— ¿Entonces sí se vieron de nuevo? —Dijo mi amiga mientras nos arreglábamos las uñas en la habitación—.
— Si, ayer salimos a cenar pero, no sé —Negué con la cabeza abriendo la botella del esmalte—.
— ¿No te convence? —.
— No es eso —Me quedé pensando un segundo antes de continuar hablando— Me gustó la cita y lo qué pasó entre nosotros en la fiesta también pero solo hasta ahí —.
— ¿Crees que quiera algo más? —Dijo arqueando una ceja—.
— Él sabe que no busco nada serio —.
— En ese caso no tienes por qué preocuparte —Dijo sonriendo guiñando el ojo— Pero si quieres salir de nuevo con él adelante, no te detengas por Matt —.
Lucia sabía muy bien del acuerdo mío con Matt, pero al parecer el día de la fiesta no pensamos y ambos hicimos lo que quisimos en ese momento.
Se que no somos novios pero me dolería que nuestra amistad se viera afectada después de tantos años por involucrarnos con más personas, íntimamente hablando.
— Voy a hablar con él —Dije convencida— Tal vez y llegu... —.
Escuchamos una puerta cerrarse de golpe lo que nos hizo exaltar, pasaron unos segundos y nos quedamos mirando en silencio por si oíamos otra cosa.
Una voz se hizo presente y de inmediato supe de quién se trataba.
— Es mi madre —La mire confundida levantándome del suelo— Ahora vuelvo —.
Bajé por las escaleras escuchando una clase de discusión, abrí los ojos sorprendida recordando la llamada en la boda ya que lo más probable es que de eso se tratara.
Llegué al último escalón donde apenas podía lograr verlos.
— ¿Te parece justo? —Decía Tom con un tono sarcástico—.
— ¡Ya te lo expliqué! —Dijo mi madre levantando la voz—.
— ¡Pues vuélvemelo a explicar! —.
— Tom, ahora no tengo tiempo para esto —Escuché unas llaves y el ruido de las maletas topándose una con otra—.
— ¡Nunca tienes tiempo! —Su voz subía de tono cada ves más— ¡Ni siquiera por ser nuestra luna de miel!
— ¡Te comportas como un niño! —Se quejó entrando a la cocina y después salió con una botella de agua en la mano—.
A estas alturas sus gritos se escuchaban por toda la casa, fruncí el ceño y me detuve un momento antes de dar la cara.
— ¿Mamá? —Me acerqué nerviosa— ¿Que está pasando? —.
— Liv, no es nada —Dijo sin mirarme tomando del agua— Surgió un problema y tuvimos que volver antes —.
— Pero escuché gritos —Hablé en voz baja viendo a Tom quien sólo veía al piso—.
Ambos se quedaron callados, luego mi madre tomó su bolso dejando todo el equipaje ahí en el piso para después salir por la puerta sin decir nada.
Antes de que pudiera decir algo, escuché a Lucy bajar, volteé y vi su cara apenada sin saber que hacer.
— Creo que será mejor que me vaya —Asentí acompañándola a la salida—.
— Lo siento —Me disculpé dándole un abrazo rápido— Te veo luego —.
Me giré aun procesando lo que acababa de ocurrir, camine a la sala y me acerqué lento a Tom buscando una respuesta.
— ¿Tu si me dirás qué pasó? —Pregunté con miedo a que siguiera muy enojado—.
— Tu madre tenía que ir a resolver unas cosas del trabajo con "urgencia" —Dijo haciendo comillas con los dedos y rodando los ojos— Prefirió regresarse antes que hacerlos esperar unos días más —.
— ¿Entonces por eso se fue? —.
Me sentí aliviada al saber que aún no sabía nada del embarazo así que lo mire comprensiva y sonreí levemente.
— Dime, ¿que va ser más importante que tu luna de miel? —Se veía decepcionado y sin ánimos—.
— Bueno, mamá dijo que está cerca el desfile en Milán —Traté de bajar su enojo explicándole— No digo que sea más importante que ustedes pe... —.
— No es la primera vez qué pasa —Me interrumpió mirando por encima de mi hombro— Ya habíamos discutido por esto antes —.
Joder, mamá.
— Ella ama su trabajo —Dije tomándolo del hombro para que volteara a verme— Pero estoy segura que no más que a ti.
Me sentí mal diciendo eso pero tuve que hacerlo para que se pudiera sentir mejor y que no sospechara nada.
Me miró con una expresión de cansancio y solo asintió sin decir nada.
Luego de unos minutos decidí romper el silencio, no podía pasar así el resto del día.
— ¿Quieres que te prepare un té? —Dije sonriendo mientras caminaba hacia la cocina—.
— Claro —Me siguió a paso lento recargándose en el fregadero con sus manos dentro de los bolsillos del pantalón— Siento que hayas escuchado todo eso —.
— Descuida —Me encogí de hombros volteando a verlo de reojo— Es normal tener discusiones —.
Me miró cabizbajo y supe que en verdad la estaba pasando mal. Debía cambiar la conversación para bien de los dos.
— ¿Es cierto que modelarás para Prada el próximo mes? —Dije emocionada sonriéndole—.
— Ya te enteraste —Soltó una risita nerviosa moviendo su piercing con la lengua— Si, es verdad —.
— Increíble —Felicité aplaudiendo un poco haciendo que volviera a reír— No puedo esperar a verte —.
— Estaré encantado con tu presencia ahí Oliva —.
Sonreí dando la espalda para tomar dos tazas iguales de uno de los gabinetes y las acerqué a la estufa donde tenía hirviendo un poco de agua.
— ¿Tienes planes para hoy? —Preguntó de repente sorprendiéndome por completo—.
Me giré para verlo sin saber que decir, confundida le tendí la taza de té.
— ¿A que viene eso? —Dije finalmente sentándome frente a él—.
— Quería invitarte a salir —Dijo simplemente esperando mi respuesta— Pero si ya tienes planes, lo podemos dejar para otro día —.
— Estoy libre —Sonreí—.
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Gracias a las personas que se toman su tiempo en leerla, espero les esté gustando<3