A Un Paso De La Luna - Juan Pablo Villamil {morat} (Sin Editar)

Capitulo 33

¿Tengo cáncer? — Me dije a mí misma con la voz entrecortada, con el sobre de los resultados de los exámenes médicos temblando en mis manos. La noticia era abrumadora, y un nudo se formó en mi garganta mientras las lágrimas sin parar empezaban a brotar en mis ojos. Una sensación de terror se apoderó de mí, y mi corazón latía con fuerza.

La palabra "cáncer" resonaba en mi cabeza como un eco persistente de temor y angustia. Sin darme cuenta, saqué una de las minihamburguesas que había empacado para el viaje y comencé a comerla mientras las lágrimas caían desconsoladamente por mis mejillas. La comida era lo último en lo que debía estar pensando en ese momento, pero la sensación de querer aferrarme a algo familiar me impulsó a hacerlo. Cada bocado era un intento desesperado de aferrarme a la normalidad, a la vida que conocía antes de absolutamente todo.

Mientras comía entre sollozos, me di cuenta de que algunas personas me estaban tomando fotos con sus teléfonos, seguramente para subirlas a las redes sociales. La rabia se apoderó de mí en medio de la desesperación. Sacando el dedo medio y lanzando un par de groserías, les grité a esas personas que me dejaran en paz, que mi vida estaba en ruinas y no quería ser el objeto de su morbo.

Me sentía vulnerable y furiosa al mismo tiempo, pero en ese momento, lo único que deseaba era encontrar a Martín y tener a alguien en quien apoyarme en medio de esta terrible noticia. Aunque la relación entre nosotros estaba en crisis, necesitaba su amistad más que nunca. 

Tras un rato en el que mis lágrimas se habían calmado un poco y mi determinación comenzó a recuperarse, decidí tomar valor y tocar la puerta del departamento de Martín. Inhalé profundamente antes de golpear con los nudillos en la puerta de madera. La puerta se abrió lentamente, y Martín me miró con una expresión indiferente en el rostro.

— Hola, Martín —dije con voz temblorosa—. Necesitaba hablar contigo.

Él suspiró y pareció desinteresado. 

— ¿Ahora qué, Abril? ¿Otra vez con lo mismo?

Mi corazón se hundió ante su falta de empatía. Pero decidí ignorarlo y continúe.

— Martín, ¿Puedo hablar contigo?, Es algo importante

Él me cortó antes de que pudiera continuar.

— No tengo ganas de escucharte hablar sobre tu relación secreta con Villamil, Abril. Ya lo dejamos claro la última vez.

Mi voz tembló mientras intentaba explicarme.

— Martín, antes de entrar en eso, necesito contarte algo más urgente. Tengo algo que decirte, algo que realmente está afectando mi vida, esto me está matando.

Él me miró con escepticismo.

— ¡Ay por favor! ¿Qué más podría haber, Abril? No sé si puedes entender cuánto me has decepcionado.

Sus palabras me golpearon como un puñal en el corazón, pero luché por mantener la compostura.

— Martín, ¡esto es serio! — levantó un poco la voz —

— ¡¿y tú crees que yo no hablo en serio?! — puedo ver el enojo en sus ojos —

— Por favor, escúchame... Quiero que sepas que lamento profundamente haberte ocultado lo de Villamil, y me duele haberte lastimado de esa manera. Pero por favor, escúchame lo que tengo que decirte ahora es aún más grave. 

Él negó con la cabeza y su voz se volvió aún más fría.

— No tengo ganas de escuchar tus dramas innecesarios, Laura me dijo que no esperas ningún bebe así que ya no hay nada más que hacer contigo, me abrumas Abril.