Errores

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Receso

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Ha pasado una semana desde que hablé con Damon, el lunes solo entregué el trabajo y la profesora no hizo preguntas, y en serio estoy agradecida, así que cada uno ha estado en lo suyo… él quizás sí, yo no del todo, admito que tenía cierta esperanza de volver a hablar con Damon y no, tampoco es que haya visto la oportunidad de preguntarle cualquier cosa para sacarle tema de conversación.

Llegue a la conclusión que no debo comportarme como una adolescente estúpida y de que Damon solo quería una cosa; prefiero dejar todo como está y ya…

O hablando solo de esa parte. Owen me escribió como si nada mandándome un meme y comenzamos a hablar. Lo más seguro es que ni recuerde esa fiesta y estoy feliz por eso, aunque por segundos la duda aparece, pero la descarto de inmediato. Repito de nuevo: todo como está y ya.

En otras noticias, la idea de Delanie y Sandra de la fiesta sirvió, pues al parecer esta vez alguien más fue el centro de atención y ya son pocos los comentarios que se escuchan de mi amiga, de igual manera sigue manteniendo un bajo perfil y por suerte de Jeremy, no me lo he encontrado porque estoy segura que mis ganas de golpearlo siguen siendo las mismas de la semana antepasada.

No solo eres tú, tenlo seguro.

Y para finalizar, papá sigue en su faceta de «PadreCorrigiendoSusErrores». Es que aquí todos meten la pata. Que pereza con eso.

Se contagia con el aire.

—O sea, que… ya no hay chismes ni drama —Delanie pone una mueca y nadie dice nada.

De nuevo, los cuatro estamos en la cafetería como un día cualquiera, aunque esta vez solo pedimos algo de beber antes de entrar a las clases.

—Lamentablemente, no —contesta Anthony sorbiendo de su jugo, casi durmiéndose—. Bueno… las de drama siempre son ustedes.

Me señala a mí y mira a Sandra que también tiene cara de sueño.

—Tú eres el tercero, Toñito —aseguro y Anthony me mira mal haciendo que las tres nos riamos y luego soltemos un suspiro casi lastimero, para quedarnos en silencio y bostezar al mismo tiempo los cuatro.

—Nuestra conexión es única —murmura Sandra y asentimos—. ¿En serio no hay tema de conversación? Tú, Delanie, que conoces media universidad ¿No tienes algo nuevo?

—Te respondería que si o que no. Pero hoy es mi último día con mamá y mi cabeza está a nada de explotar, de verdad no he hablado mucho con mis conocidos.

—¿Y no era hasta el sábado que te quedabas con ella?

—Siete días exactos, nana. Yo fui a su casa el martes pasado porque decidí pasar el fin de semana con papá y me dio pereza… terminé yendo luego. Creí que se cansaría de mi antes…

Volvemos a soltar un suspiro con el mismo tono, esta vez sumando a Anthony.

—¿Ya van a tocar el timbre? —pregunta el moreno y niego con la cabeza.

—Faltan como quince minutos —le digo viendo la hora—. Hubiese ido a estudiar a Sender.

—Tendrías novio en este momento —Sandra me mira, apoyando su mejilla en un puño.

—Es cierto —se ríe Delanie sin ánimos—. ¿No volvieron a hablar? —vuelve a bostezar y la imitamos.

—No… a veces responde mis historias o estados y yo las de él, y ya. Como amigos —subo los hombros, indiferente—. ¿Y tú con el idiota no te escribiste más? —le pregunto a la rubia.