Capitulo 22 Caballos

47 5 0
                                    


Escuchen la canción.

Lía

Salgo de la casa cuando acabo de hacer los deberes del día de hoy que me han mandado al igual que de estudiar para el examen de física y quimica que tengo para mañana.

Ya ha pasado una semana sobre lo sucedido con Dario en la fiesta de compromiso de mi madre de aquel beso que me atormenta cada noche, cada momento en el que cierro mis ojos y recuerdo ese beso tan suave y bonito que tuvimos bajo la luna llena uno que no pensé tener ni con mi peor pesadilla.

Estos días han sido un poco raros entre nosotros dos por el simple echo de que evito cada tipo de contacto con el como las miradas, las palabras o un simple roce no se como comportarme con el después de ese beso el cual me dejo con ganas de más pero que se que no debe repetirse porque somos casi familia y las familias no tiene ese tipo de cercanía al igual que no sé como comportarme con el si hablo de nuevo con el porque se que las cosas no son iguales ahora por ello es que lo evito.

Ahora mismo me encuentro yiendo donde los caballos para distraerme un poco y no atormentarme más con ese beso o el verlo. Al llegar a la caballería me acerco al capataz osea a Marco.

-Hola Marcos me gustaría hoy dar una vuelta y que mejor que con un querido caballo.

El me sonrie-Claro que si Lía y creo que eso le gustara a alguno de ellos-le sonrio-y quiere que yo le de uno o usted ya tiene uno en mente.

Sonrio aun más al escuchar lo último que dice-Yo tengo ya uno en mente que me va a acompañar.

-¿Cual es el que quiere señorita?

Empiezo a andar hasta los dos últimos caballos y me giro a la derecha y me acerco a la querida Alana con su querido pelaje negro que le resalta mucho. Ella al verme se acerca a mi y yo con cuidado la acaricio sintiendo como ella se relaja con mis simples caricías.

-Quiero llevarme a ella a dar una vuelta , crees que pueda llevarla.

El al escuchar le anima mucho más-Si sería genial que tu la única persona que deja que la toques al igual que Dario le lleves a dar una vuelta ya que lleva un par de semanas sin estirar esas hermosas patas que tiene que de seguro ella desea moverlas por culpa de Dario que ya no la saca a dar una vuelta.

Escuchar eso me molesta un poco ya que si una persona esta acostumbrado a ir al gimnasio para mantenerse bien y luego deja de hacerlo pues va perdiendo fibra  pues es lo mismo para los animales si ellos están acostumbrados a salir cada día a dar una vuelta para estar bien y no perder la costumbre de un momento a otro no debe cambiar eso porque es malo para ellos.

-Pues entonces traeme las cosas para poderme subirme en ella mientras yo la llevo afuera porque desde hoy seré yo la que le de vueltas a ella todos los días sin faltar ningún día y no permita que otras personas la saquen ya que desde hoy es propiedad mía.

El asiente y se va a por las cosas mientras yo me doy la vuelta para ver a Alana-A que te gustaria mucho dar una vuelta con este hermoso día mientras corres-ella mueve sus piernas y eso me indica que si quiere-pues entonces vayamos  hermosa.

Abro la puerta de su estadio y con la cuerda que tiene ella la sujeto y la saco de ahí llevandola al césped de afuera que al tocarla ella trota causando que la cuerda me raspe un poco la mano ya que la sujeto fuerte para que no se me vaya pero al verla empezar a trotar me contagía mucha más energía a mi y que quiera subirme encima suya para irnos de aquí ya sin esperar las cosas que debe llevar encima por ello es que hago esta locura. 

Paro a Alana y la traigo hacía a mi-Pequeña que te parece si nos vamos ya -ella solo hace uno sonido con su boca dandome otro si por lo que me poco a un lado suyo sin esperar más y acariciándola me subo encima suyo, ella levanta sus piernas de delante y yo me aferro a su pelaje para no caerme al suelo después ella vuelve a poner sus dos piernas en el suelo y yo recojo la cuerda para luego hacerle una señal a ella para que empiece a moverse y lo capta por ello empieza a correr suavemente.

Una catastrofe totalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora