Nuestro Destino Es Estar Juntos (Sesshomaru x Kagome)

Capitulo 37: Venta De Juguetes

KAGOME

Mi cabeza... Me está dando vueltas, lentamente abro mis ojos lo primero qué veo no es muy bueno, es borroso parpadeo un par de veces cuando mi visión se aclara, no es nada claro lo qué estoy viendo está oscuro, creo qué estoy acostada, me siento sobandome la cabeza, me está doliendo la cabeza, es cómo una fuerte punzada, me toma un minuto darme cuenta de donde estoy, me encuentro en el interior de una celda, los barrotes son de metal, están en forma horizontal y vertical formando averturas en forma de cuadro, el suelo es de madera creo qué es una jaula sobre un carrera, puedo oír el relinchar de los caballos, además sobre el techo de la jaula ahi una especie de tela oscura qué cubre toda la celda, aunque puedo ver una luz roja entrando por una pequeña avertura de un costado debe ser la luz de una fogata, me pongo de pie mientras lo hago siento una fuerte presión sobre mi tobillo, agacho la mirada para ver mi tobillo siendo rodeado por un grillete conectado a una cadena no muy larga.

Korki: La bella princesa sea despertado.

Veo a Korki recorriendo la tela oscura del costado en donde está entrando la poca luz, en eso me doy cuenta qué está enfrente de la puerta, ahora qué a recorrido la tela puedo ver qué el cielo está oscuro, veo unas tres carretas con celdas, puedo ver por las pequeñas averturas a unas chicas, tres chicas en cada una de las carretas, son más chicas de las qué dijeron qué se habian perdido, quizás se han de otros pueblos, en el centro de las carretas ahi una fogata en donde están un grupo de hombres sentados a su alrededor, ahora me encuentro completamente convencida de qué estoy en medio de una venta de esclavas.

Kagome: ¿Donde estoy?.

Korki: No estás en una buena posición para hacer preguntas princesa.

Kagome: No me llames princesa, es asqueroso viniendo de ti.

Korki: Puedo llamarte cómo yo quiera, ahora me perteneces.

Kagome: Yo no te pertenezco, ¿qué planeas hacer conmigo?.

Korki: Verás tengo un refinado negocio vendiendo mujeres hermosas a hombres ricos y poderosos, la verdad hacen muchas cosas con las chicas aunque ya no me importa lo qué hagan con ellas después de la paga.

Kagome: ¿Vas a venderme?.

Korki: (Asiente) Y aun buen precio, pero debo hacerte unos ajustes, esa ropa te queda bien y marca muy bien la figura de tu cuerpo, sin embargo a mis clientes les gusta ver mucha piel, es por eso qué exhibo a las chicas frente a mis clientes usando ropa invisible.

Kagome: Eres un maldito animal dime, ¿qué es lo qué vez en mi?, ¿soy un objecto?.

Korki: Más bien un juguete con el cual me puedo entretener por un buen rato, lastima qué tengo qué cuidar de mi mercancia, dulces sueños princesa tu serás mi venta principal mañana en la noche.

Korki recorre la tela dejandome sola en una completa oscuridad, lo dejare por un rato creer qué me tiene en la palma de su mano, lo qué no sabe es qué puedo sentir la presencia demoniaca de mi pequeña amiga en los alrededores, también soy capaz de romper está cadena usando mis poderes demoniacos, Kirara es una felina muy astuta debe de estar pensando lo mismo qué yo, escapar cuando estos hombres se vayan a dormir, se ven muy confiados así qué ni siquiera uno de ellos se va a quedar despierto para vigilar.

Pasa alrededor de una hora cuando veo la tela negra moverse un poco, me acerco y muevo la tela para dejar ver a Kirara en su pequeña forma, sin decirle nada me llevo un dedo a los labios para indicarle qué guarde silencio mientras entra conmigo a la celda, me arrodillo apoyando ambas manos sobre el grillete alrededor de mi tobillo, libero mi poder sagrado, la palma de mis manos empiezan a brillar hasta qué la cadena se termina quedando para luego dejar caer los restos al suelo de madera, mis poderes sagrados con efectivos contra el metal hace unas pocas semanas lo descubri durante una misión, lo extraño es qué con mis poderes no soy capaz de herir a un humano a menos de que posea una pequeña presencia demoniaca.