- Querido mío ya que hoy es nuestro día libre quería invitarte a un lugar- decía sentándose junto a su pareja.
Horacio lo miró fijamente con una sonrisa en su rostro, era increíble el cambio que tuvo Volkov - Claro, ¿A donde vamos?
- Estaba pensando en un restaurante, claro, si tú quieres
- Claro que quiero - responde emocionado y lleno de ilusión.
Ambos sonrieron y se alistaron, era un restaurante bastante elegante, y ambos fueron de acuerdo al lugar.
- ¿H?¿Estás listo?
- Si si, dame unos minutos - Respondía medio gritando desde la habitación.
Volkov estaba nervioso habían pasado dos meses desde que su relación se hizo oficial, y como no pudo celebrarlo bien quería hacer algo especial aunque no sea la fecha exacta.
No era un experto en relaciones sentimentales pero había pedido consejos a sus agentes de confianza para que lo ayuden a llevar su relación de la mejor manera y hacer que Horacio se sienta bien estando junto a el.
Al verlo bajar por las escaleras sintió morir, Horacio se veía tan precioso, llevaba un traje azul oscuro, con algunos detalles en la tela, su cresta perfectamente peinada para atrás y su radiante sonrisa que derritió su frío corazón.
Sonrió embobado viendo como se acercaba a el, se miraron fijamente con una sonrisa en sus rostro y se unieron en un tierno beso.
- Te ves perfecto- Decía acariciando el rostro de Horacio
- Tú estás guapísimo- Responde Horacio sonrojado y con su corazón a mil, no podía creer que por fin, después de tantos años Viktor Volkov era su pareja y lo tenía ahí, frente a el, con una sonrisa en su rostro y con un ligero sonrojo después de un beso.
- Ten cariño mío- decía entregándole un ramo de rosas rojas.
- Pero - Decía sorprendido - ¿Estamos celebrando algo?- Decía mirándolo, algo confundido.
- Pues... No tuvimos la oportunidad de celebrar nuestros primeros meses de relación- Decía tomando las manos de su pareja- así que quería celebrarlo hoy, aunque no sea la fecha exacta.
- Bueno...
- Además, no tiene que ser una fecha especial para celebrar nuestro amor- Decía besando el torso de la mano contraria.
Quedó embobado.
Al llegar al restaurante Horacio pensaba que tenían que pedir una mesa y esperar por si no había una disponible, pero se sorprendió al ver qué había una apartada para ellos.
- Priviet caballero, Viktor Volkov.
- Buenas noches señor, acompáñeme por aquí por favor.
- ¿Ya tenías reservación?- susurraba algo confundido.
- Puede ser... - Respondía sonriendo y guiñando un ojo a su pareja.
Todavía no estaba acostumbrado a que Volkov haga eso y sintió un enorme sonrojo en su rostro, así que como pudo se abrazó al brazo de Viktor y escondió su rostro.
- Bien señores, es aquí, en unos minutos vuelvo para pedir su orden- decía entregando el menú.
Era una mesa algo alejada de todo estaba perfectamente decorada y en algunos lugares habían rosas rojas.
- Que caballero - Decía sonriendo al ver qué Volkov apartó la silla para que Horacio se siente.
- De nada cariño mío- decía sonriéndole.
La cena fue tranquila, llena de sutiles caricias, risitas nerviosas y unos cuantos besitos.
- Eh, querido mío....
-Dime - Miraba a Volkov mientas comía uno de los postres.
Este con una sonrisa en los labios limpió algo de crema que quedó en los ajenos.
- Gracias por hacer de este día uno maravilloso y perfecto.
- De que estás hablando, ha sido la mejor cita de mi vida, ha sido la cita perfecta, te tengo a ti, estamos en un lugar bastante bonito y por cierto... Este mes no comes eh - Se burlaba pensando en la cantidad de dinero que V gastó solo para ir a cenar.
- Hombre... Nos quedamos sin comer, porque también comiste tú - Intentaba picarlo.
- Si pero yo tengo passsssta.
Volkov no respondió, solo se dedicó a observar con devoción al amor de su vida.
- Gracias por hacerme cambiar cariño mío, me haces demasiado bien, contigo a mi lado la vida tiene sentido.
Horacio no respondió, sintió un nudo en su garganta, Volkov siempre salía con algo así de tierno cuando Horacio menos lo esperaba así que siempre lo tomaba por sorpresa.
- Tú... Tú salvaste mi vida, y me hiciste entender muchas cosas, gracias por todo querido mio- respondía Horacio tratando de contener las lágrimas de felicidad.
- Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado Horacio, antes no veía un futuro, no tenía planeado nada a largo plazo, ahora no veo un futuro sin ti, no veo ningún plan a futuro si tú no estás en el - hablaba sincero - No soportaría la idea de perderte....
- Ey eso no pasará, tu me cuidarás la espalda y yo cuidare la tuya, no pasará nada malo ¿entiendes?
La cena había terminado, ambos con sonrisas en sus rostros se tomaron de la mano y salieron del lugar, una vez más Viktor abrió la puerta para que su pareja entre al vehículo.
- Hombre - Decía entre risas - Y pensar que ahora me abres la puerta sin siquiera pedirte.
- Pero vamos a ver- decía contagiado por la risa de Horacio - está bien, no te abriré la puerta entonces.
- Que solo es por molestar, no te enfadeeees.
Ambos rieron como niños pequeños, se miraban y sonreían bobamente, estaban muy enamorados el uno del otro
-Siempre estaremos juntos amor mío - Habla Horacio.
No solía llamarlo por apodos cariñosos con mucha frecuencia, pero Viktor estaba seguro de que quería escucharlo llamarlo así por el resto de su vida..
FIN
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One Shot Volkacio.
Acakpequeñas historias que te pueden alegar el día o pueden destruirlo <3