Viktor había tomado el turno de la noche, estos últimos días se encontraba algo extraño y distraído, Horacio lo conocía a la perfección y sabía que algo andaba mal, no quería decir nada para no agobiarlo, prefería que Viktor le diga todo lo que le abruma.
No podía dormir, sin Viktor a su lado conciliar el sueño era algo complicado, bebía con tranquilidad su té esperando la llegada de su pareja.
- Hola cariño - Saludo Horacio acercándose cuando vio a Viktor ingresar en su hogar.
- Priviet querido - Dijo sonriendo lastimero.
- ¿Pasó algo? - Preguntó preocupado por su rostro
- No ... Todo bien - Habló desanimado.
Horacio quiso tomarlo de la mano pero al hacer contacto este la retiró rápidamente, Horacio lo miró extrañado y con un deje de tristeza en su rostro, volvió su vista a la mano ajena y pudo observar que está se encontraba algo roja debido a sangre seca en la palma.
Sin pensalo lo tomó con cuidado para observar su palma - ¿Qué te paso? ¿Estás bien? - preguntó apurado viendo fijamente a los grises orbes que lo observaban con temor.
- No es nada ...
- Te voy a curar eso, espera un segundo - Dijo y desapareció con dirección al baño para tomar el kit de primeros auxilios - ¿Qué te pasó? - preguntó preocupado.
- Fue... Bueno, cosas del pasado...
- Entiendo que no quieras hablarlo ahora, pero sabes que aquí estaré para escucharte ¿No?
Viktor asintió sonriendo, los cuidados de Horacio lo hacían sentir muy feliz y sobre todo amado.
Desinfectó la herida con mucho cuidado, debido al último operativo no media la fuerza con la que apretaba el volante y eso inevitablemente hizo que las heridas sangren un poco, Horacio observaba que los orificios estaban como en forma de estrella y de quedó extrañado.
En cama listos para dormir Horacio observó una vez más que su pareja estaba distraído, absorto en sus pensamientos, no quería agobiarlo diciéndole que hablen sobre eso, pero verlo tan mal lo hacía desesperarse, queria saber que le pasaba, quería ayudarlo.
- Buenas noches mi sol - Se despidió Viktor besando la frente de su novio y sin más se acostó boca arriba.
Horacio sintió su corazón doler - Descansa rusito - Soltó triste apagando la luz de su mesita de noche.
Quería mostrarle que estaba ahí, que estará siempre ahí, para apoyarlo y cuidarlo siempre, sin pensarlo más apoyo su cabeza en el pecho de Volkov y se abrazó con cariño a su cuerpo. El ruso sonrió y rodeó al moreno con sus brazos sintiendo esa característica paz que el moreno le brindaba.
- Hoy... Bueno, hace un par de días llegó un hombre... Dice conocerme y conocer a mi familia... - soltó de repente.
Horacio alzó su rostro preocupado - Si no quieres hablarlo todavía, está bien ¿Vale? - Habló acariciando la mejilla contraria con cariño.
- Está bien, quiero hablarlo - Dijo posando su mano encima de la ajena. Relataba todo lo ocurrido, la medalla con el nombre de su padre que esperaba en su oficina, el hombre y sus relatos sobre el y su familia, contaba todo y al terminar sintió un nudo en su garganta.
Horacio rápidamente notó lo que le estaba pasando, sin mediar palabra se abrazó más y empezó a repartir besos en todo el rostro de su novio.
- Todo estará bien cariño - Dijo atrapando una lágrima que caía silenciosa por su mejilla - Pase lo que pase yo estaré a tu lado, siempre te apoyaré y estaré junto a ti para enfrentar lo que sea.
- Gracias H... - Susurró suave tratando de no hacer notar su rota voz.
No pudo evitarlo más y recostados frente a frente Viktor empezó a llorar, se sentía impotente y confundido, que alguien le recuerde su pasado no era algo agradable, así que, en su lugar seguro sintió que podía desahogarse todo lo que llevaba dentro.
Horacio repartía caricias en su cabello o su rostro susurrando que todo estará bien, que él estará siempre a su lado y que jamás lo dejará solo, de vez en cuando besaba su frente o su mejilla sin saber que todas esas muestras de cariño eran como una curita al triste corazón del amor de su vida.
Fin :D
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One Shot Volkacio.
De Todopequeñas historias que te pueden alegar el día o pueden destruirlo <3