Aquel día se habían tomado libre, era su aniversario y Viktor queria que su primer aniversario con el amor de su vida sea un hermoso e inolvidable.
- Buenos días - Susurró Viktor al ver qué Horacio abría lentamente sus bicolores.
- Buenos días Vik - respondió con una sonrisa en el rostro.
Ninguno quería levantarse, así que con cautela se buscaron para acurrucarse unos minutos más, sus corazones se sentían en mucha paz que no les costó nada volver a conciliar el sueño, pero después de unos segundos Viktor abrió sus ojos, con cuidado se no despertar a su pareja se soltó del agarre ajeno, se colocó un pantalón de pijama y bajó hacia la cocina, tenía un plan pensado y de momento iba muy bien.
Con una sonrisa en los labios preparaba el desayuno para el y su pareja, cantaba una canción en su cabeza mientras se movía hábil por toda la cocina.
Una vez listo el desayuno se dispuso a subir al cuarto y rogaba para que Horacio siga dormido.
Un ramo de flores fue colocado del lado de Horacio a la espera de que este se despierte.
- Amor - intentaba despertarlo lentamente - Cariño mío, despierta - Decía dejando un suave beso en su frente, a lo que Horacio respondió con una amplia sonrisa.
- Buenos días amor - respondió sonriendo - espera, ¿ya no te había dicho buenos días? - decía fregando sus ojos.
Viktor soltó una pequeña risa y acarició el rostro de su pareja - Feliz aniversario cariño mío.
Horacio prácticamente saltó a los brazos de su pareja haciendo que cayera a la cama, una vez tumbados Horacio empezó a llenar de besos el rostro ajeno - Feliz aniversario Vik - decía entre beso y beso.
Ambos sonrieron y compartieron un tierno beso antes de ponerse a desayunar, el desayuno fue ameno y bastante delicioso, Viktor sonrió victorioso ante la felicidad de Horacio, sus ojitos brillaban mucho y su sonrisa era como una caricia a su corazón.
- Mi amor, vístete, vamos a salir - dijo Viktor levantándose de la cama pero fue detenido por Horacio
- ¿No podemos duchar juntos?
Su rostro demostraba inocencia a comparación de aquella petición - claro cariño.
Vestidos y arreglados se dirigieron al pier, ese lugar era maravilloso para pasar el rato, comieron Hot dogs, combinaron sus prendas, jugaron unos cuantos juegos de la feria, caminaron agarrados de la mano por la playa y se sentaron en la arena para disfrutar de la compañía ajena.
- Está siendo un día maravilloso - Dijo Horacio colocando su cabeza en el hombro de Volkov.
- Me alegro que lo estés pasando bien cariño - Respondió buscando la mano morena para entrelazar sus dedos.
- Viktor....
- Horacio.....
- Tengo un regalo para ti - Habló el moreno - No es algo muy grande pero espero te guste - Dijo sacando una cajita de su bolsillo - Es un anillo de promesa....
Viktor al ver tal detalle no pudo evitar sonreír enamorado - H.... Está hermoso, gracias.
- Ey, dejame ponértelo - Pidió sacando el anillo de la cajita - Prometo amarte, cuidarte, hacerte feliz y sobre todo, reemplazar este anillo por uno de matrimonio, prometo estar a tu lado en todo momento y nunca soltar tu mano - Decía sonriendo mientras le colocaba el anillo.
Vikotr sonreía enternecido, definitivamente tenía que casarse con Horacio porque la felicidad y paz que le daba aquel joven de cresta no era algo común que te puede causar cualquier persona. Lo miró y sonrió, se abrazó a Horacio y plantó un sutil beso en sus labios - Prometo amarte siempre cariño mío y estar a tu lado el resto de mi vida - Respondió casi llorando de la felicidad que su corazón sentía.
Se quedaron unos minutos más en la playa, acurrucados mientras hablaban de todo.
- Amor.. te tengo una sorpresa más - dijo Viktor abrazando a Horacio.
- ¿De verdad? - Habló ilusionado con sus bicolores iluminados por el amor que sentía por aquel hombre frente a el.
- Si.... Ven, vamos a casa - Dijo poniéndose de pie y estirando su mano para ofrecer ayuda a Horacio
En aquella feria en los juegos de puntería Horacio había ganado un peluche gigante, era un oso que tenía un enorme corazón que decía "Te amo" obviamente emocionado tomó el gran premio y lo abrazó. Al terminar aquella prueba silenciosamente le obsequio aquel premio a su novio, que sonreía por ver el brillo en los ojos contrarios.
Al dirigirse al coche Viktor había abrazado a aquel peluche gigante, se arregló como pudo para abrazar al peluche con un brazo y con el otro abrazar a su pareja que reía ante aquella tierna escena que sin duda siempre la recordará con amor y ternura.
El camino a casa fue tranquilo, sus manos no se soltaron en todo el camino y aquel peluche gigante estaba sentado en los asientos de atrás, Viktor al mirar por el retrovisor sonrió al ver aquel enorme peluche, sonrió y dirigió su mirada a su novio que se había llevado la mano contraria a dejarle un beso en sus nudillos.
- No hagas eso que me dan ganas de besarte - Soltó Volkov
- Pues besame - Dijo Horacio estirando sus labios
Viktor sonrió y aparco a un lado de la calle para proporcionar atención a su pareja, compartiendo un beso tranquilo y lleno de amor, al separarse Viktor siguió con el camino a casa.
.
- Tienes que ponerte esto - dijo Viktor estirando un pañuelo a Horacio.
- Mmm vale - dijo no tan convencido de aquello.
Sintió como Viktor se bajaba del coche y se dirigía a su lado, este le abrió la puerta y le ayudó a bajarse del coche, una sonrisa adornaba su rostro, sintió la mano de Viktor sostener la suya y caminó aferrado a su brazo.
Al entrar a casa sintió un agradable olor a rosas y un sutil olor a comida que parecía recién preparada.
- Vik.... - Dijo algo asustado ya que Volkov se liberó de su agarre.
- Aquí estoy amor, puedes quitarte la venda
Con calma se quitó la venda de los ojos para ver con mucha emoción la decoración de la casa, habían velas por todos lados, enormes ramos de rosas rojas y una cena perfectamente colocada en una mesa para dos con un mantel blanco y una rosa como decoración, regresó su mirada hacia su pareja y pudo observarlo con un enorme ramo de rosas con una nota en el.
Sin pensarlo corrió hacia Volkov y lo abrazó, quería llorar de la pura emoción y felicidad que en ese momento sentía.
- Gracias Vik, esto es como un sueño - Decía soltando lágrimas de felicidad.
- Lo mejor para mi pequeño - Decía entregándole el ramo para después limpiar sus lágrimas con su pulgar.
- ¿Cenamos?
Parecía un sueño, la cena fue deliciosa, en todo momento se agarraron de la mano, se miraban a los ojos y sonreían bobamente al mirarse, sin duda aquel día iba a ser inolvidable. Al terminar la cena se mantuvieron sonriendo, Viktor invitó a qué Horacio se ponga de pie, se acercó un momento al equipo de sonido y colocó música romántica.
- Que cursi eres - dijo Horacio al ver que Volkov lo invitaba a bailar
- Así me amas - Decía Volkov recibiendo la mano de Horacio
Juntos y abrazados bailaban al ritmo de aquella canción, todo era muy cursi muy cliché pero eso no importaba, lo único que importaba era la felicidad que aquellos bicolores transmitían.
Se aferraban al otro sintiendo sus corazones latir al mismo tiempo, la sonrisa en sus rostros no se había desvanecido, si no, se había hecho más amplia al compartir aquel maravilloso momento junto a la persona que más amaban en el mundo.
Fin :3
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One Shot Volkacio.
Acakpequeñas historias que te pueden alegar el día o pueden destruirlo <3