Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 4: El Cazador

Shippo: Segura qué va a funcionar.

Kagome: Es la primera vez qué me acompañas, tengo otras forma de manifestar mis poderes sagrados aparte de las flechas.

En este caso he enterrado en el suelo unas piedras sagradas a las qué les transferi parte de mi poder espiritual, forme un pequeño circulo afuera de la cueva del monstruo, en cuento el este en el centro por a murmurar un conjuro para crear una barrera alrededor de la criatura encerrandolo sin posibilidad de escapar.
Por ahora Shippo sea ofrecido a ser la carnada para llevar al monstruo hacia el interior del circulo, se va a tranformar en un hombre para asegurarnos de qué lo siga, Shippo a mejorado en sus transformaciones, no solo puede alterar su apariencia si no también camuflar su olor, no se dara cuenta de qué es un engaño.
Llevamo unos minutos escondidos detrás de una enorme roca qué está a unos metros de distancia de la boca de la cueva, esperando escuchar o ver al monstruo acercandose para poner en marcha nuestro plan.

Shippo: Algo se acerca, puedo oirlo.

Kagome: Y yo puedo verlo y creo qué vamos a necesitar un cambio de plan.

Shippo: ¿Porque?.

Este tigre no se parece en lo más minimo cómo me lo hicieron ver las personas qué me contaban sobre los hombres tigre, dijeron qué eran tigres del tamaño de dos hombres con pensamiento animales, y lo qué estoy viendo parece ser un hombre apesar de tener todo el cuerpo cubierto de pelo. (El hombre tigre está inspirado en la imagen de arriba, pertenece a Pinterest) Este tigre anda en dos patas y sin duda es mucho más grande qué un hombre, tiene puesto un taparrabos, muñequera de piel en sus muñecas, una espada sobre su espalda, un collar con colmillos parecen ser autenticos y una capa de color roja, tiene toda la pinta de ser un cazador, pero en este caso los papeles se invierten, el animal es el cazador y los humanos la presa.

Kagome: (Susurrando) Tiene mucha más inteligencia de lo qué pensabamos.

Shippo: (Susurrando) ¿Qué hacemos?.

Hombre Tigre: (Gruñido) ¡Agr!... 

¿Cómo se acerco tanto sin qué lo escuchara?, apenas miro sobre mi hombro viendo el filo de unas garras dirigidas hacia mi, tomo la mano de Shippo dando un salto aterrizando sobre la piedra en donde nos escondiamos, a menos de un metro de distancia nuestras miradas se cruzan, el cazador me mira fijamente antes de qué de un salto hacia atrás para alejarme lo más qué pueda de el, dejo a Shippo en el suelo y le hago señas para qué se esconda, el me obecede cubriendose en una de las piedras en la entrada de la cueva.

Hombre Tigre: Qué sorpresa, una mujer cazadora es la primera vez qué veo una rondando por las montañas.

Kagome: No soy una cazadora, soy una sacerdotisa y me han ofrecido una generosa recompensa a cambio de tu cabeza.

El tigre se coloca en sus cuatro patas, da unos pasos sobre la nieve acercandose hacia mi, intenta intimidarme, quiero oler mi miedo y no le voy a dar ese placer, le mantengo la mirada firme, la verdad es qué no me asusta ni me intimida para nada, tomo mi arco y coloco una flecha en el arco, la punta de mi flecha le está apuntando directamente hacia la cabeza, el tigre no se detiene, no parece sorprendido por mi reacción defensiva, a solo tres metros de distancia se vuelve a poner sobre sus dos patas mientras me gruñe y me enseña sus filosos colmillos durante unos breves segundos.

Hombre Tigre: ¿Tienes miedo?.

Kagome: Parezco asustada.

Hombre Tigre: No, tampoco puedo oler tu miedo.