Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 22: Cena De Invierno

La persona qué está en el reflejo de mi espejo en verdad, ¿soy yo?, no me reconozco ni siquiera observando mi propio reflejo en el espejo, me veo tan diferente qué parezco una mujer completamente diferente, no solo me veo diferente si no qué también me siento diferente cómo persona.
Con ayuda de Usagi he conseguido ponerme el vestido, fue mucho más difícil de lo qué aparentaba ser, luego de haberme puesto el vestido me arrodillo frente al espejo, Usagi está sentada detrás de mi peinando mi cabello mientras yo me encargo de maquillarme, quiero estar lista pronto, Usagi también necesita arreglarse, mi apariencia nos está tomando mucho más tiempo de lo pensado.
Maquillo un poco mis mejillas con polvo rosado para darles color, mis labios con labial rojo, mis ojos los maquillo con un delineado negro, también uso un color carmesí parecido a el de vestido. (El peinado de Kagome está basado en la imagen de arriba, el color del cabello de Kagome es natural, no sea cambiado de color, pertenece a Pinterest) Usagi me dice qué a terminado de arreglar mi cabello, tengo qué decirlo me gusta mucho cómo se me ve la flor en mi cabello. 

Usagi: (Emocionada) Señorita se ve tan hermosa qué parece una Lady digna de ser la hembra de Lord Sesshomaru.

Kagome: (Se ruboriza) ¿Lo crees en verdad?. (Pensando) Un momento, ¿lo sabes?.

Usagi: (Asiente) Lord Sesshomaru no manda hacer un vestido para cualquier mujer, aunque sea una sacerdotisa me encuentro completamente segura de qué el siente algo por usted.

Kagome: ¿Y estás de acuerdo?.

Usagi: No es mi vida, son las vidas de ustedes, no importa lo qué yo piense o opine, si lo qué ustedes quieran y desean, un consejo Señorita Kagome, ignore las voces negativas, no necesita esas voces en su cabeza, solo quedese con las voces de las personas qué en verdad la apoyan.

Kagome: Eres muy sabia Usagi, aparentas tener unos 17 años, supongo qué eres mucho mayor de lo qué pienso.

Usagi: Tengo 132 años, no le digas a nadie, me considero una mujer joven.

Kagome: Jajaja, será un secreto entre nosotras, por cierto ya puedes retirarte para qué puedas arreglarte tu también, muchas gracias Usagi por todo lo qué haz hecho por mi desde qué nos conocimos.

Usagi: Es mi trabajo, no tienes nada qué agradecer, además hice gran parte de mi trabajo con mucho gusto, es una humana amigable.

Me quedo sola en mi habitación, estoy de pie enfrente del espejo sigo sin ser capaz de dejar de admirar mi propio reflejo, sigo sin poder creer qué esa persona en el espejo sea yo, doy una vuelta para poder apreciar el vestido qué estoy usando.
Es imposible para mi contener mis lágrimas pero no quiero correr el maquillaje, por un momento me paso por la mente el rostro de mi madre, de lo qué hubiera dicho al verme con el vestido qué tanto solia pedirle en la infancia, estaria igual de sorprendida al igual qué yo, tal vez las dos estariamos abrazadas mientras lloramos... La extraño... Mamá, abuelo, hermano, los extraño a cada uno de ustedes, sin embargo no tengo ningún arrepentimiento de mi decisión, el primer año no fue fácil en lo más minimo pero mis esfuerzos han tenido sus frutos, encontre una familia en este mundo, amigos, personas en quienes puedo confiar, porque se qué ellos darian su vida por mi y yo daria mi vida por ellos, sin mencionar qué encontre el amor.
Mamá, se qué fue una dura decisión para ti dejarme ir, sabiendo qué jamas nos ibamos a volver a encontrar en nuestras vidas, pero las dos sabiamos perfectamente qué mi lugar, qué mi destino no se encontraba en ese mundo, en este mundo está mi destino, mi destino es estar a lado de Sesshomaru.

Escucho unos golpes en la puerta de mi habitación, en seguida escucho la voz de Shippo, al parecer a venido a escoltarme al banquete de invierno, no me sorprende mucho escuchar qué Sesshomaru va a llegar un poco tarde al banquete, para no ir sola al banquete el mismo se ofrecio a acompañarme.
Apenas abro las puertas de mi habitación me encuentro con la mirada de Shippo, en cuanto me ve abre los ojos en par en par, incluso su boca se abre lo suficiente cómo para qué entre una mosca en su boca, me rio mientras le ayudo a Shippo a cerrar la boca, luego lo toma de la mano.