Capitulo 34

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- Abril, ¿por qué sales del área de oncología? -preguntó con voz llena de confusión.

Me quedé momentáneamente sin palabras, tratando de encontrar una explicación que no revelara la verdad sobre mi situación. Intenté sonreír y responder con voz firme, tratando de ocultar mis propias preocupaciones.

- Oh, hola, Susana, solo estaba acompañando a un amigo... Él es mateo por cierto... ¿Y tú que haces aquí? - intente evadir el tema.

- Mucho gusto, soy susana - extiende su mano rápidamente y luego responde mi pregunta - Exámenes de rutina, lo normal...

Mientras intentaba desviar la conversación, le pregunté a Susana qué hacía allí en el hospital, esperando que eso cambiara el tema de la cirugía que me esperaba. Susana ya se lo estaba creyendo cuando una enfermera novata se acercó a nosotros y, sin darse cuenta de la situación, comenzó a proporcionar detalles sobre mi cirugía: la fecha, las recomendaciones, e incluso mencionó el término "cáncer". El corazón se me aceleró cuando me di cuenta de que no había manera de esconderlo más.

Susana me miró con sorpresa y miedo en sus ojos, y finalmente preguntó, asustada:

- ¿Tienes cáncer, Abril?

No podía seguir ocultando la verdad, así que suspiré y la vi fijamente a los ojos. Y pese a que ella y yo hemos tenido diferencia en el pasado, cuando ella me pregunta, sentí verdaderamente preocupación por su parte sobre lo que me sucedía.

- Susana, por favor, ¿podemos hablar de esto en otro lugar o en otro momento?

Ella parecía aturdida y confundida, pero antes de que pudiera responder, Mateo intervino, ofreciendo una solución.

- Chicas, hay una cafetería a solo dos cuadras del hospital. Podemos ir allí para que puedan hablar tranquilamente.

Ambas aceptamos la propuesta de Mateo, y mientras nos alejamos del pasillo del hospital, pensaba desesperadamente en como decirle a Susana lo que me sucedía últimamente.

En la cafetería, la tensión en el aire era palpable mientras nos sentábamos en una esquina tranquila. Mateo propuso ir a dejar su auto en su casa y regresar con el mío para llevarme a casa, pero Susana se ofreció de inmediato para llevarme a mí. Agradecí su amabilidad, pero también me sorprendió muchísimo su gesto.

- No te preocupes por eso, yo te llevaré a casa -insistió Susana, con una sonrisa comprensiva.

- Muchas gracias, pero mi auto está en el depa de mateo y debo ir por él.

- tranqui, yo te lo llevo a tu casa cuando me digas. - el intervino.

Me giré hacia Mateo, agradeciéndole nuevamente por todo lo que había hecho por mí en ese día tan complicado.

- Mateo, no sé qué habría hecho sin ti. De verdad, muchas gracias.

Él me devolvió una sonrisa cálida y me abrazó con cariño.

- Con todo el gusto, Abril. Cuídate y nos vemos pronto.

Nos despedimos con un abrazo, y luego Mateo se dirigió hacia la puerta para ir a dejar su auto en casa y volver por el mío. Mientras tanto, Susana y yo aprovechamos el tiempo en la cafetería para hablar más en profundidad sobre mi diagnóstico y lo que significaba para mí.

Susana fue directo al grano apenas él se fue, y aunque me sentía nerviosa por compartir la noticia, aprecié su sinceridad y e interés.

- Me dieron el diagnóstico hoy, después de varios exámenes. Tengo cáncer trofoblástico, que básicamente significa que, en lugar de gestarse un bebé, se formó un crecimiento anormal de células en mi útero. Afortunadamente, estoy en etapa cero, y la próxima semana me realizarán una cirugía. Después de eso, veremos cómo evoluciona todo.

A Un Paso De La Luna - Juan Pablo Villamil {morat} (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora