Capitulo 32

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—¿Qué significa eso, doctor? ¿Hay algo malo? —pregunté, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con brotar.

El doctor suspiró, quitando el dispositivo del ultrasonido y apartándose para preparar algunos papeles.

—No puedo afirmar nada en este momento, Abril. Necesito hacer algunos exámenes adicionales para descartar cualquier posible complicación. Es posible que haya ocurrido algún tipo de error en los resultados o que estemos enfrentando una situación poco común. Los resultados de los exámenes estarán disponibles mañana y se los enviaré a su buzón —respondió, su voz llena de cautela.

Asentí, sintiendo un nudo en mi garganta. La incertidumbre y el suspenso se apoderaron de mí, dejándome con más preguntas que respuestas.

—Entiendo, doctor. Solo espero que todo salga bien —le dije, tratando de mantener la esperanza en mi voz.

El médico asintió, brindándome una sonrisa tranquilizadora.

—Haré todo lo posible para obtener respuestas claras, Abril. Mientras tanto, trate de mantener la calma y no saque conclusiones precipitadas. Esperemos a los resultados antes de saltar a conclusiones.

Con un apretón de manos, el médico salió de la sala y me quedé sola, sumergida en mis pensamientos. Las horas siguientes se desvanecieron lentamente mientras mi mente se llenaba de especulaciones y preguntas sin respuesta.

Salí del hospital con una mezcla de emociones abrumadoras. El médico acababa de decirme que no estaba embarazada. Por un lado, sentía una extraña sensación de alivio. El peso de la responsabilidad que venía con un embarazo se desvaneció de repente. Sin embargo, esta noticia también me dejó confundida y preocupada. Si no estaba embarazada, ¿entonces qué estaba pasando con mi cuerpo?

Caminaba por el estacionamiento del hospital y vi en el estacionamiento a Laura y Kenia quienes estaban esperándome en el auto cuando salí del hospital, sus rostros llenos de expectación y alegría. Pero había decidido guardar en secreto la noticia que me había dejado confundida y preocupada. No quería arruinar su ánimo ni añadirles mis preocupaciones.

—¡Abril, por fin sales! ¿Cómo te fue? ¡Estábamos tan emocionadas por escuchar las buenas noticias! —exclamó Laura con entusiasmo.

Mi sonrisa forzada no reflejaba las emociones que estaba experimentando en ese momento.

—Oh... El médico me dijo que no estoy embarazada —respondí con una voz que apenas lograba sonar tranquila—. Es un poco confuso, pero al menos ahora tengo la certeza que no tendré que lidiar más con Villamil.

Las caras de Laura y Kenia reflejaron sorpresa ante la noticia inesperada.

― ¡¿En serio?! Eso... eso no tiene sentido. ¿Cómo puede ser posible? Estábamos tan seguras de que serías mamá.

Asentí con tristeza, sintiendo una mezcla de alivio y confusión. Kenia, sin embargo, no estaba dispuesta a dejar que la tristeza se apoderara de la situación.

―Bueno Abril, ya que no hay un motivo para preocuparse, ¿por qué no nos olvidamos de todo y salimos a divertirnos esta noche? Necesitas levantar el ánimo y distraerte de todo esto.

Laura asintió, entusiasmada con la idea.

―Exactamente. Una noche de fiesta es justo lo que necesitas ahora mismo. No puedes dejar que esta noticia te deprima. ¡Vamos, Abril, acepta la invitación!

Reflexioné por un momento, sopesando las palabras de mis amigas. Su apoyo y su deseo de verme feliz eran genuinos. Quizás una noche de fiesta sería la distracción perfecta que necesitaba en este momento de incertidumbre. Finalmente, decidí que aceptar su oferta era lo mejor para mí.

A Un Paso De La Luna - Juan Pablo Villamil {morat} (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora