— Te ves preciosa Liv —Dijo mi madre viéndome de reojo mientras terminaban de maquillarla—.
— Gracias —Respondí sencillamente con una sonrisa sin mostrar mis dientes— Mamá... ¿Estas segura de esto? ¿De verdad esto es lo que quieres?
Giró su cabeza para mirarme unos segundos y sin decir nada volvió su vista al espejo con luces a los costados que tenía frente a ella.
Mi madre había conocido hace unos meses a un chico mucho más joven en una fiesta organizada por la agencia de modelos con la que ella trabaja y desde ese día no paró de hablar de él, empezaron a salir y al poco tiempo lo trajo a casa para presentármelo. Hoy es su boda.
No voy a negar que al principio la idea de mi mamá saliendo con alguien que podría ser su hijo me pareció ridícula pero en cuanto lo vi supe porque estaba tan "enamorada" de él.
Era muy atractivo, caballeroso, considerablemente alto, ojos cafés y tenía un piercing en el labio lo que lo hacía tener un toque más sexy.
— Estaré en el lobby con los demás —Avisé caminando hacia la puerta de la habitación de hotel, solo escuchando el sonido de mis tacones ya que no tuve respuesta—.
Presione el botón del elevador que indicaba el primer piso y esperé paciente a que este bajara, para mi suerte iba vacío así que acomodé mi vestido viéndome en el reflejo del cristal que no estuviera muy corto en la parte de atrás.
Caminé lento viendo algunos de los invitados entrando por la puerta principal a lo que me limité a sonreír y levantar la mano de vez en cuando en forma de saludo.
— Hola —Sentí como una mano tocaba mi espalda cerca de mi hombro—.
— Tom —No pude evitar mirarlo de arriba a abajo. Se veía muy bien con su esmoquin negro y su cabello largo recogido en una especie de moño—.
Le sonreí apenada a lo que soltó una clase de risita, me miró de la misma forma que yo lo hice y clavó su mirada en mi.
— Se llegó el día —Dije juntando mis manos hacia delante— ¿Nervioso? —.
— Mmm... —Desvió la mirada buscando una respuesta y sonrió viendo hacia el suelo— Supongo que es normal estar nervioso el día de tu boda —.
— Si, es cierto —Asentí volteando hacia el salón donde sería la ceremonia— Voy a entrar, suerte —.
Me agradeció y se acercó a unos cuantos familiares que venían en su dirección.
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Veía como la pista de baile comenzaba a llenarse de parejas rápidamente en cuanto sonó una canción lenta.
— ¿Quieres bailar? —Escuché una voz suave en mi oído—.
— Claro —Me levante de mi asiento tomando de la mano a mi acompañante— Vamos—.
Matt era algo así como mi novio. Nos conocíamos desde pequeños y siempre hemos tenido una conexión especial. Aun así, por alguna razón no formalizábamos nada ya que estábamos en nuestros dieciocho y ambos amábamos salir a conocer gente nueva así que no había ningún tipo de ataduras ni compromisos.
— No sabía que vendrían tantas personas —Dijo viendo a su alrededor—.
— La mayoría son amigos de mamá —Me reí viendo hacia ella— Se ve muy alegre—.
— Es su boda Liv, ¿por que no lo estaría? —Habló levantando las cejas con un tono de obviedad—.
— Ya lo se —Solté un suspiro y volteé viendo a Tom quien bailaba manteniendo una sonrisa enorme sin despegar los ojos de su ahora esposa— Es solo que... tú sabes, por la diferencia tan notoria de edad no estoy segura que funcione del todo —.
— ¿No dices que él la trata como una reina? —Sus palabras me hicieron pensar en las veces que otros hombres con los que llegó a salir la trataban así de bien para luego terminar sin dar explicaciones según tenía entendido—.
— No me refiero a que la trate mal, si no que no la noto convencida al cien por ciento —Hice una mueca—.
— O sea que tú madre no está enamorada —Dijo susurrando a centímetros de mi cara—.
— No lo se, solo no me encanta esto —Finalice con una media sonrisa cuando vi a mi madre caminando en dirección a mi— Hablando de reinas—.
— Felicidades a los novios —Aplaudió mi acompañante solo lo suficientemente fuerte para escucharlo nosotros— Es una hermosa boda Tom—.
— Muchas gracias —Sonrió para luego tomar a mi madre de la cintura—.
— Gracias —Dijo ella acomodando su cabello hacia un lado trayéndolo delante— No sabía que bailabas Matt—.
— Ni yo —Soltamos una carcajada a lo que él hizo una especie de reverencia hacia mi madre— ¿Me permite? —.
Ella volteó apenada a ver a Tom y él asintió en respuesta, viendo cómo se alejaban un poco para comenzar a bailar.
— Ya que te quedaste sin pareja de baile, aquí me tienes —Me sonrío nervioso haciendo que yo me sintiera igual— Vamos a bailar —.
— Solo una, ya no aguanto estos tacones —Los mire y pensé que no había sido buena idea usarlos si ya sabía que eran demasiado incómodos—.
Nos dirigimos a las demás parejas para movernos de acuerdo a la música lenta que estaba sonando.
Me tomó de la cintura con delicadeza pegándose a mi lo suficiente como para que su perfume inundara mis fosas nasales, cerré los ojos por el rico aroma y cuando los abrí, mi vista era del moño negro que llevaba en el cuello.
Tengo que admitir que bailar con Tom me incomodaba un poco pero de una buena manera, no se como explicarlo. Sé que ahora ya no solo es el novio de mi mamá si no que se convertiría en mi padrastro y sinceramente no estoy segura si me gusta la idea.
Continuamos bailando el resto de la canción y una vez terminada me dio una vuelta haciendo que mi vestido se levantara un poco formando un circulo.
— Gracias por bailar conmigo Olivia —Sentí como se me erizaba la piel de solo escucharlo decir mi nombre, jamás me ha dicho Liv desde que lo conozco—.
— Gracias a ti Tom —Le sonreí como niña pequeña— O ¿debería decirte papi?
En cuanto las palabras salieron de mi boca me arrepentí. Él abrió los ojos levantando las cejas sorprendido. Se rascó la nuca nervioso y al final se rió.
— Lo siento, yo... —Se acercó a mi un poco y me tomó del hombro—.
— Me puedes decir cómo tú quieras, a final de cuentas ahora somos una familia —Dijo tranquilo viéndome atento a mi respuesta—.
— De acuerdo —Asentí apenada— Voy a esperar a Matt allá sentada—.
— Voy contigo, muero de sed —.
En la mesa habían varias copas a medio servir de vino de los invitados que seguían bailando, sin recordar cual era la mía, tomé una al azar dándole un sorbo. Me senté observando cómo Tom se acercaba a las demás mesas saludando y agradeciendo que estuvieran acompañándolos en este día tan importante.
Matt seguía en la pista pero ahora con su madre mientras la mía estaba desaparecida. Traté de no tomarle importancia, a final de cuentas podía estar el baño o en el lobby despidiendo a alguien. Me dispuse buscarla una vez que los minutos transcurrían sin saber de ella, caminé hacia la entrada del salón y la vi sentada sola hablando por teléfono.
Fruncí el ceño ante la escena y esperé unos segundos en decidir si acercarme o no.
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Gracias a las que se tomaron el tiempo de leerla, es la primera vez que escribo algo de Tom y la verdad estoy muy contenta. Espero les guste la novela<3
