hombre quería verme, no quería hacer esto pero tampoco quería actuar como una niña con miedo, no quería demostrarle eso al menos ya no.

Al llegar a la puerta golpeé esta levemente para escuchar un "Adelante" con la voz del padre de mi ex novio. Sin tardar tomé el pestillo y la abrí completamente ingresando a aquella sala dónde el señor Styles se encontraba acostado en una cama con un suero en su brazo. Cerré la puerta detrás de mi.

-¡Karen! ¿Como estas, querida? -Pregunto con una enorme sonrisa en su rostro.

¿Es una broma, verdad? .

Intenté sonreír como pude aunque aquella situación me incomodaba un poco debía ser discreta. Di unos pasos hacía el pero quedando lo suficientemente lejos de un frente a frente.

-Señor, yo estoy muy bien gracias por preguntar. -Aunque no te importe. -¿Usted como se encuentra?

-Oh yo estoy muy bien, solo un susto pero nada mas que una exageración. -Dice restándole importancia. Asiento con la cabeza, de alguna manera alegrandome por eso y no por el sino por su familia que tanto lo amaban porque el no valía la pena. -Ven, querida siéntate no voy a hacerte nada.

No, si ya todo lo que podía hacer para dañarme ya lo hizo.

Asentí con la cabeza y entonces tomé la silla a un lado de la camilla que me había ofrecido para sentarme. Sus ojos jamás dejaron de prestarme atención y yo ya estaba perdiendo la paciencia.

-¿Para que quería verme? -Pregunto.

-Primero que nada quería agradecerte por haber estado aquí, supe que la otra noche te quedaste unas horas. -Dice y asiento con la cabeza sabiendo que seguramente su hijo le habrá comentado. -Sé que no soy santo de tu devoción pero eso dice mucho de ti, de lo buena persona que eres a pesar de todo.

Junto mis manos arriba de mis piernas.

-No necesito que me agradezca. -Digo y el sonríe apenas.

-Claro que sí, eres una gran persona a pesar de todo tienes la valentía y las ganas de estar aquí, lo admiro mucho...

-Vaya al punto por favor. -Ya había acabado con mi paciencia, fingir que nada estaba pasando me abrumaba. -Sé que no me mandó a llamar para agradecerme y alagarme por mi persona, solo dígame porque estoy aquí.

El hombre me miro un momento analizandome y entonces suspiró borrando cualquier rastro de sonrisa de su rostro dejándome saber que esta vez ya estaba hablando mas enserio.