17.

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Luego de unos quince minutos de esperar a Tom aun en la cama, comenzó a darme sueño haciendo que mis ojos se cerraran solos poco a poco, vi la hora y la verdad ya era muy tarde como para que llamaran de la agencia a menos que sea algo muy urgente.

Fruncí el ceño pensando que tal vez pudo ser alguien más quien lo llamó y no quiso decirme, ¿pero quien? Mi cabeza se lleno de imágenes de él con otras mujeres viéndose a escondidas, pude sentir como comenzaba a volverme insegura pensando qué tal vez ha estado con alguien más todo este tiempo y yo estando aquí a punto de acostarme con él.

Él dijo que le gusto.

No puede estar con alguien más.

Las lágrimas amenazaban con salir por mis ojos de solo pensar que pudiera ser verdad. Que infantil.

Tragué saliva tratando de alejar esos pensamientos y me acomodé preparándome para dormir, obviamente Tom no regresaría a buscarme.

Apagué la lámpara junto a mi cama y cerré los ojos relajándome entre las sábanas, no pasaron ni treinta segundos cuando escuché unos pasos acercarse, fingí estar dormida una vez que abrió la puerta.

— Olivia —Dijo en voz baja caminando hacia dentro, sentí como la cama se hundió de un lado y abrí los ojos un poco encontrándolo sentado junto a mi viéndome— Lo siento si te hice esperar —.

— Solo quiero dormir —Respondí volviendo a cerrar los ojos, sentí como se inclinó y besó mi frente—.

— No estes molesta por favor —Dijo tocando mi rostro tan suave como si me fuese a lastimar— Estar contigo es lo que más quiero ahora —.

Lo miré de reojo viendo su carita que parecía decir la verdad, sonreí asintiendo y me hice a un lado haciéndole espacio. 

— Puedes quedarte a dormir conmigo, si quieres —Me sonrió moviendo la sábana para acostarse y pasó su brazo por detrás de mi cabeza para abrazarme—.

— Buenas noches Olivia —Susurró en mi oído haciéndome estremecer, me pegué más a su cuerpo y dejé un beso en su cuello—.

— Buenas noches Tom —.

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Luego de un par de semanas las cosas empezaban a mejorar, Tom ya no salía de fiesta mas que una que otra reunión con amigos o a veces eran aquí en casa lo cual me tenia mucho más tranquila a demás de que ahora dormíamos juntos todas las noches.

Los dos la pasábamos muy bien últimamente, no habíamos repetido lo de aquella ocasión ni tampoco lo retomamos pero si nos besábamos de repente ya sin sentirnos culpables, me hacía sentir tan especial y me consentía muchísimo tanto que me atrevo a decir que jamás había sido tan feliz con alguien, salíamos al cine o a cenar fuera de la ciudad por si acaso, incluso veíamos juntos el atardecer algunas veces, muy romántico.

Pero solo quedaba entre los dos, nadie sabía que él y yo estábamos empezando un tipo de relación más allá de lo familiar.

Ayer por la noche llamó el abogado de mi madre para hablar con Tom explicándole algunas cosas del testamento que sin saber ya tenía hecho, los puntos más importantes eran que la casa quedaría a mi nombre al igual que los coches, también que si algo le pasaba a ella yo me quedaría con la agencia al cumplir los veintiún años si así lo deseaba, pero como aún faltaban tres años para eso Tom quedaría a cargo hasta entonces y el otro punto era que como ya era de esperarse, él quedaba completamente a mi cargo y a total responsabilidad.

La noticia de tomar las riendas en la agencia me tomó por sorpresa, claro que quería pero también quería seguir estudiando y ya después comenzar a trabajar ahí, lo bueno es que aún tengo tiempo para decidir.

Tom tenía la pasarela de Prada en unos días lo cual me emocionaba muchísimo porque nunca lo había visto modelar y además era su regreso después de la pérdida de mi madre, me dijo estar nervioso pero se que lo haría muy bien y que se vería demasiado atractivo, sería en Los Ángeles así que iríamos un día antes del evento para descansar.

Hoy teníamos una cita en el jardín, haríamos una especie de picnic con velas y algunas luces que colgaban de un árbol a otro ya que no podíamos salir en público aparentando ser una pareja común y corriente, prepararía algunos bocadillos y postres para compartir y también usaríamos ropa linda para la ocasión.

— Olivia —Dijo tocando mi puerta mientras yo terminaba de secarme el cabello—.

— Está abierto —Contesté desviando mi vista del espejo, entró sonriendo usando unas bermudas beige y una camisa de estampado medio abierta, se veía guapísimo— Que bien te ves —.

— Gracias —Sonrió ampliamente moviendo su piercing de un lado a otro con su lengua, amaba cuando hacía eso— Solo venía a decirte que iré  al súper por el helado que me pediste —.

— Claro —Dije asintiendo regresando mi vista al espejo para continuar secando mi cabello— Yo aún tengo que cambiarme de ropa —.

— De acuerdo, no tardaré —.

Salió por la puerta dejándome babeando por él, me encantaba cuando usaba ese tipo de atuendos porque normalmente se vestía más formal por así decirlo pero aún así me encanta.

Escogí entre muchas opciones de vestidos uno midi de tirantes con una abertura en un lado de la pierna color claro con flores pequeñas por todas partes, perfecto para la ocasión. Dejé mi cabello suelto y agregué un poco de perfume que solo usaba ciertas veces para algo especial.

Bajé a la cocina por las cosas que necesitaríamos y tomé una manta llevándola hacia afuera, acomodé todo en el césped y prendí las luces dándole el toque final, se veía todo tan lindo que parecía sacado de una película.

Me senté para servir un poco de vino en dos copas dejándolas listas para tomar y prendí las velas, luego de unos minutos llegó Tom saliendo al jardín para encontrarse conmigo.

— Hola —Sonreí viendo cómo se acercaba admirando la escena, me sentí nerviosa pensando qué tal vez no le gustó pero enseguida me sonrió demostrando lo contrario—.

— Hola —Dijo sentándose junto a mi besando mi mejilla— Se ve increíble Olivia, me encanta —.

— Me alegra —Dije abriendo una charola con diferentes tipos de quesos y frutos para comenzar— ¿Quieres? —.

— Claro —Sonrió tomando un poco y llevándolo hasta su boca, me miró de arriba a abajo lo que hizo que me sonrojara— Te ves preciosa —.

— Gracias —Dije acomodando mi cabello antes de tomar un bocadillo, esto era tan lindo, normalmente no hacía estas cosas con nadie pero me nacía hacerlas con él—.

Continuamos comiendo y pasándola muy bien por el resto de la noche, la manera en la que me miraba era indescriptible, sus ojos parecían brillar y me repetía constantemente lo bonita que estaba, nos besamos un par de veces y la verdad amaba tenerlo aquí conmigo.

— Voy por el helado, casi lo olvido —Dijo levantándose de la manta para correr a la cocina, yo lo esperaba paciente disfrutando de la vista de la luna y las estrellas en el cielo, cuando regresó llevaba sus manos por detrás de su espalda escondiendo algo— Te traje algo —.

Me tendió un ramo de flores hermoso haciéndome abrir los ojos y la boca por la sorpresa, amaba las flores.

— ¿Y esto? —Sonreí viéndolo encantada tomándolas en mis manos, las llevé hasta mi nariz y cerré los ojos perdiéndome en su olor—.

— Son para ti —Dijo nervioso rascándose la nuca, que ternura—.

— Me encantan las flores —Me acerqué dándole un beso corto en los labios— Gracias Tom —.

— De hecho te las traje por una razón —Se aclaró la garganta desviando la mirada, lo mire confundida esperando a que hablara— Se qué tal ves es muy pronto pero en verdad me gustas Olivia y quiero que me veas como algo más y no como tu padrastro —.

Sentía que el corazón se me iba a salir, no pensé que hablaríamos de esto ahora pero a decir verdad ya habían pasado muchas cosas entre nosotros como para ignorar el hecho de que no éramos nada por así decirlo. 

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Ayyy que romántico se puso todo, disfruten<3

𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎  {Tom Kaulitz}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora