8.

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Todo este asunto no me daba buena espina, me ponía nerviosa lo que tuviera mi madre por decirnos. Aunque siendo sincera, ya tenía en mente una cosa en específico.

Quise consentirme aplicándome una mascarilla en el rostro, tenía que dejarla treinta minutos así que llame a Lucy en lo que pasaba el tiempo de retirarla.

Le conté lo que había pasado entre Tom y yo y casi se desmaya por la impresión, le hice jurar que no diría nada mucho menos a Matt.

Me dijo que de estar en mi lugar, habría hecho lo mismo sin pensarlo dos veces ya que los pocos instantes que vio a Tom fueron suficientes para que babeara y es que no es de esperar menos, él es uno de los modelos más cotizados del país además de su gran atractivo, claro.

— Pues te envidio Liv —Dijo al otro lado de la línea bufando— Está para chuparse los dedos —.

— ¡Es mi maldito padrastro Lucia! —Ambas nos reímos como todas unas niñas intercambiando chismes—.

— Pero uno muy guapo —Enfatizó el "muy" riendo—.

— Tanto que termine besándolo —Dije tapando mi cara borrando esos pensamientos que no me dejaban en paz— Por cierto, mamá dijo que saldríamos esta noche porque nos tenía una sorpresa y estoy segura que se trata de su embarazo.

— No lo dudo, tiene que decirlo antes que la panza empiece a delatarla —Dijo riéndose como si se tratara de un chiste—.

— Esto es serio —Le dije tratando de no reírme— ¿Que se supone que diga cuando mamá de la noticia? —.

— Tienes que actuar sorprendida Liv, aunque no te encante la idea no puedes dar sospechas —.

— Como quisiera que fuera un mal sueño —Suspiré al teléfono viendo mi reflejo en la pantalla—.

Me despedí de mi amiga prometiendo que la llamaría llegando a casa por si algo salía mal.

Me retiré la mascarilla una vez seca arrojándola en el cesto de basura que tenía junto a la puerta, tomé mis cosas de maquillaje y las dejé en la cama mientras decidía que ropa usar.

Esto debe servir.

Me vi en el espejo confirmando que efectivamente mi outfit había quedado justo como pensaba. Recogí mi cabello en un moño y salí por la puerta.

Mi madre y Tom ya estaban listos esperándome así que en cuanto me vieron caminamos hasta el coche en dirección a la dichosa sorpresa.

El camino fue demasiado incómodo para mi, se la pasaron dándose caricias y halagándose todo el tiempo mientras yo solo me limitaba a ver por la ventana.

En otras circunstancias estaría más que feliz de que actuaran así pero con el embarazo de mamá de otro hombre y mi beso con Tom, ya no sabía que pensar. 

Vaya familia.

Llegamos a un lugar donde había una terraza preciosa que nos dejaba ver toda la ciudad desde lo alto.

Pedimos una botella de vino junto con una entrada en lo que nos decidíamos que elegir para cenar.

— Y bueno —Comenzó a hablar Tom mirando a mi madre— Qué era esa sorpresa que nos tenias que dar cielo —.

— Pues quería esperar para decírselos pero —Hizo una pausa mirándonos emocionada— Ya que mi viaje a Milán es en unos días, preferí hacerlo antes de irme.

Oh no. Aquí viene.

— Estoy embarazada —Dijo aplaudiendo con los ojos llenos de felicidad—.

— ¿Que?—Gritó Tom levantándose de inmediato de su asiento con su rostro lleno de amor abrazando a mi madre alzándola un poco del piso—.

Yo seguía en shock sin decir nada solo los veía cómo celebraban cómo si no estuviera justo frente a ellos. No puedo creer que esto esté pasando.

— ¿No dirás nada Liv? —Dijo Tom viéndome sin quitar la enorme sonrisa que tenia—.

— Lo siento —Dije acercándome a mamá abrazándola— Es una gran noticia —.

Sonreí lo más sincera posible recordando mi conversación con Lucia, trague saliva despejando mi mente y tomé asiento de nuevo en la silla.

— Me alegra que hayan tomado bien la noticia —Dijo mamá riéndose nerviosa sentándose junto a Tom— No sabía que reacción tendrían —.

— ¿Como no íbamos a tomar bien la noticia? —Dijo incrédulo besándola rápidamente— ¿Cierto Olivia? —.

Me limite a sonreír y así me la pase toda la cena, el único tema de conversación fue ese literalmente, solo de vez en cuando comentaba a lo que decían o veía mi celular.

No es que no me ponga feliz por tener un hermanito o hermanita, aquí el problema es que ese bebé es de otro hombre y así será siempre.

No creo poder cargar con este secreto toda la vida, no si veo como crece junto a Tom sin que él sepa la verdad.

El camino de regreso a casa fue aún más incómodo de lo que pensé, todo lo que escuchaba era lo contentos que estaban y lo bien que les caía la noticia en estos momentos.

Cuando llegamos me disculpé diciendo que ya tenía mucho sueño, les deseé buenas noches a ambos y subí a mi habitación.

Me puse la pijama sintiéndome más tranquila al escuchar completo silencio, justo eso necesitaba, paz después de tanto caos.

Revise la hora y me preparé para dormir recorriendo un lado de la cama quitando un poco la sábana para poder entrar en ella cuando escuché a alguien tocando la puerta. Bufé molesta acercándome para abrirla.

Maldición.

— ¿Qué pasa? —Dije frunciendo el ceño frotándome un ojo por el sueño—.

— Tengo que hablar contigo Olivia —Dijo en voz baja mirando por el pasillo asegurándose que nadie nos viera, y por nadie me refería a mi madre—.

— ¿A esta hora? —Me quejé suplicando para mis adentros que se fuera— ¿No puedes esperar a mañana? —.

— Por favor —Dijo casi rogando para que lo dejara pasar—.

— Está bien —.

Cerró la puerta echando un último vistazo al pasillo y me tomó del brazo sentándome en la cama junto a él.

— ¿Y bien? —Dije cansada saltando un bostezo—.

— Lo qué pasó entre nosotros no fue solo culpa tuya —Me miró nervioso entrelazando sus manos hacia delante—.

Solté una risita sarcástica levantando una ceja sin quitarle los ojos del encima.

— Escucha —Dijo serio tomándome del hombro— Me gustó —.

Casi me ahogo con mi propia saliva cuando soltó esas palabras, debo admitir que sentí como una chispa de adrenalina me recorría el cuerpo al saber eso.

Ahora si estoy en problemas.

— Es la razón por la que no me opuse —Siguió explicándome mientras yo permanecía callada— Me gustó besarte Olivia pero la realidad es que soy tu padrastro y amo a tú madre, más ahora que tendremos un bebé —.

Cerré mis ojos negando con la cabeza repetidas veces deseando gritarle la verdad pero no podía, por mas egoísta que suene prefiero que no se entere para que no se vaya, él no.

— Lo sé —Dije al fin después de unos minutos de silencio— Créeme que no volverá a suceder, otra vez lo siento —.

— No te disculpes —Me dijo tomando mi mano lo que hizo que lo mirara directo a los ojos— Yo soy el que debería pedir perdón —.

— Fue culpa de ambos pero ya pasó —Finalicé sonriendo soltando su mano—.

— Bien —Se levantó de la cama y caminó en dirección a la puerta— Debo irme a dormir, que descanses —.

Antes de que pudiera contestar cerró la puerta dejándome sola con mis pensamientos.

— Buenas noches —Dije para mi sola—.

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Gracias por seguir leyendo, disfruten <3

𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎  {Tom Kaulitz}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora