Ha pasado ya una semana y Tom seguía sin hablarme para nada, por mas que me acercaba e intentaba hablar con él simplemente me ignoraba.
De verdad me rompía el corazón estar así con él porque me hacía sentir que en esta casa solo era yo quien vivía aquí, solía salir muy temprano por la mañana sin avisar mientras que yo solo me dedicaba a llorar sin saber que más hacer.
Tenía que hacer que me escuchara a cómo de lugar, no podía ni quería seguir con esto así.
Miré el reloj sabiendo que faltaba poco para que Tom regresara a casa y baje a sentarme en la sala esperándolo, me sentía nerviosa de solo pensar que probablemente volvería a ignorarme pero debía intentarlo.
Extrañaba tanto su voz y sus miradas coquetas cuando nos besábamos.
Escuché la puerta de un coche cerrarse y rápido me preparé acercándome a abrir para recibirlo.
— Tom necesito que me esc... —Me calle al instante al ver quien tenía enfrente—.
Ay ahora no.
— ¿Que haces aquí? —Dije frunciendo el ceño mientras me cruzaba de brazos— Te dije claramente que no volvieras —.
— Es que quería hablar contigo —Dijo con voz apenada—.
— Matt de verdad que ahora no puedo —Me asomé por detrás de él para asegurarme que Tom no viniera llegando—.
— ¿Estás esperando a alguien? —Se giro viendo a la calle—.
— Eso no es de tu incumbencia —.
No puedo creer que venga después de insultarme como lo hizo.
— Por favor Liv, no me gusta que estemos peleados —Suplicó dando un paso hacia delante—.
— Debiste pensar en eso antes de hablarme de la manera en que lo hiciste ese día—Contesté seria aún dolida por ello—.
— Lo sé y por eso vine —Parecía desesperado buscando mi aprobación—.
Maldición ya que.
— Cinco minutos —Dije finalmente dejándolo pasar—.
Nos sentamos en la sala dejando que hablara mientras rogaba que no llegara Tom estando Matt aquí.
— Liv te pido perdón, no pensé en lo que dije pero es que los vi ahí teniendo una especie de cita con velas y rosas y enloquecí pensando lo peor —Tragué saliva solo dedicándome a escucharlo y guardando total silencio— Yo te quiero mucho, lo sabes y ya se que podemos salir con otras personas sin problema solo que bueno aquí se trata de tu padrastro y no de cualquier chico —.
Trágame tierra.
— Pero se que no harías algo así —Se rió un poco a lo que yo desvíe la mirada sintiéndome pequeña, si tan solo supiera— ¿Cierto? —.
Me puse de pie evadiendo el tema y camine unos pasos alejándome.
— Escucha, Tom está por llegar y no quisiera que... —.
— Contéstame Liv —Se acercó a mi frunciendo el ceño y tomándome del brazo deteniéndome al instante— ¿Ustedes tienen algo? —.
— Suéltame —.
— ¡Dímelo! —Me apretó más fuerte comenzando a lastimarme— ¿Estás acostándote con él? —.
Sentí unas ganas inmensas de llorar queriendo correr a abrazar a Tom para que me cuidara.
Por favor que ya llegue a casa.
— Ya basta me estás lastimando —Dije con la voz entre cortada, me miró con los ojos llenos de rabia justo como había pasado ese día—.