— ¿Volverás a salir? —Dije acercándome hasta él a paso lento, veía cómo se peinaba el cabello frente al espejo dejándolo caer por sus hombros quedando completamente atractivo—.
— Regresaré temprano a casa —Me miró un segundo para luego seguir arreglándose, la verdad no quería que saliera de nuevo y menos sabiendo que era para embriagarse así que puse mi mejor cara y lo tomé del brazo—.
— Tom —Dije llamando su atención de inmediato, agaché la mirada y suspiré antes de hablar— Preferiría que te quedaras conmigo —.
Se giró quedando frente a mi y me tomó de la barbilla haciendo que nuestros ojos se encontraran, amaba cuando hacía eso porque para mi era un placer mirarlo.
— ¿En serio? —Arqueó una ceja sonriendo y se cruzó de brazos esperando una razón por la que le pedía quedarse—.
— No me gusta que vayas a esas fiestas a embriagarte —Contesté sincera viendo como su sonrisa se borró ya que no estaba bromeando— Sé que es difícil la situación con la que estamos viviendo pero tienes que seguir adelante y realmente te entiendo, yo también lo haría eso de beber y beber hasta perder la consciencia pero créeme que no me llevaría a nada bueno y sobretodo no solucionaría nada —.
Pasó un mechón de su cabello por detrás de su oreja escuchándome atentamente, parecía que lo estaba regañando y es que si no le decía las cosas como eran seguiría haciéndolo.
— Así que por favor, quédate —Dije casi suplicándole a punto de llorar, de verdad que me ponía mal cada que se iba y ya no quería verlo llegar así de perdido— No podría soportar que te pase algo por conducir ebrio —.
Las lágrimas se hicieron presentes en cuanto terminé de hablar, la idea de perderlo a él también me daba escalofríos de solo pensarlo.
— Oh Olivia —Dijo acercándose a mi para limpiar mi llanto con sus manos acunando mi rostro, me miró por unos segundos y asintió cerrando los ojos— Me quedaré contigo —.
— Gracias —Agradecí sonriendo entre lágrimas sintiendo que ya podía sentirme tranquila, podría dormir sin tener que despertar entre la noche para revisar si Tom había llegado—.
— Perdóname, no sabia que te afectaba tanto —Dijo avergonzado sentándose en la cama para quitarse los zapatos— Pero tienes razón, no llegaré a ningún lado viviendo con el alcohol en mis venas, es solo que no sabía como más olvidarme de todo esto —.
— No necesitas olvidar —Me senté junto a él apoyado mi cabeza en su hombro— Sólo tienes que aprender a superar, no es fácil pero se puede hacer y sin necesidad de beber —.
— Gracias por preocuparte por mi —Dijo recargando su cabeza con la mía, sonreí aliviada al lograr que cambiara de opinión—.
— Es lo mínimo que puedo hacer, tu siempre has estado ahí para mi —De verdad me sentía agradecida con él porque siempre me trató muy bien desde que nos conocemos, a cómo me hubiera gustado ser tratada por mi padre— Bueno pues, ¿que te parece una noche de chicas? —.
Volteó rápido a verme arqueando una ceja y no pude evitar soltar una carcajada, definitivamente no tenía idea de lo que tenía planeado para él.
— De acuerdo —Asintió riendo conmigo y por primera vez sentí una conexión real entre nosotros, no se como explicarlo pero lo sentí—.
Fuimos a mi habitación para ver una película, nos tiramos en el suelo mientras comíamos snacks y de vez en cuando dejábamos de mirar la pantalla por platicar de cualquier cosa que se nos viniera a la mente, la verdad es que Tom era muy bueno escuchando y dando consejos que casi me olvidaba que se trataba de mi padrastro, me podría acostumbrar fácilmente a esto.