La marcha había terminado, la pareja se dirigía a casa con una amplia sonrisa en sus rostros, tomados de la mano escuchaban música a todo volumen en el coche del mayor. Cantaban y medio bailaban en los asientos riendo sonoramente por la complicidad.
Una vez en casa y recostados en la amplia cama Horacio habló - Y... ¿Qué tal lo pasaste? - Preguntó contento.
- Muy bien, me a gustado mucho, la verdad - Respondió sonriendo estirando sus brazos para que el menor se acerque más - Me a gustado mucho este día.
- Me alegro mucho, por cierto, ¿tienes las fotos que nos tomo Alana?
- Si - respondió sonriendo - Nos tomó muchísimas fotos, pero muchísimas.
Horacio sonrió y asintió, sabía que eso pasaría y la verdad agradecía que su amiga haya captado la mayoría de evidencia de aquel especial día, era el primer día donde sus agentes los veían juntos, no como compañeros de trabajo, si no como pareja por lo evidentes que fueron.
Horacio sonreía ampliamente mientras sostenía la foto
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Su sonrisa solo se ensanchaba más al verla con detenimiento, la libertad que demostró Viktor, su felicidad, la complicidad en todo momento, era su primer marcha y adoraba con el alma que lo haya pasado sumamente bien.
- Dios - soltó sonriendo con lágrimas en sus ojos - Están perfectas - hablaba mientras ojeaba las demás fotos.
Viktor asintió desviando su mirada a Horacio que se encontraba hechizado por las fotos que tenía entre sus manos.
- Me alegro mucho haber pasado este día juntos, son recuerdos que siempre me harán feliz - dijo captando la atención de Horacio - En especial porque tú formas parte de esos recuerdos, gracias, gracias por hacerme feliz y hacer que este día sea especial.
Horacio soltó las lágrimas que estaba aguantando en sus ojos, dejó las fotos en la mesita de noche y se lanzó a los brazos de Viktor, dejando que su rostro se bañe con las saladas gotas.
- Gracias por hacerme feliz rusito - Dijo sollozando - te quiero.
- Te quiero más, mi estrella - Respondió separándose de Horacio para besar su frente y luego sus labios.
Aquel día sería muy especial para Viktor, porque se dejó llevar en algo que antes nunca lo hubiese permitido, y agradecía con el alma que su alma gemela esté a su lado formando parte de un hermoso recuerdo que le hará feliz por siempre.
En la mesita de noche descansaba el móvil con una foto de ambos como fondo de pantalla recordando ese maravilloso día.
