Culpable de ignorar
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—¡Vamos Tatna! —me pide Sandra por quinta vez, logrando quitarme la cobija tras mis intentos de enrollarme en ella como un pan—. Yo sé que quieres —se lanza sobre mí aplastándome. Hace tiempo no habría sido problema, ahora me asfixia—. Pronto te vas y ya no nos vamos a ver hasta Navidad.
—No.
Hago un gran esfuerzo para quitármela de encima y por fin se echa a mi lado. Se sienta y me mira poniendo puchero. Vaya que tenía tiempo sin ver a Sandra en esta faceta de «Préstame atención o hago berrinche».
—¿Y si preparamos algo aquí?
—¿Aquí?
—Sí, anda —me agita emocionada—. Una fiesta.
La miro como si le hubiera salido un tercer ojo.
—¿Intercambiaste de cuerpo con Delanie o qué mierda?
—Ella me dijo que tratara de convencerte yo. Hagamos algo, por fiiiissss —revolotea las pestañas juntando las manos—. Es por ti. No por mí. ¿Hace cuánto no vas a una fiesta…?
—La semana pasada.
—Ni siquiera la estabas pasando bien.
—¿Y qué te hace creer que aquí si la voy a… "Pasar bien"?
—Porque es en la casa. Simple. Será sencilla. Una reunió de despedida…
—¿Quiénes vendrían? —sube los hombros—. Hablen con Braiden. Él les dirá. La casa es de él. Y a ese señor no le gustan…
—Me parece excelente la idea. Díganme en qué las ayudo. Mamá sigue aquí todavía y las puede ayudar si van a decorar o algo por el estilo. Avísenme sí la fecha para despejar mi agenda.
Sandra reproduce un audio con la voz de Braiden y pongo mala cara de inmediato.
—¿Hablaron con él antes que conmigo?
—Ya tenemos permiso —se limita a contestar Sandra guardando su móvil y suspiro estresada.
—¿Para cuándo?
—Fin de semana. Delanie pregunta sí podemos invitar a…
—No.
—¿No hablaste más con él?
Miro a Sandra unos segundos antes de negar. Recuerdo la noche pasada donde me dijo eso, y desde entonces no hablamos más.
Estoy tratando de que no me afecte mucho, pero es en vano. Necesito tenerlo aquí, conmigo, ahora mismo, aunque si estaba costando con mis supuestos limites ahora que él se encargó de crear un muro de acero entre ambos es peor.
Ni siquiera lo he visto los tres días que vino para buscar a Luke, porque encima, no se les ocurre mejor cosa que hacerse muy amigos. Papá es quien se encarga de recibirlo mientras yo estoy encerrada en las paredes de mi cuarto.
Me llega un mensaje y Sandra me tiende el celular, distraída. Reviso y es un número desconocido a lo que siento un estrago en el estómago teniendo una idea de quién puede ser. Y no me equivoco al revisar.
«Ya tengo el número. Tú me dices para vernos».
—Hay algo que no les conté.
Me dirijo a Sandra dejando mi celular a un lado y ella me mira.
—¿Qué hiciste?
—Es con Lisbeth…
—Cierto ¿Por qué se estaban peleando? —parece que había esperado por hacer la pregunta, aunque ahora es que la acaba de recordar.
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Errores
RomanceEl día a día "tranquilo" y "normal" de Tatiana se verá afectado tras ciertas cosas que, la dejarán al borde de su... poca estabilidad (literalmente) Damon, el chico que siempre le ha gustado y conoce desde kínder, vuelve a acercarse cambiando algo e...