— ¡Liv apúrate! —Escuché a mi abuela gritándome ya desesperada desde el otro lado del departamento— ¡Se hace tarde para la ceremonia! —.
— ¡Ya voy! —Rodé los ojos mientras le gritaba de vuelta, a este punto ya estaba harta al ser la quinta vez en los últimos diez minutos que me apresuraba— Maldición—.
Tenía mi vista clavada en el espejo mientras me maquillaba cuando de un momento a otro sentí el pánico y los nervios apoderándose de mi haciendo que las manos me comenzaron a sudar y mi corazón latiera mas rápido de lo normal todo debido a una cosa.
Hoy me graduó de la carrera.
No podía creer que luego de dos largos años de estudiar, desvelarme haciendo proyectos e incluso pasar días sin dormir, de poner mi mejor esfuerzo y dedicación por fin me graduaba.
La verdad no había sido nada fácil y aunque pensé algunas veces en renunciar y darme por vencida, Alexa siempre estuvo ahí apoyándome o más casi obligándome a continuar lo cual le agradezco infinitamente, y es que si no hubiera seguido su consejo ahorita no estaría alistándome para mi graduación.
Me sentía nostálgica de solo pensar que ya la escuela había acabado y que ahora me esperaban otro tipo de responsabilidades por ser mayor de edad, una nueva vida de adulto.
Me miré de nuevo el espejo tratando de hacerme un delineado lo más rápido posible sin fallar en el primer intento lo cual para mi buena suerte logré, apliqué una buena cantidad de blush y sonreí satisfecha por el resultado, abrí mi bolso tomando mi gloss favorito y pasándolo por mis labios dejando una capa brillosa en ellos concluyendo por fin con el maquillaje.
Salí de la habitación a prisa mientras veía el reloj en mi muñeca confirmando que efectivamente ya íbamos tarde, maldije en voz baja acercándome a la entrada donde ya se encontraba mi abuela lista esperándome ahí de pie desde lo que parecía para ella una eternidad.
— Ya era hora —Dijo con sarcasmo en cuanto me tuvo frente a ella, tomó su bolso pasándolo sobre su hombro y colocándose un par de gafas de sol—.
— Lo siento —.
Sonreí burlona alzando los hombros y pasando una mano por mi cabello trayéndolo todo hacia un lado para dejarlo descansar por delante.
En cuanto vi que estaba lista para salir del departamento, hablé rápido sobre lo que llevaba semanas queriendo saber antes de si quiera pensarlo bien, haciendo que se detuviera en seco.
— ¿Sabes si recibió la invitación? —Pregunté con voz temblorosa desviando la mirada hacia mis pies— Traté de comunicarme a casa hace días pero no recibí respuesta —.
Mi abuela dió un par de pasos al frente acercándose a mi sin responder lo cual hizo que subiera mi mirada hasta ella esperando algún tipo de regaño de su parte ya que no le gustaba en lo absoluto que preguntara por él.
Suspiró negando suavemente limitándose a observar mis gestos, cerré los ojos por unos segundos tragando saliva deseando no haber dicho nada y guardármelo.
— Bien —Dije finalmente fingiendo que no me sentía esperanzada de que pudiera llegar a tiempo—.
— Lo siento cariño —Dijo tomando un mechón de mi cabello entre sus dedos jugando con el, sé que en verdad no se siente mal por ello y que solo quiere tratar de hacerme sentir mejor— Anda que John ya está abajo esperándonos —.
Me miró de arriba a abajo sonriendo una vez que se encontró con mis ojos, asentí levemente un par de veces como si no hubiera pasado nada y luego de unos segundos se dio la media vuelta dándome la espalda para salir por la puerta.